Juan José García del Hoyo, catedrático de la UHU: "Huelva está condenada al atraso mientras la maltraten los gobiernos con la falta de inversión pública"

Huelva/Una región que recibe menos inversiones públicas que los territorios que la rodean termina perdiendo competitividad, deja de ser atractiva para la inversión privada, su tejido empresarial se empobrece, sus rentas caen y, por consiguiente, la sociedad pierde en calidad de vida. Es lo que le está pasando a una Huelva que, conforme se suceden los años, va quedando relegada a los últimos puestos del ránking nacional en cuanto a inversión pública se refiere. "La falta de inversión por parte de los gobiernos condena a Huelva al atraso", defendía este viernes el catedrático de Economía de la Universidad de Huelva, Juan José García del Hoyo, durante su conferencia La inversión en infraestructuras en la provincia de Huelva: déficit inversor y consecuencias socioeconómicas -organizada por la Federación Onubense de Empresarios-, en la que ponía de manifiesto que Huelva ocupa el undécimo puesto por la cola entre las provincias que más inversión bruta real por habitante han recibido entre 1985 y 2018.

García del Hoyo lamentaba el déficit inversor que sufre la provincia onubense porque, tal y como explicaba, "a mayor inversión pública, mayor crecimiento económico". Dicho por el Banco Mundial por la OCDE. No tiene más ciencia que el hecho de que existe una relación directa entre la inversión y la actividad económica de una región, "la cual se contrae si no se invierte". "Si una provincia está bien dotada de infraestructuras la productividad, la renta y el empleo serán superiores" y, en el caso de que se deje de invertir, sucede todo lo contrario. Tanto, que "las infraestructuras son requisitos indispensables para el desarrollo, tienen efecto directo en la riqueza y en el empleo, crean eficiencia en el tejido socioeconómico y, lo que es muy importante, retiene a los jóvenes", aseguraba un emocionado del Hoyo, que calculaba que unos 70.000 jóvenes se han marchado de la provincia en los últimos 20 años en busca de mejores oportunidades laborales.

Con las cifras sobre la mesa, Huelva es una "provincia maltratada", concluye el catedrático. Está estimado que Huelva tiene un déficit acumulado en inversión pública licitada entre 2001 y 2023 de 1.532 millones de euros, que representa el 26,8% de las cantidades licitadas para la provincia de Huelva. En otras palabras, mientras que por cada habitante de España se han invertido 14.312 euros, por cada onubense solo se han invertido 11.274 euros en el referido periodo. Son datos que pone de manifiesto la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) y que, en palabras del catedrático, "por esa no inversión, cada año hemos perdido un 1% del PIB que no se ha generado -y en otros territorios sí-, unos 2.618 empleos no se han creado, y 43,7 millones de euros en salarios han dejado de percibirse".

Sin entrar en signos políticos, el catedrático quiere dejar claro que no son solo las inversiones del Estado las que maltratan a Huelva porque "desde 2019, cada andaluz ha recibido en inversiones 662 euros, mientras que el onubense solo ha obtenido 404 euros". Un déficit inversor que asciende a 116,7 millones de euros "y que bien podrían emplearse en un Materno-Infantil, Chares, el Museo de Bellas Artes...", enumeraba García del Hoyo, que recuerda que "no podemos olvidar que las inversiones de los Presupuestos Generales del Estado se negocian en comisiones paritarias, donde la Junta de Andalucía ha demostrado priorizar los metros de Sevilla o Málaga o los cercanías de Sevilla, Málaga, Granada y Cádiz".

Huelva pierde peso en las inversiones ferroviarias

En el apartado inversor, García del Hoyo ponía el acento en los transportes, unas infraestructuras que son imprescindibles por el efecto que tiene en el ámbito socioeconómico. Recuerda que "a comienzos de los años 70 Huelva estaba en el 134% del stock de capital en infraestructuras de transporte y ahora está en el 86%, habiendo perdido un 36% de nuestra posición relativa". "Hemos pasado de ser una provincia con una dotación superior a la media nacional a situarnos en una de las últimas posiciones del ránking provincial", dice.

Proseguía del Hoyo señalando que Huelva es la provincia española que menos inversión por habitante ha recibido en infraestructuras ferroviarias en la serie 1990-2020 con 1.320 euros, de acuerdo a un estudio de IVIE y la Fundación BBVA sobre el stock de capital en España.

Huelva cuenta con 10.128 kilómetros de línea ferroviaria, un 2,01% del total de los 504.944 que posee España. Si se compara la distancia con la población, los datos evidencian que la provincia onubense dispone de 0,28 kilómetros de línea férrea por cada 1.000 habitantes, mientras que en España este valor asciende a 0,34 -Huelva está en el 82,2% de la media nacional-. Sin embargo, "la inversión entre los años 1990 y 2020 por kilómetro es de 22.370 euros, por los 258.496 euros en España, estando en el 8,7% de la media nacional". "Por cada seis mil euros por kilómetro en España, en Huelva se gasta en torno a 1.000 euros", resume, toda vez que no esconde que se trata "de una gran humillación".

La incorporación al Corredor Atlántico

El Corredor Atlántico, al que pertenece Huelva, cuenta con una inversión total de 49.406 millones de euros y "el Ministerio, en febrero de 2024, solo preveía invertir en la provincia onubense 28,4 millones en actuaciones puntuales de renovación de la Huelva-Sevilla". No llega al 1% del total cuando "vivimos una situación en la que los trenes de mercancía a Sevilla van a 70 kilómetros por hora, menos que una máquina de vapor". "¿Cuánto va a tardar en llegar la mercancía a su destino?", se pregunta García del Hoyo, quien entiende "fundamental" la importancia del tiempo en el sector logístico.

El catedrático de la Onubense no quiso olvidarse de las infraestructuras hidráulicas. En este sentido, García del Hoyo apuntaba que Huelva tiene un déficit de stock de capital en este tipo de infraestructuras "de unos 300 millones de euros en relación a las medias españolas y andaluzas", lo cual "impide el desarrollo de proyectos industriales, dificulta que la agricultura onubense esté al nivel de Andalucía y, en definitiva, impide garantizar los consumos futuros". Ejemplo de ello es que "la superficie regable se sitúa en el 7,4% de la superficie total de las explotaciones agrícolas, cuando la media española está en el 12,2% y la media andaluza en el 14,3%; y para estar en la media deberían transformarse en regadío entre 25.000 y 30.000 hectáreas". Pues, expresaba, "la presa de Alcolea y el Canal de Trigueros permitirían poner en regadío unas 24.000 hectáreas, pero son proyectos parados". La puesta en marcha de los mismos redundaría, según estima García del Hoyo, en un incremento del PIB en un 8%, en 4.170 empleos adicionales y en unos salarios anuales de 225 millones de euros.

El onubense pierde renta en comparación a los andaluces y españoles

A modo de conclusión, el catedrático expresaba que, a comienzos de los 90, un andaluz tenía la misma renta per cápita que un onubense y, sin embargo, ahora la de Huelva está al 86% de la media andaluza. Peor parada sale la provincia onubense si se compara con la media nacional, pues si en los 90 su renta per cápita estaba al 90% respecto a la media española, ahora está al 61%. "¿Cómo vamos a competir?", clamaba Juan José García del Hoyo, que entiende que sin inversiones públicas "hemos perdido tejido empresarial y, sin empresas, no generamos empleo ni riqueza".

Lejos de resignarse al atraso constante de Huelva, García del Hoyo animaba a la sociedad onubense a despertar. Al igual que lo hacía el presidente de la Federación Onubense de Empresarios, José Luis García-Palacios Álvarez, quien manifestaba que, con estos datos, "tenemos ahora la responsabilidad de tomar un nuevo rumbo en nuestra actitud y compromiso porque, con este escenario, es para que todos los onubenses clamemos por la injusticia que estamos padeciendo". Es por ello que, añadía, "tenemos la posibilidad de revertir la situación y hacerlo por el amor a la tierra que nos ha visto nacer. Nos jugamos la vida de nuestros hijos, nietos y generaciones venideras", concluía.