María León señala que el Premio Luz del Festival de Huelva le anima a "tener una trayectoria mínimamente doble"
La actriz subraya que "es un orgullo" que una muestra cinematográfica se mantenga durante cincuenta años
Comienzan las primera proyecciones del Festival de Cine Iberoamericano
La actriz María León recibe el Premio Luz del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva ocho años después de que se le concediera a su hermano, Paco León, un hecho que hace que lo reciba "con mucho más orgullo, mi hermano para mí es un pilar y siempre ha sido un gran referente, me parece bonito pasar por el mismo proceso por el que ha pasado hace ocho años, que son los años que me lleva". La homenajeada indicó que este galardón le anima a "tener una trayectoria mínimamente doble". Subrayó que "supone un abrazo gigante a mi profesión y a mi persona", a lo que añadió que "me da pudor recibir este premio por mi trayectoria, por una profesión que amo, que es lo que más me apasiona en el mundo. Creo que todavía estoy empezando", aunque reconoce que "llegar aquí me ha costado lo mío".
Comentó que "me apasiona mi trabajo, interpretar, introducirme en los personajes" y destacó que la mujer va teniendo "una ventana mayor". Apuntó que lleva dieciséis años interpretando "personajes muy diferentes, de diferentes edades y de cada uno de ellos he aprendido, es interesantísimo poder, desde la comedia y el drama, indagar, es una investigación de la especie humana, nos dedicamos a entender y acompañar a esos personajes, he tenido la suerte de aprender de ellos, de sus historias, y de aprender también de mí". Considera su profesión "una forma de vida, que me salva constantemente, soy muy afortunada de ser una mujer y poder interpretar esas dualidades, investigar y entender lo que somos es parte de mi profesión, entender el proceso de cualquier mujer, de cualquier siglo, de cualquier edad es interesantísimo siempre". Incidió que su profesión es una forma de vida que le hace estar siempre "reciclándome, me da una libertad y una apertura, es una fortuna poder interpretar", es una forma de vida "que comparto con todo el mundo, con los espectadores".
Resaltó que desde que empezó a trabajar como actriz "no he parado de trabajar, siempre me he reciclado". Explicó que se llega a la profesión con "un impulso y una fuerza" y lo importante "es mantenerse con la misma pasión, alegría y ganas y tengo las mismas que hace dieciséis años, eso hace que esté en activo", y aprovechó para dar las gracias "a las personas que han confiado en mí. Hay mucho trabajo atrás, lo he logrado y conseguido". Recalcó que "el talento es un trabajo que sin ninguna intención se desdibuja" .
Manifestó que la primera vez que vino a Huelva para hacer un papel en una película, "disfruté con ese personaje", Pepita, en La voz Dormida (2011), de Benito Zambrano, por la que recibió la Concha de Plata a la Mejor Actriz, en el Festival de San Sebastián, aparte de obtener el Goya a la Mejor Actriz Revelación por este trabajo, "cuando me premiaron no lo entendí, sólo hago lo que me apasiona". Después de quince años de trayectoria, reconoce que "tengo la misma duda, siento que estoy empezando de nuevo con cada personaje, estoy en el mismo punto de partida".
En cuanto a su relación con el Festival de Cine Iberoamericano, recordó que en 2010, junto al actor Antonio Hortelano presentó la gala de clausura del certamen. "Es un orgullo que se mantenga un festival, en el que se mueve la cultura, cincuenta años y con la misma labor: contar historias, es fascinante". Comparte profesión con su hermano y su madre, Carmina, "pero cada uno tiene su lugar, nos admiramos".
Actualmente María León está haciendo teatro, Casa de Muñecas, una adaptación de Eduardo Galán, bajo la dirección de Lautaro Perotti. Asegura que "me entusiasma el teatro, no hay trampa ni cartón". Comentó que es una obra que tiene 150 años, pero "es muy moderna, muy feminista, muy avanzada para su tiempo, vamos avanzando pero no tan rápido para dejar un mundo mejor".
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