Los municipios de la costa son los que más crecen en población durante 2020 en Huelva
La crisis sanitaria que se está viviendo ha hecho que muchas familias elijan la tranquilidad del litoral onubense frente a las grandes ciudades
Huelva/La provincia de Huelva ha visto incrementada su población durante 2020 con 2.408 nuevos habitantes, según la revisión del padrón municipal publicada a principios de año por el Instituto Nacional de Estadística. En total Huelva cuenta con 524.278 habitantes frente a los 521.870 del año anterior. Esta tendencia alcista continúa con el crecimiento poblacional que desde 2008 se está experimentando en la provincia de Huelva, fecha en la que se contaba con 505.999 habitantes, sufriendo una bajada puntual de habitantes entre 2014 y 2017.
Así, el crecimiento de la población en la provincia se ha localizado en los municipios costeros, que son los que más habitantes han sumado durante el pasado año. En este sentido, destaca el incremento poblacional vivido en Palos de la Frontera, que con 453 nuevos palermos encabeza el listado de los municipios que más han crecido en Huelva. A esta localidad le sigue en crecimiento de población de Lepe, que ha visto incrementada su población en 449 personas; y Almonte, donde se han instalado 316 ciudadanos más.
Esta situación ha llamado la atención del presidente del Consejo Económico Social (CES), Juan José García del Hoyo, quien cree que el aumento de empadronados en el litoral onubense puede estar relacionado con la crisis sanitaria que se está viviendo en España a consecuencia del coronavirus.
Tal y como explica García del Hoyo, “este año se ha dado la circunstancia de que muchas familias han trasladado su residencia a los municipios de la costa de Huelva por la sensación de seguridad y tranquilidad que ofrecen frente a las grandes ciudades”.
En muchos de estos casos, prosigue el presidente del CES, “se trata de los mismos onubenses que en el pasado tuvieron que abandonar Huelva por ciudades como Madrid para conseguir mejorar profesionalmente, y a los que ahora el teletrabajo les ha dado la oportunidad de volver a casa, donde se sienten más seguros”. “El estilo de vida de las grandes ciudades, en los que por ejemplo es casi de uso obligado los transportes públicos como el metro, frente a la seguridad que en cierta medida presentan este tipo de residencias, ha hecho a muchos decantarse por esta opción”, concreta el catedrático.
Frente a los pueblos costeros, que son los que más han visto incrementada su población, la otra cara de la moneda la encontramos en las localidades que más habitantes han perdido. En este caso, Moguer encabeza el listado de municipios que más población ha dejado en el camino, con un descenso de 221 moguereños. Tras él, Lucena del Puerto ha perdido 110 habitantes, y Valverde del Camino, a 70.
A este respecto, traslada García del Hoyo, “la pérdida de habitantes suele estar relacionada con la situación económica”. Por lo que, prosigue, “el empadronamiento de las personas en uno u otro lugar depende fundamentalmente de las circunstancias económicas, así que el descenso de población en estos municipios puede estar relacionado con que hayan sido menos dinámicos en su desarrollo, y por lo tanto resulten menos atractivos para vivir en ellos”.
Por otro lado, el despoblamiento de las zonas rurales es otra de las grandes preocupaciones de estos años. En este sentido, García del Hoyo recuerda que en la Sierra o el Andévalo existen varios municipios, “en los que año tras año vemos como la población va envejeciendo y en algunos casos la mayoría de su población supera los 65 años”. Con estas circunstancias, continúa, “si no se hace nada para remediarlo, muchos quizás estén abocados a desaparecer en unos años y por eso que pienso que la Diputación debería atender prioritariamente a estos municipios”.
Para el responsable del CES, acabar con el despoblamiento de las zonas rurales “es una tarea muy complicada”. Los jóvenes y no tan jóvenes, hoy en día, explica García del Hoyo, “demandan una serie de servicios para el desarrollo de su vida diaria que es imposible de ofrecer por estas pequeñas localidades”. “Esto es algo que se ve muy claramente en el caso de la Sierra, donde los chavales con 12 años marchan a estudiar al instituto de Aracena, y al cabo de cuatro años de conocer otras sitios ya no entienden la vida en sus pequeños municipios, por lo que muchos ya no vuelven a su lugar de origen y forman su vida en pueblos o ciudades que les ofrecen mejores servicios. Y estoy hablando de servicios básicos como comercios, gimnasios, o grandes supermercados”.
Todo esto, concluye en este sentido García del Hoyo, hace que la pérdida de población de las zonas rurales sea “un proceso difícil de cortar y de revertir”.
En otro orden, en el caso de la provincia de Huelva adquiere especial protagonismo el peso de la población extranjera y es que, como explica García del Hoyo, “cuando una de las principales actividades económicas de una zona demanda principalmente mano de obra no cualificada, a la larga suele producirse un incremento de la población extranjera”. Normalmente, continúa el catedrático, “se trata de personas a las que lamentablemente la mala situación o la inestabilidad de sus países les ha obligado a emigrar, algo que les ha hecho terminar instalándose en la provnicia”.
De hecho, según el presidente del CES, “en Huelva está viviendo la segunda generación, o incluso en algunos casos la tercera, de aquellos temporeros que empezaron hace años a venir para buscarse el sustento, algo que principalmente se da en las localidades eminentemente agrícolas”.
Actualmente, la provincia de Huelva cuenta con una población de extranjeros de 47. 175 personas. De éstos, la mayor parte, concretamente 15.120, proceden de Rumanía. Después de los habitantes de nacionalidad rumana, la segunda población más abundante es la marroquí, que cuenta con 12.818 miembros. Mali, con 1.935, Bulgaria, con 1.699, y Portugal, con 1.871, son los países de origen de los siguientes colectivos de extranjeros con mayor presencia en Huelva.
Respecto a los municipios onubenses que este año han superado los 20.000 habitantes, siguiendo la tónica de este año, dos de ellos son localidades costeras. De este modo, Ayamonte, gracias a los 158 nuevos vecinos vuelve a la categoría de municipios de más de 20.000 habitantes con exactamente 21.104. Igualmente, Cartaya entra en esta categoría por primera vez en su historia, ya que ha sumado durante el pasado año 109 nuevos cartayeros, con lo que su población es de 20.083.
Otros de los municipios onubenses en esta categoría son Almonte, con 24.507 habitantes; el ya mencionado Lepe, que con 27.880 habitantes se convierte en el pueblo más grande de la provincia; Aljaraque, con una población de 21.474; y Moguer, que a pesar de la perdida de habitantes continúa en esta categoría con 21.867 moguereños censados.
A parte de esto, la capital, con 143.837, ha sumado durante 2020 174 nuevos vecinos, por lo que continúa la línea ascendente de los últimos años.
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