Miedo en el 'Cortijo de los Susurros' en Huelva: "Escuchar pasos cuando sabemos que no hay nadie es inquietante, pero esto es diferente"

Huelva/En la campiña onubense se encuentra el antiguo cortijo llamado de los Susurros, un lugar que ha sido testigo del paso del tiempo y de fenómenos paranormales. Este cortijo abandonado se ha convertido en escenario de relatos escalofriantes que han sido narrados por lugareños y visitantes.

El cortijo, cuyo nombre proviene de los extraños murmullos que, según muchos, se escuchan por las noches, es conocido por presuntas apariciones fantasmales, siendo la más famosa la de una figura sombría, aseguran los testigos, es el espíritu de un hombre que, no se sabe bien, la razón por la que se aparece en su interior y sobrecoge a los testigos.

Testimonios escalofriantes

Uno de los testimonios más recientes proviene de Antonio Ruiz, un hombre de 52 años que, en 2001, decidió visitar el cortijo junto a unos amigos atraído por las historias que circulaban en la región. "Llegamos cerca de las diez de la noche, y lo primero que sentimos fue el frío, mucho más fuerte que afuera del edificio. Dentro, el aire se sentía denso, como si algo estuviera cargado. Estábamos caminando por la planta baja cuando de repente escuchamos unos pasos arriba, como si alguien estuviera corriendo. Subimos para comprobar, pero no había nadie. La sensación era horrible, como si algo te estuviera observando desde la oscuridad. Después de eso, ninguno de nosotros quiso volver al lugar", relató Antonio.

El segundo testimonio viene de Marta Campos, quien en 2010 se aventuró con un grupo de amigos a explorar el cortijo durante la madrugada. Según su relato, todo parecía tranquilo al principio, pero lo que vivieron los dejó marcados. "Estábamos dentro del cortijo, y de repente, escuchamos unos susurros. Al principio creíamos que era el viento, pero pronto nos dimos cuenta de que las voces eran claras. No logramos entender lo que decían, pero lo peor fue cuando, al dirigir la linterna hacia una de las ventanas, vi una figura, una sombra, estaba de pie, mirando hacia nosotros. Mis amigos también la vieron. Fue cuestión de segundos antes de que desapareciera, como si se hubiera desvanecido en el aire. Salimos corriendo de allí y no hemos vuelto desde entonces".

Investigación paranormal

El equipo de investigación paranormal Activity Ghost, conocido por sus investigaciones en lugares de gran actividad sobrenatural, decidió centrar su siguiente exploración en el cortijo. Atraídos por los numerosos relatos de apariciones y fenómenos inexplicables en este lugar, el grupo se dispuso a pasar una noche en las ruinas del cortijo para documentar cualquier evento sobrenatural.

La noche elegida fue fría y nublada, una de esas noches que parecían perfectas para el tipo de investigación que buscaban. El equipo, compuesto por cuatro personas, llegó al cortijo justo antes del anochecer. Tras inspeccionar el edificio por fuera, prepararon su equipo: cámaras de visión nocturna, grabadoras de audio para psicofonías, detectores de campos electromagnéticos y termómetros infrarrojos. Su objetivo era captar cualquier actividad que pudiera confirmar los relatos que desde hacía años circulaban sobre el lugar.

Desde el momento en que cruzaron el umbral del cortijo, el ambiente cambió drásticamente. A pesar de que era común que los viejos edificios presentaran fluctuaciones de temperatura, uno de los investigadores, notó cómo el termómetro infrarrojo indicaba una caída brusca de varios grados en la habitación principal, a pesar de que el resto del edificio permanecía a temperatura estable.

“Sentí un escalofrío apenas entramos, como si el aire se volviera más pesado. Es algo que he sentido antes en otros lugares con fuerte actividad”, comentó José. Mientras tanto, uno de los detectores de campos electromagnéticos comenzó a marcar una fuerte anomalía en una esquina del salón, justo donde, según los testimonios nos hablan de la sombra misteriosa.

Decidieron montar allí una cámara y una grabadora, esperando captar cualquier fenómeno auditivo. No pasaron más de diez minutos cuando el silencio fue roto por un sonido de pasos en el piso superior, a pesar de que todo el equipo se encontraba en la planta baja. “Escuchar pasos cuando sabemos que no hay nadie más en el edificio es siempre inquietante, pero esto fue diferente. Eran pasos lentos y pesados, como si alguien caminara con mucha determinación”, recordó Manolo.

La leyenda persiste

A lo largo de los años, el cortijo de Los Susurros ha sido objeto de investigaciones paranormales, sin que nadie haya podido dar una explicación racional a los fenómenos que allí ocurren. Los pasos invisibles, las puertas que se abren y cierran solas -las pocas que quedan-, y las misteriosas voces que parecen resonar en sus paredes continúan siendo parte de su historia paranormal.

A día de hoy, pocos se atreven a pasar la noche en el cortijo. Aquellos que lo han intentado, como Antonio y Marta, coinciden en una cosa: en Los Susurros, no se está solo. Las sombras, los susurros y las sensaciones parecen pertenecer a un tiempo pasado que no ha logrado desvanecerse del todo. La presencia que se siente en cada rincón del cortijo sugiere que las almas que alguna vez habitaron este lugar siguen allí, atrapadas entre el mundo de los vivos y el más allá.

*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correo@garciabautista.net