El juez toma hoy declaración a los principales imputados del crimen de Cartaya y a dos testigos
J.M.P.P. y J.A.M.B. testificarán desde prisión por videoconferencia tras levantarse el secreto que pesaba sobre la pieza tecnológica. Una de las defensas solicita un careo entre los dos
La investigación que se sigue en el Juzgado de Instrucción 5 de Ayamonte por el doble crimen de Cartaya da hoy un paso decisivo. El juez Rafael Pascual tomará declaración por videoconferencia a los dos principales investigados, J.M.P.P. y J.A.M.B., imputados por dos delitos de homicidio consumado, los del joven onubense Samuel Vizcaya y del sevillano Manuel Granado El Gitano en abril de 2019.
Fuentes del caso han detallado a Huelva Información que esta toma de declaración desde la prisión es consecuencia del levantamiento parcial del secreto que todavía pesa sobre las actuaciones, concretamente de la pieza separada de medidas tecnológicas, en la que se desvelan las comunicaciones que los principales encausados y otras personas de su entorno mantuvieron el día de autos.
Si bien este compendio de llamadas telefónicas, mensajes instantáneos, audios o posicionamientos de los móviles no son la clave del caso, sí ayudan a arrojar luz sobre él, proporcionando a los investigadores un valioso material con el que reconstruir la secuencia de los luctuosos hechos del camino de Los Bayos.
Sobre los datos que revela esta pieza separada preguntará hoy la autoridad judicial a los dos investigados. Como ha podido saber este periódico, hasta ahora hay dos personas más imputadas por el crimen: una es la novia de J.A.M.B., a la que se señala por un presunto encubrimiento y que atiende a las iniciales A.H.S.; el otro es un hombre cuyo nombre figura en varias declaraciones, A.V.L., quien inicialmente fue llamado como testigo del caso.
A lo largo de la mañana de hoy –además de los dos principales investigados– pasarán ante el juez, el fiscal y la acusación particular otros dos testigos. Se trata del hijo de uno de ellos y del cuñado del otro.
Huelva Información entrevistó ayer en primicia a la familia de Samuel Vizcaya en su casa de Huelva. La madre del joven asesinado, Teresa Calderón; su pareja, María José de los Ríos; y su hermana Ana Vizcaya tienen claro a estas alturas que "hubo mucha más gente implicada" en el doble crimen, entre ellos "varios guardias civiles" de la zona, que también figuran como testigos.
Es por ello que esperan que muchos de los testigos pasen de tener ese estatus al de imputados conforme declaren ante su señoría. "Y que vayan a prisión también, porque los hay que colaboraron en eliminar las pruebas de los hechos en la misma noche". En concreto, en esta acción ubican a un hijo de J.M.P.P. y a un amigo de este. "Queremos que esté en la cárcel con el padre, porque para mí son iguales que el que ha disparado", enfatiza Ana Vizcaya con lágrimas en los ojos.
En un vídeo grabado en exclusiva para este periódico, la propia hermana de Samuel abunda en la idea y pide "al juez que lleva este caso que por favor, a la gente que está implicada, testigos que están implicados en el caso de mi hermano, que estén donde están los asesinos, que estén con ellos en la cárcel" y no en libertad con cargos.
Este diario también ha podido saber que una de las defensas ha solicitado al titular del Instrucción 5 ayamontino que se produzca un careo entre J.M.P.P. y J.A.M.B. A este respecto, la familia Vizcaya Calderón expresa que "son los dos tan mierdas, porque de los dos no se hace ni medio, que se van a echar las culpas uno a otro con tal de intentar salir de la cárcel".
Confiesan que lo están pasando muy mal. María José de los Ríos tuvo que contar a su pequeña, que ahora tiene tres años, "que su papi está en el cielo, la psicóloga me dijo que no podía engañarla". Teresa Calderón ha dejado de tomar "las pastillas del psiquiatra porque me quedaba todo el día dormida, ahora solo las tomo de noche".
Tampoco pudieron visitar la tumba de Samuel en el cementerio de La Soledad el 14 de abril, primer aniversario del asesinato, porque estaba cerrado a cal y canto en pleno estado de alarma.
Todos, como una piña, luchan porque salga a la luz la verdad de uno de los crímenes más atroces de los últimos años en la provincia, en el que Samuel Vizcaya consta como "víctima circunstancial", después de que Manuel Granado El Gitano le pidiera el favor de acercarlo en coche a la cita que tenía en Cartaya. Sus cuerpos fueron rescatados del fondo de un pozo, adonde los arrojaron sus asesinos después de ejecutarlos.
"Queremos que se haga justicia, que caiga todo el peso de la Ley sobre los que tiene que caer, sobre los presuntos asesinos y sobre todo los testigos implicados", concluye la familia de la víctima.
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