Una nueva plaza de acceso a la antigua cárcel de Huelva albergará un auditorio subterráneo

Antigua cárcel de Huelva
Antigua cárcel de Huelva / Josué Correa

Una nueva plaza pública de acceso al edificio de la antigua cárcel de Huelva albergará un auditorio subterráneo con aforo para 350 personas. La cubierta del nuevo espacio público dará a la avenida Alcalde Federico Molina. Se plantea una cubierta ajardinada integrada en la urbanización plenamente sostenible de la plaza. Se ha optado por una edificación subterránea, ya que estas construcciones ofrecen "ventajas significativas en términos de eficiencia energética y sostenibilidad".

La conexión superior del auditorio se llevará a cabo de dos maneras, por un lado, a través de escalinatas abiertas integradas en la nueva plaza, junto al patio inglés soterrado, que conducirá al interior de la galería del auditorio. La galería perimetral en torno al patio inglés garantizará la iluminación natural en dicho corredor que acoge al público previo a la entrada al salón escénico. Por otro lado, se proyectan conexiones verticales accesibles con uno de los pabellones existentes al cual se le adosa un pequeño volumen acristalado que hace de vestíbulo de ambos edificios. Tanto este pabellón como la vivienda del director, construcciones de dos plantas más espacio abuhardillado, pasarán a ser edificios complementarios del conjunto arquitectónico y de apoyo al auditorio.

El muro que rodea el complejo edificativo de la antigua prisión se demolerá y se dará mayor visibilidad al edificio principal, que cuenta con una destacada fachada de la arquitectura de principios del siglo XX, en la que destaca una escalinata principal. Se plantea una construcción abierta, con una plaza pública central, en la que se albergará el auditorio, y áreas verdes alrededor. Se respetará la arquitectura original del complejo arquitectónico, de 1930, diseñado por el arquitecto José Luis Aranguren Bourgón, se le devolverá la imagen primigenia, demoliendo las construcciones posteriores, un restaurado edificio al que se le dará ahora un uso sociocultural.

Se eliminará el muro exterior en la práctica totalidad, dejando vestigios del mismo allá donde el mantenimiento de las torres de vigilancia primitivas lo aconseja por cuestiones de estabilidad estructural.

Los jardines del entorno de la edificación se conciben como un espacio de intercambio entre los usuarios de las distintas dotaciones que albergará la antigua cárcel y permitirán todo tipo actividades socioculturales al aire libre. Se plantean como un campus universitario incorporándose al recinto como su centro de gravedad, marcando sus límites las alas de la edificación. Los jardines se abrirán a los barrios del entorno tras la desaparición del muro de cerramiento originario de la vieja prisión. Los taludes ajardinados salvarán las diferencias altimétricas en las esquinas de los patios con los viarios circundantes, emulando el diseño paisajístico la forma circular de las glorietas de conciertos de los parques tradicionales con elipses imperfectas rodeadas.

stats