Una nueva Virgen del Carmen para la parroquia de la Concepción

Hoy se vive un momento importante en la devoción a la Virgen del Carmen en este tiempo pre Cuaresmal en el que ha llegado la nueva talla para la Asociación Parroquial de Nuestra Señora del Carmen, Ánimas Benditas del Purgatorio, Esclavitud de San José y Santa Teresa de Jesús, que preside Antonio Rivera, con el objetivo de revitalizar el culto a la Patrona de los marineros en la parroquia de la Concepción. Una talla realizada por Ramón Cuenca.

La bendición la preside hoy, a las 12:00, el obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, asistido por el párroco de la Concepción, Diego Capado Quintana. Participarán como padrino el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, y de madrina la Hermandad de la Esperanza, representada por su hermano mayor, Alfonso Díaz Aragón.

La devoción a la Virgen del Carmen en la Concepción se remonta a mediados del siglo XIX. La llegada a este templo de la Virgen de la Estrella tendrá mucho que ver. Una devoción marinera situada en el arco al que daba nombre a las puertas mismas del puerto de Huelva. Su desaparición en 1843 lleva al traslado de la imagen de la Virgen a la Concepción; con el tiempo la devoción marinera irá focalizándose en la Virgen del Carmen.

El culto a Nuestra Señora del Carmen toma un gran impulso en el siglo XIX de la mano de Adelina Riera de Castro, que se encarga de su promoción con un nuevo altar y la intención de estar encargada de su culto, como refiere en una petición que realiza al Arzobispo de Sevilla el 5 de julio de 1880. Los curas ecónomos de la Concepción, Rafael Delgado y Rafael Reyes, no sólo apoyan la petición sino que destacan que es gracias a Adelina Riera el que se mantiene y potencia el culto a Nuestra Señora del Carmen.

Es importante destacar en la parroquia de la Inmaculada Concepción la constitución en 1882 de la Cofradía de Ánimas de la ciudad de Huelva, como reza en el encabezamiento de su reglamento presentado ante el Arzobispado de Sevilla por el cura ecónomo de la Concepción, Rafael C. Delgado, cuando se proponía “propagar, cuanto le sea posible, la piedad de los fieles, para con las benditas almas del Purgatorio, en cuyo sufragio se vienen practicando en esa parroquia, desde hace algunos años solemnes y muy devotos ejercicios”.

La creación de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen llega de la mano del presbítero Pedro Román Clavero, que tantas importantes y buenas iniciativa tuvo durante su ministerio como párroco de la Inmaculada Concepción donde fomentó, revitalizó y, como en este caso, llegó hasta crear la propia hermandad.

El 26 de octubre de 1926, Pedro Román manifiesta al arzobispo de Sevilla que con el deseo de “promover más eficazmente la devoción a la Santísima Virgen del Carmen y facilitar a los fieles el disfrute de los notables beneficios peculiares de la Cofradía del Santo Escapulario del mismo nombre”, espera “pueda erigirse canónicamente la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen en esa iglesia de mi cargo” y, además, solicitaba “el oficio de director de la misma”.

En este nuevo impulso, el domingo 15 de diciembre de 1929 se inaugura solemnemente en la parroquia de la Concepción la restauración del retablo y altar de la Virgen del Carmen, costeado por su propia hermandad. Constituyó todo un acontecimiento para la ciudad.

Destruida la primitiva imagen en el incendio de la parroquia en la Guerra Civil, el 21 de julio de 1936, Agustín Sánchez del Cid realiza la nueva talla que fue bendecida el 9 de julio de 1944.

La Hermandad del Carmen encargó en 1948 el actual retablo, que ocupa el rehundimiento del tercer tramo de la nave de la epístola. El taller de Miguel Hierro Barreda lo ejecuta entre 1948 y 1950, año en el que se coloca la vidriera con firma de la Veneciana.

El contrato para el dorado está fechado el 7 de mayo de 1953 entre el párroco de la Concepción, José Manuel Romero Bernal, en nombre de la hermandad, y el dorador Enrique Gómez del Castillo, por valor de 25.000 pesetas; la carta de finiquito es de 22 de diciembre de 1955.

Es importante destacar el gran impulso que la Cofradía del Carmen le da a la devoción con la llegada de la nueva imagen y el estreno del retablo. Ello confluirá con la salida procesional de la imagen y su recorrido marítimo por la Ría de Huelva, que organiza la Comandancia de Marina, Junta de Obras del Puerto y la Cofradía de Pescadores ‘Nuestra Señora de la Cinta’ que fundada en 1944 contribuirá a la difusión de la devoción marinera.

De alguna forma, vemos como ocurría en otras hermandades, la junta de señoras se dedicaba al culto interno en la parroquia y son los hombres de estas instituciones o colaboradores los que organizan la procesión.

En 1951, terminada la solemne novena a la Virgen del Carmen, promovida por la Cofradía del Santo Escapulario, tiene lugar en su festividad la procesión marítima que organiza la Comandancia Militar de Marina, Junta de Obras del Puerto y Cofradías de Pescadores ‘Nuestra Señora de la Cinta’. Por la mañana se celebra la solemne función dedicada a la Patrona de los marineros, con la presencia de la Cofradía del Santo Escapulario, con posterior copa de vino en la Comandancia de Marina.

El tiempo se encargaría de diluir un poco en los años setenta los cultos de la Virgen del Carmen que se retoman en 1983 con la procesión marítima gracias a la Cofradía de Pescadores y la Comandancia de Marina; una historia más cercana que llega a nuestros día con la nueva asociación parroquial.