"No está loco, es un asesino y se tiene que pudrir en la cárcel"
Tras los cinco minutos de silencio en memoria de Mari Luz, la plaza Rosa se convirtió en un clamor popular de los vecinos del barrio del Torrejón pidiendo justicia. El padre de la niña asesinada, Juan José Cortés, apenas si había acabado de atender a los medios de comunicación y ofrecer todo lujo de detalles del estado anímico de la familia y su versión sobre lo ocurrido, cuando comenzaron a saltar las primeras voces para que todo el peso de la Ley, como había pedido Cortés, caída sobre el asesino de la pequeña, supuestamente el detenido Santiago del Valle, pero al mismo tiempo surgieron los primeros aires de venganza, aquéllos que el padre de la pequeña había rechazado públicamente momentos antes.
"Que lo entreguen al pueblo. Que nos lo traigan aquí a la plaza", comenzaron a gritar algunos de los congregados, mientras las cámaras se afanaban por recoger los primeros testimonios de vecinos y allegados de la familia de Mari Luz que hasta entonces había permanecido en silencio mientras escuchan atentamente a Juan José Cortés.
Al grito de "no está loco es un asesino" varias decenas de personas expresaban la indignación y la impotencia de saber que la pequeña había perdido la vida a mano de un desalmado, "porque para hacer lo que ha hecho hay que ser muy malo, hay que ser un diablo, sino no se explica que haya matado a una niña indefensa con cinco años".
Y es que la mayoría de los vecinos no se creen la versión que ha dado el detenido y supuesto asesinado de Mari Luz de que la pequeña haya muerto de forma accidental, de ahí que reclamen "justicia y que se pudra en cárcel a pan y agua".
El temor a que el asesino, si resulta condenado, no cumpla la condena completa planeaba ayer en la plaza Rosa, donde algunos vecinos han apuntado la posibilidad de iniciar una campaña de recogida de firmas para que "se cambie la Ley y los asesinos no estén en la calle a los pocos años de ser internados en los centros penitenciarios.
"Queremos justicia" repetían una y otra vez la mayoría de los allí congregados, aunque otros proferían consignas con tintes más radicales y descartaban que el presunto criminal hubiera actuado así por padecer algunas enfermedad mental o por un momento de enajenación. Es más sostenían que no sólo Santiago del Valle es responsable de lo sucedido sino que también lo son su esposa y su hermana, las otras dos personas que han sido igualmente interrogadas por la Policía, y recordaban que el detenido cuenta con antecedentes de pederastia por abusos sexuales que ha cometido con una de sus propias hijas con el "consentimiento" de su propia madre. "Son todos iguales que los metan a todos en la cárcel" se escuchaba aquí y allá.
"Si ha hecho eso con su hija, qué no puede hacer. Ha sido macabro, pido justicia para Mari Luz y toda su familia y a la Policía y los jueces que no se encubra a este mal asesino bajo el pretexto que está loco y que hay sido un accidente", proclamaba una mujer mientras otras aplaudían su intervención. "Cómo una personas con tantos antecedentes penales podría estar en la calle", se preguntaba en voz alta otra.
Con estos ánimos, algunas personas pensaba ayer desplazarse hoy hasta las dependencias judiciales cuando se proceda al traslado del detenido.
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