Huelva muestra al mundo los restos de Tartessos "inéditos" hallados en sus cabezos en la mayor exposición de la historia del Museo

"Huelva tiene tanta arqueología que solo se ha mostrado un tercio. Ahora, por primera vez, se van a exponer casi 200 piezas y de ellas, el 80% nunca habían visto la luz", cuenta la conservadora del Museo, Raquel Zapata

"Una muestra que reivindica la capitalidad de Tartessos en Huelva. Algo que ahora se va a palpar y a ver con los ojos a través de estas piezas que son la prueba", señala la delegada de Turismo, Cultura y Deporte, Teresa Herrera

Imágenes del montaje de la exposición 'La Joya, vida y eternidad en Tarteso', en el Museo de Huelva

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Noelia Melara, restauradora. / Alberto Domínguez

Huelva se posiciona ante el mundo como la capital de Tartessos a través de una muestra inédita que verá la luz el próximo Viernes de Dolores en el Museo de Huelva. La Joya, la necrópolis tartésica por excelencia de Huelva, estará presente en el museo a través de una exposición que se adentra en el mundo funerario tartésico con más de 200 piezas procedentes de la necrópolis del Cabezo de la Joya, muchas de ellas expuestas por primera vez.

La Joya. Vida y eternidad en Tarteso abrirá en unos días para conectar a los onubenses con sus raíces en la que se configura como una de las grandes apuestas culturales de la historia en la ciudad.

La muestra se divide en dos partes, la primera de ellas se adentra en el rito funerario y las diferentes etapas relacionadas con el momento del depósito de los ajuares en las tumbas. La Tumba 17, la "principesca", se representará en el momentos de su descubrimiento en los año 70 del pasado siglo, tal y como se encontró. La segunda parte de la exposición, que recoge el ajuar de la Tumba 17, irá acompañada por la recreación del carro tartésico y las piezas originales del referido carro, muchas exhibidas por primera vez.

Para Teresa Herrera, delegada de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, "es emocionante que, por primera vez, después de que las tumbas se excavaran, podamos rendirle homenaje a nuestro legado, a nuestra seña de identidad más absoluta. Una muestra que reivindica la capitalidad de Tartessos en Huelva. Algo que ahora se va a palpar y a ver con los ojos a través de estas piezas que son la prueba. Con esta exposición tenemos la oportunidad de enseñar nuestro pasado tartésico, de sacar pecho y mostrar algo que nos hace únicos a la vista de todo el planeta, que es que aquí vivió una cultura que se mezcló entre los autóctonos y los fenicios y que dio lugar a estas piezas únicas se darán a conocer desde el Museo".

Imágenes del montaje de la exposición 'La Joya, vida y eternidad en Tarteso', en el Museo de Huelva
Imágenes del montaje de la exposición 'La Joya, vida y eternidad en Tarteso', en el Museo de Huelva / Alberto Domínguez

Asegura que "era una deuda histórica que teníamos con los ciudadanos de Huelva. Una iniciativa con la que podemos decir con orgullo que ostentamos de manera única una cultura que no ha sido vista en ninguna otra parte del mundo que no sea en Huelva".

María Clauss, responsable de crear el discurso narrativo y visual, define la muestra no solo como una inmersión en la civilización tartésica, sino "en nuestra propia historia. En lo que realmente nosotros sentimos. Porque al final el concepto que tenemos de Tartesos forma parte de nuestra propia idiosincrasia y el poder transformarlo en una exposición, con todo el rigor científico, ha sido un lujo".

María Claus y miembros del equipo técnico de la exposición durante el montaje.
María Claus y miembros del equipo técnico de la exposición durante el montaje. / Alberto Domínguez

Una exposición cuyas obras son "el verdadero origen" del edificio del museo

El origen del actual edificio del Museo de Huelva está en las piezas arqueológicas encontradas en el Cabezo de la Joya. Cuando en 1973 se da con la tumba 17, una de las piezas clave de la necrópolis tartésica hallada en el cabezo, se inaugura este museo, siendo director Mariano del Amo, explica Raquel Zapata, la conservadora del Museo de Huelva

Todas las piezas de la Joya ya se encontraban en el Museo de Huelva, pero no se mostraban en vitrina. "Huelva tiene tanta arqueología que solo se ha mostrado un tercio. Ahora, por primera vez, se van a exponer casi 200 piezas y de ellas, el 80% nunca habían visto la luz. Todas estas piezas se han ido recuperando durante el tiempo y conservando en este centro". Recuerda que las primeras excavaciones se hicieron a finales de los 60, con los arqueólogos Juan Pedro Garrido Roig y Elena Horta. Ellos dos fueron los primeros arqueólogos que intervinieron en la Joya y los que descubrieron la tumba 17, considerada "la joya de la corona", denominada como la "Principesca".

Raquel Zapata, la conservadora del Museo.
Raquel Zapata, la conservadora del Museo. / Alberto Domínguez

Aunque, revela, realmente la primera pieza que aparece data de mucho antes. "Se trata de una olla encontrada por unos niños en el Cabezo allá por 1945. Luego ya comenzaron las intervenciones en el 60 y empezaron las sucesivas campañas cuando se tuvo conocicimiento de que estábamos ante una gran necrópolis". Y todo ese material que ha ido apareciendo se ha ido quedando en el Museo de Huelva. "Para mí, como conservadora del museo, es un orgullo poder estar al pie del cañón con todo el equipo de arqueólogos, comisarios y todos los profesionales que están haciendo la realidad el sueño de mostrar un legado onubense hasta ahora inédito", celebra.

Un momento del montaje de la exposición.
Un momento del montaje de la exposición. / Alberto Domínguez

El carro y la arqueta, figuras claves en la exposición

Jorge Cotallo, presidente de la Asociación Cultural Arqueohuelva y uno de los responsables del montaje y recreación de la exposición, cuenta cómo este novedoso proyecto museístico surgió a raíz del carro tartésico de la Joya. Una pieza cuyos restos aparecieron en el 72 en la Necropolis y cuya recreación ha financiado la Fundación Atlántic Copper. "El tener el carro delante era la excusa perfecta para ponerlo en un contexto y hacerle justicia", cuenta Cotallo.

Se trata de un carro de prestigio de paseo. "Tenemos que imaginarnos cómo hace 2.700 años alguna persona de la élite de la sociedad onubense, de aquella Onuba, se paseaba por la Huelva llena de cabezos con este carro de prestigio. Quien podía tener este carro evidentemente era la clase alta de la sociedad de aquel momento. Era como tener hoy en día un Lamborghini y dos Ferraris en tu garaje", apunta.

Jorge Cotallo, presidente de Arqueohuelva
Jorge Cotallo, presidente de Arqueohuelva / Alberto Domínguez

Trabajar en su reconstrucción ha sido complejo porque, dice, "solo partíamos de la base de las fotos de la excavación. Si vemos la tumba 17, que está también expuesta, vamos a ver esa disposición de los metales y cómo a partir de ahí hemos ido interpretando la funcionalidad y dónde iban colocados los elementos. Ha sido bastante complejo pero creo que ha quedado precioso. Este es el claro ejemplo de Tartesos y de la alta tecnología que ya tenía la gente de la época".

El carro está realizado en madera de roble, a pesar de que el original era de nogal, pero todos los metales se han reproducido a la perfección "porque es lo único que se conservaba. Además de la recreación del carro, el visitante podrá observar todas y cada una de las piezas encontradas del original, expuestas en una vitrina".

Por otro lado, la arqueta se posiciona como otra de las piezas más singulares de la muestra. Fue encontrada en la tumba 17 y decidieron guardarla para que se mantuviera conservada, pero nunca se había expuesto a la ciudadanía. Hasta ahora.

Recreación de la tumba 17.
Recreación de la tumba 17. / Alberto Domínguez

Una pieza especial, sobre todo por el material en el que está hecha. "Aunque no lo sabemos con seguridad, es probable que sea de marfil de hipopótamo. Es una caja llena de detallitos de alta tecnología, como por ejemplo las bisagras fabricadas en plata y con apliques también elaborados en bronce. Se ha perdido parte de la madera, porque su conservación es complicada, pero también la hace especial el hecho de que solo existe una pieza similar en Egipto.

Servía para guardar los objetos personales del difunto. "Apareció, por ejemplo, un cuerpo deteriorado por la acidez del terreno y seguramente esa persona, ese difunto que descansaba para la vida eterna en la Joya en la tumba 17, quería llevarse todo lo que había poseído en vida hacia el más allá. Otro dato sorprendente es que llevaba cuatro porteadores en cada esquina y solo se conserva uno que restauró el Instituto del Patrimonio de la Junta de Andalucía, que es el que podemos ver a día de hoy".

Jorge Cotallo, de Arqueohuelva y la delegada de Cultura, Teresa Herrera.
Jorge Cotallo, de Arqueohuelva y la delegada de Cultura, Teresa Herrera. / Alberto Domínguez

La muestra, en la que ha trabajado cerca de una veintena de profesionales desde el pasado mes de junio, cuenta con los comisarios Javier Jiménez Ávila, Clara Toscano y Rafael Robles; con un equipo de producción artística liderado por María Claus; por Noelia Melara como restauradora y el equipo de Arquehuelva, con Jorge Cotallo al frente.

Estará abierta durante todo el año e irá acompañada próximamente de una guía y de actividades parelelas para su divulgación.

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