Las obras en el mercado de Santa Fe de Huelva recuperarán la imagen original del edificio
Urbanismo
La intervención pretende restituir la edificación a su primer diseño para primar su versatilidad
Se abrirán los accesos laterales y se construirá un núcleo anexo en la plaza Dos de Mayo
El Ayuntamiento tiene ya los 2 millones del Ministerio para rehabilitar Santa Fe
Huelva va a recuperar el edificio del antiguo mercado y comisaría del paseo Santa Fe y lo va a hacer restituyendo en gran medida su imagen de comienzos del siglo XX, como fue concebido por el arquitecto municipal Manuel Pérez y González en 1899. El proyecto promovido ahora por el Ayuntamiento de Huelva así lo establece, al proponer “una intervención muy respetuosa con el valor patrimonial del edificio original”.
La rehabilitación será una realidad muy pronto. La licitación de las obras se pretende lanzar incluso antes de que acabe este mes de diciembre, después de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana concediera hace diez días de forma oficial la subvención de 2 millones de euros con cargo al programa del 1,5% cultural para la conservación del patrimonio arquitectónico.
Los mecanismos se han activado en el Gobierno municipal y es el propio alcalde, Gabriel Cruz, quien tiene todo el empeño en que se actúe cuanto antes en esta primera fase para la rehabilitación y consolidación del edificio, que requerirá de una inversión total de 3,3 millones de euros, con el 40% restante salido de las arcas municipales.
El proyecto que se va a ejecutar, al que ha tenido acceso este periódico, subraya la necesaria fidelidad y respeto a la construcción por su valor patrimonial y arquitectónico, “un icono”, dice Cruz, que destaca por su excepcional cubierta de hierro sujeta por el denominado sistema Polonceau, con tirantes, popularizado en el siglo XIX. De hecho, los arquitectos redactores del proyecto, Francisco Márquez Vilaplana y Luis Rubio Marín, también autores de la rehabilitación del IES La Rábida, aseguran que no existe ningún otro mercado de planta cuadrada concéntrica y cubierta que utilice únicamente los elementos de Polonceau.
La intervención prevé que toda esta estructura quede asegurada, manteniendo todos sus elementos originales. Aquí cuentan las doce columnas de fundición que dan soporte a la cubierta y únicas en romper el espacio diáfano del interior, una vez sea liberado de todos los añadidos superfluos por los últimos usos del edificio como comisaría de la Policía Nacional. Pero también destacan la crestería con motivos cruciformes, la linterna central, con un perímetro de 25 metros de luz –frente a los 43 metros de cada fachada–, y todo el armazón metálico para la techumbre.
Pero en las tareas de consolidación estructural del edificio que ocupan esta primera fase tendrá un gran peso la recuperación de la morfología original de la fachada, con la que se reconstruirán huecos perdidos y se eliminarán los abiertos posteriormente en distintas intervenciones. Con ello se pretende, además, subrayar la simetría en la composición original y reforzar su carácter monumental, entre otros aspectos, en los que prima la concepción arquitectónica de la construcción.
El proyecto, aún así, no elude la necesidad de adaptarse a la normativa actual de seguridad y a las necesidades asociadas a los usos socioculturales flexibles que se le quieren dar, una vez finalicen las dos fases de rehabilitación. Por ello se proyecta la construcción de un módulo vertical adosado a la fachada oeste, en la plaza Dos de Mayo, que dispondría de ascensor para el acceso a los dos niveles del edificio, al semisótano y la planta baja (alta desde esta entrada), más las unidades exteriores de climatización (inviable su colocación en el tejado) y los cuadros eléctricos y de telecomunicaciones.
Este nuevo núcleo vertical se ubicará añadido al hueco de la antigua escalinata doble que fue demolida en enero de 2009 y ha dejado esa fachada empobrecida. La nueva estructura, concebida de un modo ligero, está resuelta con paneles de fundición de aluminio reciclado para evidenciar “su condición de máquina conectada al edificio industrial”, con un marcado contraste con el ladrillo que singulariza el edificio del antiguo mercado.
La valorización del mercado conllevará también la eliminación de los árboles pegados a sus fachadas y, sobre todo, a la total remodelación de la plaza Dos de Mayo y la rehabilitación, también, del muro de la iglesia de San Pedro que discurre enfrente del antiguo mercado, al otro lado de la calle Daoiz, que igualmente será remodelada más adelante con restricciones al tráfico y la creación de una plataforma única que integre la Plaza de San Pedro con el Paseo de Santa Fe.
El alcalde se refiere a estas actuaciones en su interés por “revitalizar” el entorno de San Pedro y “volver a ver lleno de vida el antiguo mercado de Santa Fe”, con la recuperación del edificio, destaca Gabriel Cruz, “después de 15 años en desuso”.
Este proyecto recoge “la primera fase de una actuación muy ambiciosa, que aborda primero la consolidación y la rehabilitación”, explica Cruz, que insiste en “devolver a la vida no sólo el edificio en sí sino su urbanización circundante y acometiendo también la consolidación estructural y constructiva de un elemento tan cercano, en diálogo con este edificio, como es el muro de la iglesia de San Pedro que recoge las dos escalinatas”.
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