El peaje pone en jaque el turismo de golf, el único que rompe la estacionalidad

"Caótico", "inaceptable", "farragoso", pero, ante todo, "perjudicial" para la economía de Huelva y para los onubenses. Después de que el Gobierno portugués haya decidido poner fecha (sólo con diez días de antelación) a la puesta en marcha del peaje en la autovía del Algarve (A-22), más conocida como la Vía do Infante, las reacciones no es han hecho esperar. Tampoco han tardado en llegar los primeros efectos negativos en uno de los sectores más perjudicados: el turismo. El 80% de los visitantes que llegan cada año a la provincia para jugar al golf lo hace a través del aeropuerto de Faro, y el sistema de pago que a partir del día 8 se activará en la autovía "pone en peligro" el único segmento que, de momento, es capaz de luchar contra la estacionalidad que caracteriza al turismo de Huelva. Así lo mantienen desde la Asociación Provincial del Campos de Golf.

Anualmente, la provincia recibe a una media de 93.400 jugadores de golf, y de ellos más de 74.700 llegan vía Faro. A partir del día 8, llegar desde Faro (viaje de ida y vuelta) puede costar una media de 37 euros para este tipo de clientes (aunque puede variar en función del dispositivo con el que cuente el vehículo) y ese sobrecoste repercutirá en el coste de viaje, lo que dejará en el aire una de las ventajas que el tiempo ha sabido dar a los campos de golf de la provincia: la calidad a un coste inferior al que se ofrece en las instalaciones portuguesas. "Está claro que si hasta ahora el precio era un atractivo para captar clientes, a partir de la semana que viene lo dejará de ser en beneficio de los portugueses", sostiene el secretario técnico del Consejo Empresarial de Turismo de la FOE, Rafael Barba. Y si se daña al segmento del golf, se esfuma uno de los únicos remedios que hasta ahora se han encontrado para romper con la fuerte estacionalidad que caracteriza al turismo de Huelva y que obliga a cada año a que durante el invierno se mantengan cerradas dos terceras partes de las instalaciones hoteleras de la provincia.

La implantación del sistema de pago llega en el peor momento. Mientras en la mayor parte de Andalucía el turismo extranjero va ganado puntos (se espera cerrar el año con un 8% más de visitantes de fuera del país que el año pasado), en Huelva el turismo internacional va en sentido contrario "y lo que está claro es que el peaje no va a contribuir a ponerle solución, sino todo lo contrario", apunta Barba, que advierte de la necesidad de potenciar el turismo internacional "para poder salir de la situación a la que nos dirigimos sin que nadie ponga remedio. En algo fallamos, está claro -subraya Barba- tan claro como que hay que reforzar la promoción y las infraestructuras".

Además del turismo, el sector del transporte será otro de los grandes perjudicados por la medida. La diversidad de tarifas en función del tipo de vehículo y de la matrícula que éste disponga hace prácticamente "imposible" ofrecer un cálculo acertado del sobrecoste que tendrán los servicios a partir del próximo jueves. Lo que sí se sabe es que más de 271.558 transportistas pasan anualmente a Portugal a través del cruce de Ayamonte (sólo teniendo en cuenta los vehículos pesados). No es de extrañar que, ante esta situación, la asociación de transportistas Fenadismer ya presentara en su día una denuncia al Gobierno portugués por esta situación a través de la asociación equivalente en Portugal, la ANTP. Su secretario general, Juan Antonio, no dudaba ayer del "grave perjuicio" que iba a llegar con la implantación del peaje, "especialmente entre los propios vecinos y empresarios del Algarve, que tendrán que hacer frente a un retraimiento en el consumo y el gasto que hasta ahora hemos dejado los onubenses en el país vecino".

Finalmente, el sistema de pago se implantará a partir de Tavira, de forma que las dos primeras salidas desde España, las correspondientes a Vila Real de Santo António-Castro Marim y Altura-Monte Gordo estarán exentas del pago de tasas. A partir de este punto, ya comenzará el sistema de peaje, según confirmó la Embajada de Portugal, a través una serie de arcos instalados en la carretera que serán los que permitirán la identificación automática de los vehículos que circulen por la autovía, que en ningún caso se deberán detener para abonar las tasas, ya que el único sistema de pago es el electrónico, que deberá adquirirse con anterioridad.