La mejor campaña de marketing para tus hijos

Club MKS Huelva

Aquello que buscan las altas esferas para los suyos, nosotros lo tenemos a mano, es nuestra cultura de calle, de pueblo, de barrio, de pipas, de playa

Todo en un flash: estrategias de imagen para destacar en la foto

Un niño con una cámara fotográfica en un campo.
Un niño con una cámara fotográfica en un campo.
Reyes Andreo Vázquez - Escritora

17 de febrero 2025 - 07:00

El Marketing es fascinante, creatividad en estado puro, humor negro, humor blanco, nos remueve por dentro y altera nuestros caminos, nos hace volar. Sin embargo la maternidad y la paternidad llevan a los ingenieros creadores de Apps en Silicon Valley a plantearse límites para sus hogares, como por ejemplo silenciar los anuncios en las pantallas o directamente vivir sin ellas en el espacio único de sus familias. Sus hijos, como todos los niños del mundo, llevan sobre sus cabezas un cartel invisible y enorme en el que se puede leer:

“Soy tu futuro, ¿qué vas a hacer diferente?”. Y como la mejor estrategia de marketing suele ser el ejemplo: ¿cómo te vas a comportar tú?

Hemos leído en muchas ocasiones que el marketing tiene como objetivo crear necesidades de mercado que no existen. A nivel familiar debe producir cierto escalofrío pensar en cómo esta vieja y efectiva estrategia altera a nuestros pequeños. Los mismos profesionales que crean necesidad en la psique de un adolescente, se niegan a exponer a sus hijos a estos estímulos adictivos. Es cuando giran la rueda de sus prioridades y lanzan por la ventana todo aquello que anteriormente nos hizo reír, nos acompañó, nos unió en ratos infinitos entre indios y vaqueros, nos hizo bailar, correr a la cocina a por las palomitas con miedo a que saliera Freddy de algún rincón, la televisión y sus derivados.

¿Cómo afectan las campañas de marketing a nuestros jóvenes?

Curiosamente estos adolescentes son el mayor espejo crítico de la sociedad, ya sean de la generación millennial, Z, Cristal, Alfa.… No los puedes esquivar. Hijos, sobrinos, alumnos, sienten la incoherencia pasada y se mueven rápido. Hay en ellos una intención firme de dejar huella desde cualquier ámbito, el personal o familiar, el económico, social-cultural, político, y por qué no, globalmente. La conciencia que tienen sobre sus posibilidades es diferente, viene sin filtros, sin complejos y no nos dejan escapatoria. Nuestro tiempo como padres pasa tan veloz que casi no tocamos tierra mientras que el de ellos va llegando.

¿Qué pasa entonces con la ética de las campañas de Marketing?

Desde el Soho de Nueva York hasta Zurich nos llegan avisos importantes en temas de salud y bienestar familiar. La élite va a la vanguardia, o al menos lo intentan, marcando lo que posteriormente sabremos el resto de los humanos. Ellos han alcanzado desde hace tiempo todo lo deseable, y como todo en la vida cierran el círculo vital volviendo al principio de los tiempos. Han pasado del lujo y poder extremo, a la sencillez absoluta, la vuelta a la naturaleza, a la tierra, a los orígenes, a todo lo de antaño. Empiezan de cero en sus hogares, educando a los pequeños en la creatividad, la naturaleza, lo sencillo. Lo he visto en persona en varias ocasiones.

¿Qué podemos hacer el resto de los padres?

Por un lado nuestros adolescentes sienten que necesitan el último modelo de móvil o de deportivas para ser parte de la tribu urbana, da igual el continente al que dirijamos la mirada. Paralelamente no dejan de observarnos, como padres más que como empresarios o vendedores de marca, también siguen aprendiendo aunque disimuladamente. Sus principios son nobles, claros, transparentes, no les sirven las medias tintas ni los autoengaños. Si deseas dejar algo de aquello que tuvimos en la infancia, como eso de jugar en la calle a las canicas, a las chapas, al elástico, algo de huerta, de gallinas, suelta el móvil, suelta la información, suelta los trajes y permite expresarse al niño o la niña que fuiste en espontaneidad, en risas, mientras ellos siguen registrando cada gesto de papá y de mamá. Aquello que buscan las altas esferas para los suyos, nosotros lo tenemos a mano, es nuestra cultura de calle, de pueblo, de barrio, de pipas, de playa. Esa es posiblemente la que garantizará su futuro. Los pequeños de la casa son nuestro cliente más importante en la campaña de marketing de la vida.

stats