Lluvia de caramelos por las calles de Huelva

Huelva/Los Reyes Magos han cruzado de punta a punta la ciudad de Huelva. Lo corrobora el reguero de caramelos y la felicidad en las caras de niños y niñas, que volvían hasta sus hogares tras un largo día lleno de saltos, disfrute y música. "¿Has sido bueno?", preguntaban Sus Majestades y la Estrella de la Ilusión en su inicio del trayecto. Respondían con un sincero "regular" muchos de ellos, aunque confían en que "algún regalo caiga".

Todo empezaba desde un barco que atracaba en la Marina. Una vez en tierra, y tras minutos de romper el hielo, llegaba el jaleo. Tambores, trompetas y aplausos daban la bienvenida a Melchor, Gaspar y Baltasar, que iniciaban su recorrido cargados de millones de caramelos y más de una sorpresa. En orden, saludaban a los más pequeños de uno en uno y continuaban, sin pausa y sin prisa, montados sobre las grandes jorobas.

"Viva Huelva y su gente", decían, avanzando a paso firme por la avenida de Méjico. Hacían parada en la Comandancia de Marina; la avenida de La Ría; y la avenida Italia; para llegar hasta la calle Vázquez López a media mañana. Tras la pausa, comenzaba la gran tirada de globos y serpentinas; para seguir por el corazón de Huelva: Plaza de las Monjas; y la avenida Martín Alonso Pinzón; hasta el Consistorio onubense poco antes de las 13:00. Siempre acompañados por los Pajes Reales y el Heraldo Real, primero en sembrar la ilusión y conseguir las llaves de la ciudad, viviendo una jornada histórica tras adelantar las cabalgatas un día.

Guiños a la provincia, su gastronomía, su geografía y su deporte rey quedaban impresos en las grandes carrozas, a las que se subían a partir de las 15:30. Trece carruajes empezaban a andar, acompañados por las cuatro bandas de música de la Santa Cruz, la Expiración, la Santa Cena y El Nazareno; el Heraldo Real al frente de la guardia, tanto a pie, como con amplia caballería; los pajes reales; las charangas, animaciones y pasacalles con temáticas relacionadas con las hadas, el mundo marino o el buzón solidario de la Hermandad de la Victoria; y los vehículos antiguos decorados de Bomberos y Emtusa. Junto a ellos y con el objetivo de lograr una cabalgata sin incidencias, acompañaba el personal de seguridad, integrado por Policía y Protección Civil; técnicos, mantenimiento y limpieza.

La gente miraba al cielo que se mantenía nublado durante toda la jornada. Ante la amenaza de lluvia que al final no fue más que de caramelos y papelillos, usaban los paraguas para coger más regalos que nadie. Las carrozas continuaron al ritmo de las bandas musicales por el Centro Social de La Orden, Legión Española, Niágara, Cta Gibraleón, Avenida Cristóbal Colón, Paseo Independencia, San José, Puerto, Doctor Rubio, Gravina, Plus Ultra, Méndez Núñez, Puerto, Quintero Báez, Pablo Rada y San Sebastián, donde al fin anochecía.

La Avenida Andalucía, por la que pasaban sobre las 19:30, la calle Galaroza, Federico Molina, Alameda Sundheim o Gran Vía era la última fase del desfile, aunque no lo parecía.

Nadie perdía las ganas de seguir en cada paso a los Reyes y su banda sonora como si del primer momento se tratase. Asomaban por la Plaza de La Constitución todavía a bombo y platillo en torno a las 21:00 y finalizaba la cabalgata sobre las 21:30. Una sorpresa más aguardaba en la recta final: el rey Melchor tiraba globos verdes, como símbolo de la petalada de la Hermandad de la Esperanza a su virgen, a la altura de Gran Vía. "Mucha salud y mucha felicidad para Huelva" era el mensaje de la Estrella de la Ilusión en su llegada al punto final.

Tras emotivas palabras de los Reyes Magos y Estrella de la Ilusión, las bolsas a rebosar de caramelos ponían rumbo hasta sus casas. Ahora, queda lo mejor: en tan solo algunas horas, Sus Majestades pasarán personalmente por cada hogar de Huelva.