"La intuyo como algo maravilloso, profundo y pleno de hermosura"

Rafael Prada Sierra será el encargado de pronunciar el pregón de la coronación canónica de María Santísima de la Victoria, mañana día 30, a las 20:30 en el Gran Teatro de Huelva. El suyo será el anuncio de algo en el que la ciudad está inmersa y que se refleja en las constantes muestras de cercanía a la Reina del Polvorín. Rafael Prada confiesa el privilegio que constituye el pregón para alguien que vivió su juventud en la Isla Chica, para un cofrade comprometido y que ha tenido entre otras la suerte de pregonar la Semana Santa de Huelva. Destaca que será un pregón abierto y peculiar, una cuestión que nace de la singularidad de esta liturgia de la coronación canónica, en la que por otra parte destaca la cercanía de Huelva con este hecho.

-Vuelve al Gran Teatro y esta vez para al coronación canónica de la Victoria.

-Todo está dispuesto para que así ocurra. Es una circunstancia que en ningún momento pude imaginar que ocurriera pero que sucede por cuarta vez en mi vida. Sólo espero que este privilegio y esta confianza que han depositado en mi no se vea defraudada. Yo, por mi parte, he puesto todo mi empeño en el intento y sólo espero que las palabras que le dedique a María Santísima de la Victoria sean del agrado de todos.

-¿Es muy distinto al pregón de la Semana Santa?

-Totalmente distinto, además, en el pregón de la Semana Santa siempre hay una estructura que seguir y con frecuencia es la misma que llevaron pregoneros anteriores. En este no, el pregón de la coronación tendrá de oído lo que tiene de oído la propia vida y circunstancias de la hermandad que atesora como titular a la Virgen, pero está ordenado de un modo personal, distinto y no sujeto a ninguna condición previa. Al menos en eso será un pregón totalmente atípico.

-Sigue muy presente lo que le dijo a la Victoria en su pregón, ¿qué recuerda de ese momento?

-Pues fíjate que esa poesía que no es tal, porque en realidad se trata de una prosa poética a la que al final le añadí cierta rima, fueron las primeras letras que concebí para el pregón de Semana Santa, nunca esperé que gustara tanto en la hermandad, pero bueno, esto explica bastante a las claras qué diferencias existen entre un pregón y cualquier otro texto escrito. Resulta que al final escribes algo que no crees que vaya a ser resaltado, llegas al lugar, lo declamas y te lo adoptan como algo propio. Esto ha pasado en la Cofradía del Polvorín donde me consta hay personas que conocen el texto de memoria.

-¿Qué supone para usted el nombramiento de pregonero de la coronación?

-Ante todo un honor grande e inmerecido y a un segundo nivel, un compromiso muy serio que deseo cumplir con la dignidad que se espera de un acto de esta importancia.

-¿Qué destaca del hecho de una coronación canónica?

-En Huelva todavía, y espero que durante mucho tiempo, las coronaciones son hechos singulares que acentúan aún más la importancia de esta liturgia que la Iglesia pone de relieve en contadas ocasiones. En nuestra ciudad, sólo tres iconos de María Santísima estarán distinguidos por una coronación canónica, con lo cual, ese halo de excepcionalidad, de singularidad, se hace más patente. A mi, personalmente, no me gustaría que esto se desbordara. Una coronación ha de ser distintiva y su importancia no debe diluirse por un sobreexceso de éstas

-¿Cómo se encaja en la sociedad actual una coronación canónica?

-Es complejo. La nuestra es una sociedad muy alejada de la vivencia religiosa en común, basta leer las estadísticas para tomar conciencia de ello, no obstante, eso no debe llamarnos a engaño, pues también es cierto que esas mismas estadísticas informan de un pueblo que se manifiesta abiertamente católico. A nadie le será ajena esta coronación, pero además, creo que no sólo será entendida y respetada, sino querida por toda la ciudad.

-¿Entiende que pueda mover a tanta gente?

-Lo entiendo perfectamente y para no hacer un discurso sobre ello baste recordar las multitudes que genera la Semana Santa, cuyo fenómeno, con el permiso de las romerías, está en la raíz de las mayores devociones en Andalucía, y, por supuesto, recordar las dos coronaciones anteriores que además de la gran afluencia de público aportaron una vivencia de unidad e identidad que si Dios quiere volveremos a vivir.

-Siempre hay quienes no comprenden este tipo de actos por suntuosos.

-Siempre hay quienes no comprenden o no quieren comprender nada. Es una cuestión de empatía social. Aunque tengo que decir que yo respeto todas las opiniones.

-Volviendo al pregón, ¿qué nos puede adelantar?

-Pues que será un pregón muy personal y un canto a María Santísima de la Victoria per se y a través de todo lo que la Hermandad del Polvorín representa en el ideario de la ciudad. Yo añadiría que es un pregón abierto y peculiar.

-¿Qué tiempo le ha dedicado a su confección?

-Pues en escribirlo, en realidad, he tardado muy poco, pero también es cierto que desde el nombramiento no he dejado de darle vueltas a la cabeza sobre el qué y el cómo lo quería. Un pregón no es básicamente una cuestión de más o menos tiempo, sino de la capacidad de expresar lo que quieres. Me gusta esa idea de la inspiración, aunque no hay inspiración si a la par no hay trabajo y el trabajo a la postre es tiempo.

-¿Son de los que se escriben del tirón?

-En mi caso está escrito a trozos pequeños, a muchos trozos pequeños.

-¿Cómo describiría a la Virgen de la Victoria?

-Un gran periodista, Vicente Quiroga, -y él quizás no se acuerde de esto- la definió como una Virgen angelical, celestial... Si yo tuviera que definirla no le añadiría ningún adjetivo más, sería pura redundancia. Por lo que a mi respecta queda descrita con suma perfección y acierto.

-¿Un piropo para Ella?

-Con tu permiso me los guardo todos para el día del pregón

-¿Y los devotos que van diciéndole guapa, guapa...?

-En materia cofrade siempre opto por la mesura, el ritmo, lo adecuado, aunque yo no soy nadie para definir dónde y por qué se encuentran en esencia esos conceptos. Ante todo, que cada uno se exprese como mejor crea, como lo he visto hacer en muchos sitios y en circunstancias similares, pero sin perder de vista lo que ha de ser el respeto, la adecuación al hecho que se celebra y esa premisa que nunca debe ser rota: el buen gusto. Decir "un guapa" a la Virgen no es más que poner en evidencia la belleza de María y eso, si se hace con el sentido de la medida al que antes me refería, no debe constituir ningún problema en una circunstancia excepcional. Por poco que se conozca nuestra tierra andaluza, sabemos que las expresiones de alegría desbordante pueden ser asumidas desde una perspectiva de normalidad y aceptación, ahora bien, una cosa es esto y otra el frikismo que las hermandades jamás deben consentir.

-Ha vivido en la feligresía del Sagrado Corazón de Jesús, ¿cómo siente esta devoción en su vida?

-Desde siempre he sentido por el Corazón de Jesús un enorme cariño, y ese cariño, además, lo hago extensible a las hermandades que allí radican. Si nuestras vinculaciones cofrades funcionaran con la lógica habitual, yo debería pertenecer a una de las tres hermandades del Polvorín. A pesar de no estar inscrito en ninguna de ellas, las circunstancias de la propia vida, el haber nacido y vivido en la Isla Chica, el haber iniciado tus primeros pasos como cofrade allí y los muchísimos y gratos recuerdos que conservo, me hacen tenerlas en un lugar especial dentro de mis afectos. El Corazón de Jesús es mi infancia y mi juventud, mi familia, los primeros sacramentos y un despertar al mundo de las cofradías cuyo tempus se movía entonces con unas claves distintas a las de hoy. Mi cariño por la Virgen de la Victoria se ha engrandecido mucho por la amistad que me une a su hermano mayor, Isidoro Olivero, que en realidad, es el responsable material de que yo sea el pregonero de la coronación. Es un caso claro de acercamiento a una hermandad, a una devoción a través de una amistad.

-¿Cómo se imagina la coronación canónica?

-Será grandiosa. Más que imaginarla la intuyo como algo maravilloso, muy profundo y pleno de hermosura, una vivencia que sin duda nos marcará a todos los que tengamos la suerte de vivirla.

-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de lo vivido hasta ahora en este camino de la coronación?

-Personalmente valoro mucho la entrega de los cofrades del Polvorín, su generosidad y su capacidad para enfrentarse a un reto distinto. En cuanto a lo vivido, recuerdo de forma muy grata los traslados entre El Polvorín y las Teresianas, actos multitudinarios y vibrantes en los que se puso de manifiesto la fuerza arrolladora de ese barrio que sabe como arropar a sus hermandades. En un plano más íntimo el besamanos de la Santísima Virgen me llegó muy hondo.

-Junto al pregonero dos artistas anuncian la coronación, ellos con sus pinceles y usted con la palabra. ¿Qué me dice de los carteles de Mario Moya y de Isabel Sola?

-Bueno, son dos conceptos, dos modos distintos y a la vez muy parecidos de enfrentarse a un cartel, no vamos a descubrir la calidad de ambos, la maravilla que estos artistas han reflejado con todo su potencial de buen hacer y categoría creativa. A Mario lo conozco mucho más que a Isabel y le tengo una grandísima admiración como persona y como artista, toda su obra me parece excepcional. Isabel Sola ha conquistado cotas de prestigio en el mundo del cartel cofrade con obras tan meritorias como aquella que representaba a Jesús con la cruz al hombro de la hermandad del Valle, Mario ha hecho cosas tan increíbles como el propio cartel para la Victoria, un perfil de la Virgen perfecto y visualmente muy potente en el que introduce de forma muy poética el movimiento de la Señora caminando de espaldas, y acompañada por el pueblo, hacia su propia coronación. Si me lo permites, no voy a ser muy explícito en mis preferencias, sería poco educado por parte del pregonero, pero en cualquier caso, he de decir que ambos alcanzan la exquisitez absoluta.

-Un pensamiento para cuando esté pronunciando el pregón.

-Mi pensamiento estará volcado en la Virgen, será un pregón muy vivido que me dejará poco margen para otras sensaciones. Lógicamente tendré muy presentes a mis seres queridos, especialmente a mis padres que se hubieran sentido muy orgullosos de mi.

-Un deseo para el día 5 de mayo.

-Que todo salga como lo imaginamos, que la perfección esté presente en todo lo que se realice y que María Santísima de la Victoria, ya coronada, nos ilumine a todos e interceda por nuestra ciudad y nuestra patria en estos momentos difíciles que nos ha tocado vivir.