Más de 130 litros de lluvia en Huelva capital, barrios inundados, 66 personas evacuadas, barcos hundidos y carreteras cortadas: los terribles efectos de la 'DANA' de 1996 en la capital
Las inundaciones más graves sufridas por Huelva se remontan a enero de 1996, que afectaron especialmente a Marismas del Odiel y toda la zona baja de la ciudad
Entonces cayeron más de 80 litros en plena madrugada, 60 de ellos en sólo una hora, sembrando el caos
Los desprendimientos de cabezos en las calles Aragón y Médico Luis Buendía convirtieron la vía pública en lodazales
Estas son las espectaculares imágenes de las inundaciones de enero de 1996 en Huelva
Huelva/Una fuerte tromba de agua de más de 50 litros en una hora a las cuatro de la mañana en Huelva capital, 80 litros acumulados durante la madrugada, desencadenó la mayor inundación reciente en la ciudad en enero de 1996. Las calles amanecieron anegadas en todos los barrios, con una incidencia especial en las zonas bajas, como el Molino de la Vega, La Merced, y con mucha gravedad en la Barriada de la Navidad y Marismas del Odiel, donde 66 personas tuvieron que ser evacuadas y trasladadas a diferentes albergues en Huelva y Punta Umbría. No hubo fallecidos pero sí cuantiosos daños materiales que llevaron al Ayuntamiento de Huelva, entonces con Pedro Rodríguez apenas unos meses al frente, a solicitar la declaración de zona catastrófica al Gobierno.
Entonces no se hablaba de DANA como ahora. No existía esa catalogación como tal, pero el fuerte temporal que descargó intensas lluvias desde el mediodía del domingo 14 de enero tuvo su mayor incidencia la madrugada del lunes 15. En total, 137 litros por metro cuadrado acumulados, que podrían haber dejado un rastro de destrucción aún mayor si no hubieran acompañado las mareas. El coeficiente de pleamar esas horas fue sólo de 55.
Los efectos de la fuerte tormenta dejó un panorama desolador en toda la ciudad. A las calles anegadas de agua, con inundaciones de viviendas, comercios, garajes y sótanos, se unió una riada de barro producto de una ciudad aún con muchos espacios sin edificar y, sobre todo, por los desprendimientos en los cabezos Mondaca y San Pedro. Las calles Aragón y Médico Luis Buendía, junto a la plaza de toros, derruyeron algunas construcciones, cuadras de caballos y arrasaron coches y árboles. Incluso un caballo herido tuvo que ser operado de urgencia en plena calle.
En la Ría también hizo estragos. Se hundieron once barcos fondeados en el Real Club Marítimo de Huelva y la zona de Pescadería, entonces sin urbanizar, quedó también anegada. Pero también en zonas más alejadas, como Fuentepiña, plazas y calles se llenaron de agua, colegios y centros públicos. Las clases en los colegios fueron suspendidas y prácticamente toda la actividad desde esa mañana del lunes 15 de enero. Se sucedieron en toda la ciudad los cortes de electricidad y teléfono, también por el derribo de varios postes.
Los comerciantes ponían barreras en los umbrales de sus negocios para evitar que entrara el agua y el barrio, mientras lo bomberos se multiplicaban con bombas para achicar agua de garajes subterráneos completamente inundados. El agua superó en algunos puntos un metro de altura, y en las viviendas más afectadas se perdieron todas las pertenencias y enseres, mientras sus inquilinos trataban de salir con el agua por la cintura.
De aquellas inundaciones quedaron para la posteridad numerosas imágenes, entre ellas la del alcalde, Pedro Rodríguez, con gabardina, caminando entre el agua en Marismas del Odiel, atendiendo a las familias afectadas en plena madrugada y la mañana siguiente. No faltaron los reproches entre partidos políticos y administraciones, aunque lo más positivo, enmedio de la destrucción causada, fue la ausencia de víctimas mortales en una ciudad que trataba de crecer entonces.
El temporal en la provincia dejó también fuertes precipitaciones en toda la provincia, no con la misma intensidad que en la capital pero también con efectos graves. Diez carreteras quedaron cortadas en San Juan del Puerto, Aljaraque, Gibraleón, Punta Umbría, Palos de la Frontera, Cartaya, Niebla, La Palma, Calañas y Villanueva de los Castillejos. También las dos líneas de tren de la provincia, con Sevilla y con Zafra, resultaron afectadas y se tuvo que suspender el servicio ferroviario.
En Tharsis se recogieron 89,3 litros por metro cuadrado, según los datos facilitados entonces por el observatorio estatal. Alájar registró 61,5 litros; La Palma del Condado, 45 litros; y Ayamonte, 39 litros.
El sector agrícola fue también uno de los más afectados por el temporal y entonces Freshuelva cuantificó los daños en más de 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros actuales), en una primera estimación tras la madrugada. El Consorcio de Seguros también se prestó esa misma mañana a movilizar indemnizaciones a los principales afectados entre la población. Pero en varias de las barriadas tardaron en sobreponerse de aquellas inundaciones, que se recuerdan como la peor pesadilla. Fue uno de los últimos capítulos de una ciudad de otros tiempos y que encaraba su transformación hacia la época moderna.
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