La juez manda a prisión a los hermanos del Valle
Con los cargos de asesinato y a Santiago del Valle, además, por delito contra la libertad sexual
La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Huelva tuvo que retrasar su decisión sobre el futuro de Santiago del Valle y su hermana hasta la una menos cuarto de la madrugada. Los dos inculpados fueron trasladados al Centro Penitenciario de Huelva desde las dependencias del Palacio de Justicia, donde previsiblemente fueron llevados al módulo de enfermería o algún otro de aislamiento en el que no tenga contactos con el resto de la población reclusa para garantizar su integridad.
El motivo de este retraso fue que el detenido, después de haber prestado declaración, pidió una segunda comparecencia ante la juez, lo que retrasó la decisión de la autoridad judicial.
Después de más 24 horas de declaración ante la Policía en Cuenca, tras la detención de los imputados (el pasado martes), ayer les tocaba hablar ante la juez que instruye el caso. En primer lugar, ante la presencia de los abogados defensores, del letrada que ejerce la acusación particular en nombre de la familia Cortés y del Ministerio Fiscal, representado por Alfredo Flores, se interrogó a Rosa del Valle. La declaración se prolongó durante dos horas aproximadamente.
Sobre las 19.45 horas Santiago comenzaba a prestar declaración, en un interrogatorio que se prolongó alrededor de dos horas y media, al que siguió la vista en la que las distintas partes solicitaron bien el encarcelamiento u otra situación diferente para los imputados.
En un principio, entre la multitud hubo dudas sobre la presencia de una tercera persona detenida que debía prestar declaración. Sin embargo, la mujer de Santiago del Valle no tuvo que comparecer, al menos en la
Policía dejó en libertad a Santiago después del interrogatorio en Granada, a los tres días de la desaparición de la niña porque el entonces principal sospechoso tenía una coartada para toda la tarde de aquel 13 de enero. En aquel momento, aseguró que había pasado toda la tarde con su mujer y ésta le guardó las espaldas.
En una fase posterior de la investigación, se produjo un cambio decisivo (podría llegar de algún tipo de negociación con la Policía o ser resultado del miedo) y la esposa del presunto asesino cambió su declaración.
Isabel, que se encuentra en libertad con cargos, modificó sustancial su testimonio y afirmó que su esposo no estuvo toda la tarde con ella y que hubo un espacio de tiempo en el que no estuvo en la casa y lo perdió de vista, tiempo que coincide con el momento de desaparición de Mari Luz.
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