La lluvia da tregua a San Sebastián 2025: "Los onubenses nunca defraudan"

Huelva/"Si algo tienen los onubenses es que se echan a la calle caiga quien caiga". En la hilera de mesas altas de Pablo Rada ya se acumulan vasos medio llenos, algunos botellines chocan y van y vienen platos de tamaño mediano con tapas que son 'apuestas seguras'. También lo son las canciones que entona el grupo El Patio, subido al escenario desde el inicio de la sobremesa, para dar la bienvenida al sábado de San Sebastián 2025 en el que lo único que cae finalmente es la cerveza.

En poco menos de dos horas, de la lluvia intensa al cielo completamente descubierto. "Tampoco nos preocupaba mucho", dice una de las onubenses en primera fila frente al escenario, "en ningún momento hemos pensado en cancelar nuestro plan". Algunos van en grupos grandes, otros, en pareja. Varios esperan también a más gente, que se incorporará a medida que vaya pasando la tarde. "Venir aquí, ver los conciertos y echar la tarde con los amigos". Pocas más pretensiones que esas.

Paella, cerveza y ensaladilla son las que no fallan. Desde los bares que conviven en la zona y que este año son más -hasta veinte-, han sacado también sus apuestas seguras. "Algo que gusta, que apetece y que te quita el hambre", dice uno de los camareros de detrás de las barras sobre las elecciones de carta.

Ellos también afrontan la jornada con ganas. Más aún cuando el tiempo, al fin, acompaña. Desde El Picoteo, dicen que hasta este mismo viernes el clima ha sido una incógnita. "Lo bueno que tiene el onubense es que se echa a la calle con cualquier cosa. Aquí tienes la muestra: estamos ya a tope", celebra. Estarán hasta las 21:00, cuando vecinos y turistas pongan rumbo a sus casas o a disfrutar de una cena, esta vez sentados, en algún restaurante onubense.

Como su propio nombre indica, ofrecen más variedad que en ediciones pasadas para picotear al ritmo de la música: "trabajan" risoto con gurumelos níscalos y ternera, carne mechá y montaditos, o ensaladilla de pulpo. "Este año estamos más preparados, ahora hay que esperar a que la gente tenga hambre", cuenta Manuel López, propietario del céntrico establecimiento.

Sobre los conciertos favoritos, no hay preferencias. "Echarnos para atrás no nos echan. Sabíamos que por la tarde hacía sol, el plan era venir, disfrutar de la música y bailar con los conciertos", dice un grupo de amigos de Valverde del Camino. Esperan "temas conocidos", ambiente de fiesta y descubrir canciones en directo que quizás no habían oído antes.