El homenaje a Luis Bello. La contribución de Huelva
Crónicas de otra Huelva
A ojos de Ponce, el homenaje tenía una ideal significación, porque al mismo tiempo que premiaba una noble y fecunda campaña, afirmaba los valores espirituales del país y abría anchos horizontes hacia panoramas nuevos
¡Alerta, huelvanos! El Puerto de Pesca del Sur
La introducción
HUELVA RESPONDIÓ CON AFÁN
La semilla arrojada en el surco de las conciencias fructificó
La entrega de esta semana es continuación de la de la semana anterior sobre el homenaje al maestro y periodista Luis Bello. Blanqui-Azul quiso insistir en la necesidad de que Huelva destacara entre las adhesiones al llamamiento de El Sol. Así, escribió un nuevo artículo en el que contó que se había logrado una inmensa cooperación y señaló que “la semilla arrojada en el surco de la conciencia nacional había fructificado y de todas partes, lo mismo desde la ciudad que del pueblo y de la aldea, se alzaban voces de adhesión que ensanchaban ante los ojos del espectador las perspectivas espirituales del país”. Alabó de nuevo la labor y la figura del pedagogo por recorrer “los caminos polvorientos de España para llevar a todas partes su propaganda estimuladora; difundió por todos lados sus ideales de resurgimiento pensando que sin regenerarse la escuela no sería posible restituir la vida nacional”.
Emplazó a los onubenses a contactar con el comité local constituido para recaudar fondos y dejó ver, como era habitual en él, cierto pesimismo sobre si Huelva respondería como debía –o como él deseaba y quería- a esta obra de justicia. “No lo sabemos”, señaló, por lo que lanzó la idea de que el profesorado y las entidades representativas se asociaran y dieran con ello un ejemplo de comprensión. Dijo no pretender dirigir excitaciones innecesarias en la confianza de que no se haría esperar la colaboración de los elementos culturales. Nuestro autor deseaba que el nombre de Huelva debiera resaltar en “ese concierto de entusiasmos que nos ofrece, como una hermosa promesa, la actualidad española”.
Pero sí fue un éxito. El propio diario nacional daba detalles en un destacado de la ilusión que había despertado la iniciativa en la provincia: “Homenaje nacional. La casa para Luis Bello. El homenaje en Huelva”, El Sol, 17-05-1928, p. 1). Logró Blanqui-Azul que la ciudadanía se solidarizase con la causa y que la prensa onubense la hiciera suya también. El comité local constituido logró recaudar casi 700 pesetas, 25 de las cuales fueron aportadas por la Asociación de la Prensa de Huelva. Para los más curiosos, El Sol, en su edición del 7 de agosto de 1928, publicó en la página 2 la lista completa de donativos de los onubenses. La iniciativa de El Sol logró recaudar en todo el país 100.000 pesetas para el futuro hogar del maestro peregrino.
Está en marcha el homenaje a Luis Bello por su apostolado tan amorosamente ejercido, a favor de las escuelas españolas, y concita el ánimo ese ambiente de generosa cooperación que se ha generado en torno a la patriótica iniciativa.
La semilla arrojada en el surco de la conciencia nacional ha fructificado y de todas partes lo mismo de la ciudad que del pueblo y de la aldea, se alzan voces de adhesión que ensanchan ante los ojos del espectador, las perspectivas espirituales del país.
Luis Bello emprendió su noble cruzada a través de los pueblos españoles con la fe de todos los nobles apostolados. Le inspiraba el generoso designio de producir un movimiento nacional de opinión en pro de la escuela, para sacarla de su abandono y de su abatimiento.
Visitó las escuelas de las ciudades más populares y de los lugares humildes; ensalzó la función del maestro; corrió por los polvorientos caminos de España para llevar a todas partes su propaganda estimuladora; difundió por todos lados sus ideales de resurgimiento pensando que sin regenerarse la escuela no será posible restituir la vida nacional y ha hecho su larga peregrinación en constante afirmación de la escuela frente a las viejas y torpes manifestaciones de la incultura.
Y es por esta labor admirable por lo que se organiza un homenaje a Luis Bello. Y este homenaje, que ha unido ya tantas voluntades y tantos entusiasmos, tiene una alta e ideal significación, porque al mismo tiempo que premia una noble y fecunda campaña, afirma los valores espirituales del país y abre anchos horizontes hacia panoramas nuevos.
La escuela es el problema fundamental de España y Luis Bello ha hecho el milagro de formar en torno a ella un ambiente de atención y cariño, sembrando la buena semilla de sus predicaciones en todas las zonas sensibles de la nación.
Huelva –cuyas escuelas visitó también el ilustre periodista- debe contribuir con el mayor entusiasmo al homenaje, prestando generosamente su concurso al constituido comité local encargado de recaudar fondos para la suscripción nacional. ¿Responderá Huelva como debe a esta obra de justicia?
No lo sabemos. De todas formas es menester que el profesorado onubense y las entidades representativas se asocien fervorosamente a esta labor y den un claro ejemplo de comprensión.
No pretendemos dirigir excitaciones, que son innecesarias sin duda alguna, porque no se hará esperar la colaboración de los elementos culturales.
Señalamos el hecho nacional del homenaje y creemos que el nombre de Huelva debe resaltar en ese concierto de entusiasmos que nos ofrece, como una hermosa promesa, la actualidad española.
BLANQUI-AZUL
Diario de Huelva, 15 de mayo de 1928