Huelva disfruta desde hoy de la nueva Plaza de La Merced que no se remodelaba desde hacía medio siglo

Huelva/La Plaza de La Merced es, junto con la Plaza de las Monjas, uno de los enclaves sobre los que se vertebra la capital onubense y tras mucho tiempo de espera las obras han terminado y por fin se podrá volver a pasear por ella a partir de este martes 23 de julio a las 20:30, cuando tendrá lugar su inauguración.

Con esta obra se eliminan los desniveles y alturas con los que contaba la plaza permitiendo que esta se integre esta a nivel del viario, sin elevación artificial que favorece su apertura al barrio, a los vecinos, y al conjunto monumental de la catedral y antiguo convento mercedario. También se consigue un notable incremento de las zonas verdes, así como el empleo de materiales y mobiliario urbano de calidad que ha conseguido que la plaza recupere su protagonismo en el entorno.

Esta reforma llega tras casi cincuenta años sin ser remodelada. Los orígenes de esta plaza se remontan al siglo XVII, cuando en 1605 se construyó el convento que actualmente ocupa la Catedral de La Merced. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que se proporcionó una arboleda al lugar, y hasta 1921 los onubenses no pudieron disfrutar del espacio pavimentado. La Plaza de La Merced, no se había remodelado desde el 1975, a manos del arquitecto Alfonso Jiménez Martín, hoy, cuarenta y nueve años más tarde, Huelva puede disfrutar de un entorno completamente nuevo.

La nueva Plaza de La Merced cuenta con diversas estancias de forma elíptica que se disponen en torno a una gran zona central, planteándose todo ello como una metáfora del agua cuyos surcos marcan estos espacios de encuentro. El frente de cada una de las estancias quedará parcialmente abierto para conectarse visualmente al gran espacio central y al conjunto de Bien de Interés Cultural (BIC), que forma la catedral y el edificio del antiguo Convento de la Merced, que actualmente alberga la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo de la Universidad de Huelva. El objetivo principal de la actuación urbanística no es otro que darle mayor visibilidad a estas emblemáticas edificaciones.

Con el objetivo de que este enclave sea un espacio multifuncional se han colocado ya las conexiones para el anclaje de estructuras e instalaciones de pabellones desmontables para albergar mercadillos locales, exposiciones y todo tipo de actividades culturales así como la celebración de festejos tradicionales. Por otra parte, el gran espacio central se propone como escenario para teatro al aire libre, cine de verano o lugar de conciertos.

El tráfico rodado se mantendrá en el viario de conexión de Paseo Independencia, calle Ruiz de Alda y Paseo de Buenos Aires, calzada que cuenta con las adecuaciones necesarias para albergar un carril bici en el futuro, y, por su parte, el Paseo Independencia se mantiene abierto un carril al tráfico, dirección a la plaza de toros. También cuenta con un mobiliario completamente nuevo en el que predominan los bancos de madera con apoyabrazos, desde los que se contemplará la catedral, a los que se unirán bancos de hormigón, que irán alineados en el Paseo Independencia y calle Vázquez Limón. También se han instalado metros lineales de rejillas, así como dos depósitos que recogen el agua de lluvia para solucionar los problemas de inundaciones.

La secuencia de cinco estancias que componen la plaza, que cuentan con su correspondiente luz perimetral, están delimitadas en la zona más próxima a la calle Ruiz de Alda por vegetación, que actúan como barrera acústica y pantalla visual hacia el tráfico. En total, la plaza cuenta con siete islas de vegetación, lo que equivale a una superficie verde total de aproximadamente 1.000 metros cuadrados. Concretamente, estas islas contarán con unidades de alcanforero, árboles de liquidámbar, metrosideros robusta o árbol de hierro, así como encinas. Además de estos árboles, los parterres están rodeados por otro tipo de vegetación como la planta de ciruela de natal, Cotoneaster lacteus o cotoneaster de flor de leche, echium candicans o el orgullo de madeira, plantas de romero y russelia equisetiformis o lágrimas de cupido.

También cuenta con jardines de infiltración complementarios a estas islas de vegetación que acogen sauces gatillo, olivillas, rosales silvestres ris germánica o lirico crónico, entre otros, que pondrán el toque de color al lugar. Por último, los árboles de alineación que se han plantado en las nuevas calles peatonales son fresnos del Caucáso, un árbol caducifolio de rápido crecimiento que llega a medir entre 20 a 30 metros, cuyas hojas son de un verde oscuro brillante que en la época de otoño tornan a un color rojo púrpura muy llamativo.

Durante su última visita a la Plaza de La Merced, la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, señaló que con esta remodelación “avanzamos en la construcción de la Huelva que todos queremos, combatiendo el modelo de ciudad de hormigón gris y sin sombra que nos han impuesto en los últimos años, para ofrecer a los onubenses espacios sostenibles, abiertos y saludables”.