Imágenes inéditas de Manuel Carrasco de niño: así le cantaba a la Virgen del Mar en Isla Cristina

El cantante onubense Manuel Carrasco lanzaba este 9 de enero en plataformas digitales Pueblo Salvaje, el primer single de su nuevo disco, que a su vez le dará nombre y que verá la luz en los próximos meses, y que él mismo define como "un nuevo camino". "Hoy nace algo diferente, algo que viene de raíz, de lo más profundo. Esto no es solo música, es un grito, un latido que compartimos todos", indicaba Carrasco.

Y es que el artista no es la primera vez que se retrotrae a sus raíces para escribir y componer lo que, previsiblemente, será un éxito. Ya lo hizo con populares canciones como Déjame que sea, dedicada a Huelva o Y soy, en homenaje a su "Higuerita". Ahora, Pueblo Salvaje llega pisando fuerte superando el millón de visitas en tan solo unas horas tras su lanzamiento. Y es que Manuel Carrasco no para de cosechar éxitos allá por donde va sin olvidarse de su esencia: la de aquel niño carnavalero que aprendió a cantar junto al mar de Isla Cristina.

Hoy, echamos la vista atrás y recordamos las imágenes inéditas de un Carrasco aún de niño dedicándole una canción a la Patrona de su pueblo, la Virgen del Mar. "Mi tradición marinera, mi origen, mis plegarias al mar, qué bonito poder estar con mi gente, qué bonito volver a verte, Virgen del Mar", estas eran las palabras que el cantante isleño dedicaba a la Virgen del Mar, patrona de la barriada marinera de Punta del Caimán, en su cuenta de Twitter en el año 2017.

Ese mismo año el artista también dedicaba los vivas a la patrona junto a su familia, y es que la devoción por esta virgen le viene de antaño. Manuel solía cantar en un grupo con sus amigos, en el que él era el director. Entonaba sevillanas dedicadas a la Virgen del Mar de Isla Cristina, como buen hijo de marinero.

Aquel momento se convirtió en viral no hace mucho en las redes sociales. Un vídeo publicado a través de la cuenta Elmardeislacristina en el que aparecía un joven Manuel Carrasco con camiseta de color verde que ya apuntaba maneras. Casi un par de minutos que bastan para saber que el niño de La Higuerita sería un gran artista.