Una jornada intensa bajo la amenaza de la suspensión por la lluvia

La inseguridad del tiempo hizo que la junta tuviera que barajar el traslado al templo en otro día

Eduardo J. Sugrañes / Huelva

27 de septiembre 2009 - 11:43

Desde primeras horas de la madrugada del sábado la lluvia hacía temer la celebración del acto de la imposición de la Medalla de la Ciudad al Señor de Pasión en su plaza. La mañana fue dura, como muchas tardes de Martes Santo cuando no es posible la salida. Se vieron numerosos partes meteorológico. Los efectos de la lluvia se podían ver en las sillas llenas de agua.

La hermandad tuvo que estudiar todas las posibilidades ante la probabilidad de que a las 20:15, cuando estaba previsto que el Señor saliera de su parroquia hacia el porche, estuviera lloviendo. Una reunión extraordinaria animó algo a todos, desde la responsabilidad de gobierno y lo difícil de estas decisiones, el hermano mayor, Manuel Palacios, comunicaba a las 15:00 que las previsiones no eran del todo tan malas y que de entrada el acto seguía adelante, quedando pendiente al momento del inicio del mismo. Así se fueron ultimando los preparativos, se retiraron los plásticos que cubrían moquetas, y se daban los últimos retoques en la plaza y en el porche. La tarde fue distinta, no sin dejar volar la incertidumbre por la lluvia, pero lo cierto es que cuando a las 19:00 la Coral de la Sagrada Cena ensayaba su intervención el sol venía a dar tranquilidad mientras los primeros hermanos se situaban en las sillas.

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