Ilusión en los ojos de los niños de Huelva durante la Navidad
La alegría estalla en gritos y saltos de emoción de pequeños que enseñan a sus padres con grandes sonrisas los regalos de Papá Noel
Huelva celebra el pulso navideño de la 'Tardebuena'
Huelva/La Navidad en Huelva está cargado de emoción. En las calles se escuchaba el eco de risas infantiles desde las ventanas. Los hogares, convertidos en refugios de magia, vibran con la energía incontenible de los niños y niñas que, con el corazón desbordante de ilusión, corren hacia los árboles de Navidad.
El salón de muchas casas se ha transformado en un pequeño teatro de emociones. Los pequeños, todavía en pijama, han desenvuelto sus regalos con manos ansiosas y miradas brillantes. Cada papel rasgado revelaba una nueva y divertida sorpresa. Una bicicleta nueva que promete aventuras en el parque, muñecos que cobran vida en la imaginación, juegos de mesa que unirán a toda la familia en interminables risas. La alegría estalla en gritos y saltos de emoción de pequeños que enseñan a sus padres con grandes sonrisas los regalos de Papá Noel.
Los padres han observado la escena con sonrisas de complicidad. Para ellos, el espectáculo ha sido perfecto seguro: la mezcla de asombro y felicidad en los rostros de sus hijos es el mejor regalo. Los más pequeños no han tardado en pedir ayuda para montar un juguete, probar un juego o simplemente compartir su felicidad a la que se han sumado padres y madre contagiándose de esa ilusión que caracteriza a los pequeños.
Poco a poco el bullicio del desempaquetado se ha calmado para dar paso a una nueva fase: las mesas se llenan de chocolate caliente, zumos, churros, galletas o dulces navideños. Los niños han disfrutado de un desayuno que sabe a tradición. Las conversaciones giran en torno a lo recibido, a las historias de cómo Santa Claus ha llegado a sus hogares sin ser vistos, y a las promesas de portarse bien para el próximo año.
En las calles de Huelva, el espíritu navideño también se ha dejado sentir. Algunos niños, incapaces de contener la emoción, han salido con sus juguetes recién estrenados. Bicicletas y patinetes han recorrido las aceras, mientras las risas han inundado el aire frío de la mañana. En las plazas, los más pequeños han podido mostrar orgullosos sus regalos a amigos, primos y vecinos, compartiendo historias de cómo Papá Noel o les han dejado esas sorpresas bajo el árbol.
Las familias, abrigadas, han paseado disfrutando de los tímidos rayos de sol mientras los niños corretean con sus nuevos y mágicos tesoros. Una pelota que vuela de un lado a otro, un muñeco que ha sido llevado en brazos como si fuera un compañero inseparable y los nuevos zapatos de charol que han brillado bajo el sol de invierno. Los abuelos, testigos de generaciones de mañanas como esta, han disfrutado de la felicidad contagiosa de los más pequeños.
Temas relacionados
No hay comentarios