Las memorias de un preso que sobrevivió a la cárcel de la Isla Saltés

Huelva/La web Memoria.cat ha publicado las memorias de la Guerra Civil de Ignasi Casas, un ebanista de Manresa (Barcelona) que escribió los recuerdos de su paso por los frentes de Aragón y de Madrid y que estuvo preso en el campo de prisioneros de Isla Saltés, en Huelva.

Memoria.cat es el portal de webs de la Associació Memòria i Història de Manresa, una entidad que pretende recuperar la memoria história y luchar contra el olvido.

Casas comenzó a escribir las memorias el 2 de septiembre de 1937 en una libreta pequeña y con una buena caligrafía, y son unas 46 páginas que acaban el 10 de marzo de 1938.

Su primera anotación la hizo en la estación de Francia de Barcelona, mientras esperaba el tren que le había de llevar, junto con otros soldados republicanos, a la población aragonesa de Caspe.

La última anotación le sitúa llegando a Manresa para un permiso corto durante la guerra, y no escribió más porque, según su sobrina, Montserrat Morera, "la lucha final fue demasiado cruel para explicarla".

Casas aporta detalles en sus escritos sobre las fiestas organizadas por la población civil durante la guerra, los regalos que el batallón en el que estaba daba a los niños de los pueblos ocupados o las comidas que podían hacer.

También describe la desorganización, el frío, el hambre, los piojos, la lluvia, dormir al raso, largas caminatas por falta de transportes y la necesidad de buscarse la vida cuando la comida no llegaba a los soldados.

Durante sus permisos de 1937, también habla de Manresa, con los cines Olimpia y Kursaal llenos para ver películas de las estrellas norteamericanas del momento, Clark Gable y Shirley Temple, las caminatas por el paseo de Pere III, las compras, las visitas al barbero o los partidos de fútbol.

Ignasi Casas fue capturado por los franquista en el frente de Levante y, como un buen número de catalanes, fue a parar al campo de prisioneros de Isla Saltés, un penal en el que faltaba de todo y que estaba a la intemperie.

En Isla Saltés se clasificaba a los prisioneros de guerra y, desde allí, salían hacia el patíbulo, los batallones de trabajadores prisioneros o hacia sus casas si los avales obtenidos eran considerados buenos por los franquistas.

Casas consiguió sobrevivir y falleció en 1990 en su ciudad natal, Manresa.

Su sobrina ha preservado el legado documental de Casas y ha hecho la traducción al catalán que ahora publica Memoria.cat, junto con el original manuscrito en castellano.