Muere el escultor Rafael Mélida a los 70 años tras sufrir un accidente de tráfico

El veterano artista deja una prolífica obra basada en la reutilización de materiales cotidianos

Fue el autor de la celebrada serie de dibujos a lápiz y carboncillo Gentes y rincones de Huelva

Un accidente en Gibraleón deja en coma inducido a un ciclista tras ser golpeado por una furgoneta

Una de las esculturas más excéntricas de Andalucía está en Huelva

El escultor Rafael Mélida, junto a una de sus obras. / M.G.

Huelva/La cultura en Huelva está de luto por el fallecimiento del escultor Rafael Mélida, uno de los artistas plásticos más personales de las últimas décadas, que deja obras repartidas en distintos espacios públicos de la capital y la provincia.

Mélida (Madrid, 1954) falleció este viernes tras no poder superar las heridas del atropello que sufrió hace un mes en la carretera de Gibraleón, donde residía hace años. Una furgoneta le arrolló en su bicicleta y ha permanecido en coma por las severas heridas sufridas en el accidente del 18 de septiembre, justo un mes antes de su fallecimiento.

El veterano artista se posicionó siempre a la vanguardia del arte en la provincia onubense, abanderando el reciclado y utilización de elementos cotidianos en obras escultóricas de distinta naturaleza. Es lo que llamó Reciclarte, que convirtió en corriente y colectivo, y con la que ha dejado numerosos exponentes en piezas repartidas también en Huelva y en el Algarve portugués, entre otros puntos.

Su bisabuelo, Arturo Mélida y Alinari, fue el autor de la escultura de Cristóbal Colón de la plaza consagrada al almirante descubridor en Madrid, la Plaza Colón. Sus inquietudes artísticas durante su infancia, instaldo en Huelva, parecían más encaminadas a la pintura y el dibujo, aunque su paso por el taller del maestro León Ortega para preparar su ingreso en Bellas Artes acabó definiendo su vocación hacia la escultura.

Precisamente fue uno de los impulsores de la creación de la escuela de arte que lleva ahora el nombre del imaginero ayamontino, junto a otro ilustre de las artes plásticas onubenses, Juan Carlos Castro Crespo.

Hay obras suyas en los jardines del Parque Botánico Celestino Mutis, en La Rábida, donde refleja su trabajo de fundición de hierro con elementos reciclados y reconvertidos en naturaleza con plantas, flores, animales e insectos. También formó parte del Museo al Aire Libre en las calles del centro de Huelva, entre otras participaciones en muestras permanentes colectivas e individuales en espacios públicos y privados en exteriores.

También fue conocida su serie de dibujos Gentes y rincones de Huelva, un clásico de los años 90, una colección de láminas que inmortalizó una ciudad que ya no existe, en la mayoría de los casos, y que dejó ahí su recuerdo.

Aunque la obra que le marcó en los últimos años fue la que erigió en el Campus del Carmen de la Universidad de Huelva, junto a la Facultad de Ciencias del Trabajo, donde entró en el Libro Guinness de los récords con el casco de obra más grande del mundo. Lo realizó siguiendo sus postulados sobre la reutilización de materiales, con 3.000 cascos amarillos usados, junto a otros artistas del colectivo ReciclArteando. En abril del próximo año cumplirá 15 años esta obra.

Ahora que el reciclado, también llamado circularidad, gana más peso en el ámbito doméstico e industrial, Rafael Mélida pasará a la posteridad en la cultura onubense por ser un visionario que trató de llevar su particular visión de arte a una posición más avanzada y universal.

Mélida está siendo velado este sábado en el Tanatorio de Servisa en Huelva capital (viejo), donde tendrá lugar a las 18:00 una ceremonia funeral de despedida entre familiares y amigos.

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