El monumento a Vázquez López

Manuel Vázquez López nació en Huelva en 1831. Dotado de unas excepcionales facultades intelectuales, tras licenciarse en Derecho se dedicó a la parcela política donde fue diputado por Huelva en dos ocasiones; la primera en el año 1871; la segunda, durante la Primera República Española. En 1881 fue senador por Huelva, cargo que vuelve a alcanzar en 1886 y 1897, aunque en esta última consecución no quiso aceptar la dignidad política.

Contribuyó a la creación de la Junta de Obras del Puerto de la que fue vicepresidente durante los años en que Huelva agrandó su área con un extensísimo terraplenado y encauzó el río con las obras del Corte del Olivillo, que tanta mano de obra supuso para los obreros. También, tuvo una activa participación en la fundación de la Escuela de Capataces de Minas. Fundó la Escuela de Arte e Industria de la que durante años fue protector con su pecunia particular.

'La Sociedad Económica Amigos del País' velaba por todo lo que supusiera mejoras para la ciudad de Huelva. Así, un representante de la misma, Manuel Vázquez López, siempre interesado por el progreso de su tierra, hizo gestiones ante el Sr. director general de Instrucción Pública para que nuestra ciudad tuviese otra biblioteca:

"Accediendo a lo solicitado por 'la Sociedad Económica Amigos del País', esta Dirección General ha dispuesto destinar a la misma la colección de libros número 691; lo que con la formalidad acostumbrada será entregado a don Manuel Vázquez López, Senador del Reino".

Fundó por último, y sostuvo por espacio de veinte años, la Cámara de Comercio y Navegación de Huelva, de la que fue su primer Presidente. Consiguió, con su capacidad de trabajo y su vivísima inteligencia, acumular una inmensa fortuna, de la que en ocasiones empleaba grandes cantidades en mejoras para su ciudad. Falleció en Berna (Suiza) el 30 de agosto de 1904.

El recuerdo del vasto plan de mejoras que iniciara para su patria chica hizo que fuese aspiración popular, elocuentemente expresada por sus órganos, prensa y pública opinión, de que el pueblo de Huelva honrara y perpetuara su memoria con la erección de un monumento.

Primeramente se proyectó un monumento en el que aparecían Vázquez López y Guillermo Sundheim, pero, inexplicablemente, no llegó a cuajar. El pueblo huelvano estaba decidido a levantarle una estatua a quien había sido uno de los protagonistas de ese gran libro de historia llamado Huelva y abrió una suscripción popular. Y se le encargó la obra a un escultor que había emprendido el camino del arte de la estatuaria lleno de esperanzas en su corazón y con la fantasía cargada de promesas, Antonio Castillo Lastrucci, un artista que, con el paso de los años, sería el imaginero que contribuiría más acertada y abundantemente a la Semana Santa de Sevilla.

El jueves, 30 de octubre de 1930, 'La Provincia' anunciaba a sus lectores que el monumento estaba a punto de convertirse en gozosa realidad:

"Ayer, estuvo en Huelva don Antonio Castillo, escultor sevillano que traía el medallón reproduciendo el busto del ilustre onubense don Manuel Vázquez López. También era portador de la cartela con la dedicatoria. Ambas obras de arte fueron colocadas en el monumento -que como se sabe se erigirá en la Avenida de la Punta del Sebo, a tan insigne benefactor de Huelva- que quedó cubierto en espera de que terminase él los últimos detalles. El Sr. Castillo fue cumplimentado por el ingeniero director del Puerto, don José Albelda; el director del Museo Provincial, Sr. Fernández Alvarado y los señores que hoy componen el comité Pro-Monumento a Vázquez López.

Tan pronto estén ultimados los trabajos del monumento, se celebrará la inauguración del mismo con la solemnidad que el caso requiere".

El monumento estaba terminado en los primeros días de diciembre de 1930. El día 12 de este mes, 'La Provincia' anunciaba la fecha de su inauguración:

"A las 7,30 de ayer, se reunieron en el despacho de la Alcaldía con el alcalde Sr. Quintero Báez, el presidente del Patronato al monumento del Sr. Vázquez López y los vocales de dicho Patronato, para tratar de la inauguración del citado Monumento. Asistieron el presidente de la Junta de Obras del Puerto, Sr. Don Tomás Domínguez Ortiz; el iniciador de la idea, don Antonio Plata de la Corte; la representación del 'Diario de Huelva', su director don Francisco Moreno Ortigosa y representando a 'La Provincia' nuestro redactor jefe, don Tomás Bedoya. El Sr. Plata de la Corte invitó a los reunidos a que determinaran la inauguración del monumento el próximo día 21".

El horno donde el artista Castillo Lastrucci daba plasticidad a sus sueños y donde sostenía día a día aquella lucha tenaz, porfiada y acérrima por concretar en barro, madera o mármol las imágenes evanescentes y escurridizas que le procuraba su fecunda imaginación artística debió quedarse apagado, ya que por falta de tiempo, surgida en los últimos días, para la terminación de los detalles de decorados del monumento (1), fue aplazada su inauguración. Por fin, la prensa local anunciaba que se había acordado definitivamente celebrar el descubrimiento del monumento el domingo 1 de febrero de 1931, a las 11 de la mañana.

Nunca he apreciado que ningún acto revistiera mayor brillantez que la inauguración de este Monumento: una nutridísima representación de la población, las autoridades civiles y militares, los trabajadores del Puerto, la Banda Municipal de Música… se congregaban en la plaza XII de Octubre para encaminarse, entre armoniosos sones, a la Avenida de la Punta del Sebo, sitio donde se levantaba el monumento a unos 500 metros del Muelle de la Compañía de Riotinto.

La presencia de esta figura se mantuvo en aquella ubicación hasta poco después de la contienda civil. Después estuvo instalada en los Jardines del Muelle de donde debió desaparecer en 1965 ó 1966.

Tras un minucioso examen para su definitivo emplazamiento, la Junta de Obras del Puerto determinó situarlo delante de la fachada principal de las Oficinas Centrales del Puerto Autónomo, con sus jardincillos. A tal efecto, instalaron unas piezas de metal, a modo de basamento, con la inscripción que dice: "Al ilustre patricio con Manuel Vázquez López, iniciador y primer presidente de la Junta de este Puerto. Año 1930". Y comenzaron las obras que finalizaron el 22 de enero de 1988, a través de las cuales le acoplaron, poco tiempo después, el busto que perpetuará ab eternum el recuerdo de aquel hombre extraordinario y gran bienhechor de su pueblo como fue Manuel Vázquez López.

Describámoslo: Como la tendencia del monumento es la glorificación de Vázquez López, el busto del prócer huelvano aparece colocado en el medallón y a una altura que facilita su visión detallada y fácil. Se puede decir que el basamento mixto y pedestal sólo tienen la misión de resaltar la importancia del mismo y de la leyenda que proclama a nativos y foráneos quien es el homenajeado. Le dan prestancia al monumento las dos cornisas curvas rematadas con sendas volutas en la que se observa una libre interpretación de un capitel jónico. Para darle más prestancia e importancia al conjunto escultórico, en suma, para enmarcar y realzar al medallón emergen dos pilastras exornadas con hermosos ribetes

En definitiva, el tema de este monumento era perfectamente adecuado para un escultor de espíritu tan intensamente minucioso como Castillo Lastrucci que, para orgullo de los onubenses, tiene en nuestra tierra una obra de relevante mérito.