Tribuna de opinión
De fenicios, vikingos y reyes andalusíes: al rescate de la legendaria urbe de la isla Saltés en Huelva (I)
La torridez o, dicho de otro modo, las noches que alcanzan los 25 grados, se ceba especialmente con el Condado y el Andévalo onubenses; mientras que otras comarcas como la Costa o la Sierra funcionan como refugios térmicos del sopor al que se somete la provincia onubense en las noches estivales. De este modo, de acuerdo al Estudio de confort climático en invierno y verano de los municipios andaluces elaborado por la Secretaría General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático de la Junta de Andalucía, las noches calurosas de los meses de junio, julio, agosto y septiembre, van desde las 70 a las 81, dependiendo de la localidad en cuestión.
Los siete municipios más tórridos, con 82 de las 112 noches de verano -a estudio junio, julio, agosto y parte de septiembre- alcanzándose al menos los 25 grados, se ubican en el Condado, son Manzanilla, Bollullos, La Palma, Villalba del Alcor, Villarrasa, Paterna del Campo y Escacena del Campo.
Una noche tórrida menos en el período estival tienen El Almendro, Almonte, Beas, Berrocal, Calañas, Chucena, El Granado, Hinojos, Niebla, Puebla de Guzmán, Sanlúcar de Guadiana, Rociana, Trigueros y Villanueva de las Cruces. Se da así la circunstancia de que todos ellos se enmarcan en el Condado o en el Andévalo, las comarcas donde conciliar el sueño es más difícil en verano.
Todo el Condado contabiliza más de 80 noches tórridas a excepción de Bonares (79) y Lucena del Puerto (77), dado que son los pueblos más próximos al Área Metropolitana, donde hay algunas noches menos. Es el caso de la capital, con 75, al igual que Palos de la Frontera y Aljaraque, o Moguer con 74. Gibraleón se desmarca en este sentido, con 80 noches, por ser la localidad de esta comarca más cercana al Andévalo Sur, caso opuesto a Punta Umbría que, por su condición de localidad costera, reduce a 73 sus noches tórridas. Mismo caso que Mazagón, que solo tiene 70.
La Costa occidental, por su proximidad al océano Atlántico, es el mejor lugar para recluirse del sopor estival, algo que atestigua el ya mencionado estudio con las 74 noches tórridas en Isla Cristina, Islantilla o La Antilla (76 en Lepe), las 73 en Ayamonte y El Rompido o las 72 en Isla Canela. En Cartaya y Villablanca suben a 77 y 76 respectivamente.
En la Sierra de Aracena y Picos de Aroche se aprecia una gran disparidad, pues son los municipios de la parte central los que funcionan como refugio térmico. Jabugo, Los Marines, Castaño del Robledo, Fuenteheridos, Valdelarco, Galaroza, Alájar y Almonaster la Real cuentan con menos de 75 noches tórridas en el período analizado. Por contra, aquellos ubicados en la zona occidental y oriental se acercan a los 80 días, como son los casos de Cumbres Mayores, Rosal de la Frontera, Santa Olalla, Santa Bárbara, La Granada de Río-Tinto, Encinasola, Aroche, Arroyomolinos de León o Cala. Unos 80 días que sí que se alcanzan en el interior de la provincia, en las localidades de la Cuenca Minera o las restantes del Andévalo.
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