Una nueva reyerta entre clanes en El Rompido acaba a tiros en El Torrejón
La pelea con katanas, cadenas y navajas en la cena de San Valentín deja ocho heridos
El sábado hubo dos detonaciones en la calle Dalia
Huelva/El enfrentamiento entre dos clanes familiares onubenses de las barriadas de Pérez Cubillas y El Torrejón pudo acabar este fin de semana como el rosario de la aurora: hubo navajas, cadenas y katanas en El Rompido y pistolas en Huelva. El saldo, ocho heridos por arma blanca, aunque su estado no reviste gravedad.
La reyerta, quizá una de las más intensas y extensas en el tiempo de los últimos años, se inició en el marco idílico de uno de los grandes hoteles de la playa cartayera. Allí se celebró el pasado viernes una cena especial para los enamorados, coincidiendo con el día de San Valentín, que incluía animación y baile.
Por motivos que se desconocen pero que tienen que ver con viejas rencillas entre estas dos familias (que ya han mostrado su mutua animadversión el muchas ocasiones de forma violenta), los implicados que coincidieron en el establecimiento iniciaron una pelea.
En esta, que fue multitudinaria, participaron miembros de uno y otro clan que portaban navajas, cadenas e, incluso, katanas, detallaron las fuentes de Huelva Información. El pánico desatado en la velada llevó a varios de los comensales y afectados a trasladar lo que estaba ocurriendo al teléfono de Emergencias 112 Andalucía en torno a las 23:20.
Rápidamente se desplazaron hasta el lugar de los hechos efectivos de la Policía Local de Cartaya, de la Guardia Civil y una ambulancia de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES), que atendió a los heridos –uno de ellos con un ataque de ansiedad– en el mismo lugar. Pese a lo aparatoso de la refriega, ninguno de los lesionados tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario.
Según la Benemérita, todo apunta a que se produjo un cruce de denuncias entre las partes (al menos cinco), cursadas ante la Policía Nacional de Huelva. No obstante, la Policía indica que durante el fin de semana solo recepcionó una delación relacionada con estos hechos.
La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo del suceso y hace acopio ahora de todos los datos para tratar de esclarecer la primera parte del caso. Por ahora no hay ningún detenido por este incidente.
La cosa no quedó ahí. El enfrentamiento se trasladó en las horas siguientes a Huelva, donde en la mañana del sábado se produjeron varias detonaciones en la barriada de El Torrejón.
En este caso no hubo ningún herido y tampoco se ha producido ningún arresto, como confirman a este diario las fuentes del Cuerpo Nacional de Policía consultadas, que conectan directamente la refriega de El Rompido con la de la capital.
En la mañana del sábado, en torno a las 12:00, vecinos de El Torrejón alertaron de que se habían escuchado disparos. Los vehículos radio-patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional acudieron de inmediato a la calle Dalia.
En este lugar se produjeron al menos dos detonaciones, se sospecha que realizadas con pistolas, que impactaron en las fachadas. No obstante, los investigadores no tienen claro a día de hoy si estos disparos iban dirigidos al aire, contra personas o coches y dieron en las fachadas de forma accidental (de rebote) o si, por el contrario, iban dirigidos a esos inmuebles en concreto.
La ley del silencio, como suele ser habitual en estos casos, impera en la zona. Nadie ha visto nada ni tampoco hay denuncias. Por tanto, se desconoce la identidad del autor o autores de los tiros y no hay ningún detenido hasta la fecha.
Ya en la tarde del sábado, sobre las 17:45, el 112 recibía otra llamada en la que se mencionaban nuevas detonaciones. Es decir, que la disputa entre estos dos violentos clanes onubenses se alargó durante varias horas. En este caso, el Cuerpo Nacional de Policía no halló ni casquillos ni ningún vestigio que haga pensar que hubo más disparos.
Para evitar que el enfrentamiento se descontrolara al amparo de la noche del sábado, la Policía Nacional reforzó su presencia en El Torrejón, aunque se recalca que siempre hay presencia policial en la zona, "esté caliente o fría".
Entre las hipótesis que barajan los investigadores está la posible relación de esta reyerta con el apuñalamiento sufrido por un joven en julio del pasado año cuando transitaba en su coche por el barrio. Este ataque derivó en la detención de uno de los miembros de la familia rival que se recrudeció cuando la víctima no quiso retirar la denuncia. Esto llevó en septiembre al registro de dos tiroteos en un solo día, suceso que culminó con cuatro arrestos más en el seno del mismo clan.
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