Los niños salvan vidas

El Día Europeo de la parada Cardíaca llegó con antelación al pueblo serrano de Aracena de la mano de unas jornadas de formación masiva de reanimación cardiopulmonar. La efemérides como tal es mañana, pero en la provincia se quiso hacer coincidir con un día lectivo y poder así cumplir el lema de las jornadas de este año: Los niños salvan vidas. Esta vez, la celebración se llevó a cabo en el IES San Blas, donde participaron más de un millar de jóvenes estudiantes.

Durante toda la mañana, recibieron formación en reanimación cardiopulmonar (RCP) tanto los alumnos del instituto San Blas como del vecino colegio José Nogales. El pabellón del San Blas estuvo ocupado en su totalidad por casi una veintena de puestos compuestos con una manta, un maniquí y otros materiales necesarios para hacer una correcta RCP. En cada uno de ellos había un grupo de jóvenes y dos profesionales voluntarias que lo explicaban detenidamente para que los alumnos no perdiesen detalle. En cada una de las cinco sesiones que se llevaron a cabo hubo unos 200 niños que entendieron que una parada cardiorrespiratoria es una interrupción brusca, generalmente inesperada y potencialmente reversible de la respiración. Para ello, el conocimiento, la rapidez y el saber actuar se convierten en valores básicos para salvar vidas. De hecho, el Consejo Europeo de Resucitación calcula que más de 100.000 personas al año podrían salvar sus vidas en Europa si se alcanzaran las tasas de formación de ciudadanos en estas técnicas que tienen como referentes los Países Bajos o Suecia. Por ello, la Empresa pública de emergencias sanitarias (EPES) ha formado en la provincia de Huelva desde 2013 a unas 3.000 personas en esta materia.

Una parada cardiaca puede ocurrir en cualquier lugar, pero la mayoría suceden en el hogar. Y aunque una persona no tenga conocimientos, sólo con intentar aplicar las técnicas de RCP pueden ampliar la supervivencia del afectado en un 50% de los casos. Aun así, hoy en día menos de 1 de cada 10 personas sobreviven, mientras que si la RCP la realizan personas que tienen conocimiento de ello la supervivencia aumenta entre 2 y 3 personas de cada 10, aunque sólo 1 de cada 5 pacientes recibe finalmente la ayuda.

La formación corrió ayer a cargo de un equipo compuesto por unos sesenta profesionales y fue posible gracias a la iniciativa de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES 061), que movilizó a todo su dispositivo hasta Aracena. Hubo un sencillo acto institucional con la presencia de autoridades como el alcalde, Manuel Guerra, y los delegados provinciales de Salud, Rafael López, y el de Educación, Vicente Zarza.

EPES del 061 aprovechó el Día Europeo de la parada cardiaca para dar un homenaje a Magdalena Prieto Payán, natural de Huelva, por su pronta y eficaz intervención ante la súbita pérdida de consciencia que sufrió su pareja el pasado 30 de mayo mientras hacía ejercicio en una cinta en su propia casa. Llamó al 061 y siguió todos los pasos que le indicaron hasta que un equipo de emergencias sanitarias llegaba al hogar, facilitado por su hijo de 9 años que esperaba en la calle para ello. Hoy día su pareja Rafael Íñigo Mora, de 47 años, realiza su vida con total normalidad.