El nuevo proyecto de La Joya plantea la fase de urbanización en cinco años

Antes se hará la intervención arqueológica y se definirán las cautelas durante 5 meses

Los condicionantes se sumarán al plan en su tramitación y delimitarán las etapas posteriores

Imagen aérea del Cabezo de La Joya tomada desde la calle San Sebastián. / Alberto Domínguez
Elena Llompart

24 de septiembre 2018 - 01:33

Huelva/Cuatro son las principales diferencias que plantea la modificación puntual del Plan Especial Cabezo de La Joya respecto al plan definitivo aprobado en el año 2008 y cuatro son también las fases que contempla la programación establecida para desarrollar todo el proyecto.

La primera modificación que plantea el nuevo documento -promovido por la Junta de Compensación Cabezo de La Joya y consultado por Huelva Información- es la eliminación de las parcelas unifamiliares en el perímetro de Fray Junípero Serra y el centro de salud, una superficie de ocupación residencial que pasaría a formar parte de la Necrópolis.

Se eliminarán las parcelas unifamiliares en el perímetro del centro de salud y Fray Junípero

En segundo lugar, otra de las grandes diferencias pasa por la eliminación de los viales de acceso a esas parcelas unifamiliares suprimidas, cuya superficie también se incorpora a la Necrópolis, igualmente con una plaza contemplada en el suroeste del documento aprobado.

Además, se desarrolla la reordenación de parcelas en la banda sur del sector -hacia la avenida de las Adoratrices y la calle San Sebastián- en una franja unitaria en la planta baja y más compactada en las plantas superiores, de forma que "la ocupación total de la superficie parcelada de usos lucrativos se minimiza, al tiempo que se amplían las zonas de Espacios Libres y la permeabilidad de la fachada hacia la Necrópolis".

Por último, ya en cuarto lugar, otro de los grandes cambios consiste en la creación de parcelas bajo rasante en todos los espacios con aprovechamiento lucrativo, con "hasta tres plantas en el caso de tipología plurifamiliar", cumpliendo la nueva ordenanza municipal al respecto.

Para el desarrollo de todo ello, se fija una etapa previa a las obras de urbanización, en la que se ejecutará la correspondiente intervención arqueológica que documentará inicialmente la distribución espacial, la cuantificación y la naturaleza de los restos arqueológicos que hay en la superficie del PERI, de manera que se pueda llevar a cabo un diagnóstico patrimonial y una propuesta de tratamiento de los restos documentados.

A ello se destinarán cuatro meses desde la autorización pertinente por la Consejería de Cultura y previa presentación del correspondiente proyecto de intervención arqueológica tras la aprobación de la modificación del Plan Especial.

Esta intervención, según consta en el documento, incluirá al menos "una limpieza arqueológica de la superficie del PERI, una prospección geofísica y una caracterización tipo-cronológica de los elementos que se detecten mediante sondeos puntuales" sobre los mismos. Se documentará su distribución espacial y se realizará una valoración patrimonial de los elementos a fin de realizar la propuesta de tratamiento de los mismos y poder realizar así la planificación del diseño y desarrollo de los espacios urbanos sobre esta información.

En una segunda etapa previa a las obras de urbanización, se definirán los espacios con cautelas arqueológicas tras el diagnóstico inicial, una propuesta de establecimiento de cautelas sobre estos elementos en un plazo de un mes de la actuación arqueológica previa y el pronunciamiento por parte de la administración competente tras la presentación del informe inicial y la aprobación por la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta.

El proyecto de urbanización, en todo caso, "incorporará las condiciones" anteriores en sus contenidos a lo largo de su tramitación y "se delimitarán las fases necesarias en función de la posibilidad de inmediatez de ejecución por la conclusión de los trabajos de arqueología".

En tercer lugar, y ya en la primera fase de la fase de obras, se iniciará la ejecución de la urbanización "siempre bajo el régimen de seguimiento de la intervención arqueológica". Consistirá en los viales interiores y perimetrales a la Necrópolis, así como cuantos espacios libres puedan ser ya urbanizados conforme al proyecto de urbanización tramitado. Según el plan, será posible la "simultaneidad con el tratamiento de contención y taludes de las edificaciones con fachada hacia la avenida de las Adoratrices y San Sebastián".

En esta fase quedan incluidas las intervenciones arqueológicas a realizar según el diagnóstico patrimonial efectuado y las cautelas arqueológicas dictaminadas por la administración competente sobre ese diagnóstico, bajo la dirección facultativa del arqueólogo que autorice la Consejería de Cultura, previa presentación del correspondiente proyecto de intervención en el área del PERI. Todo ello con un plazo de doce meses desde la aprobación definitiva del proyecto de urbanización.

Ya en una cuarta y última fase se ejecutarán las obras de urbanización (por necesidad de estudios arqueológicos adicionales que impidieran su realización en la primera fase), entre los cuales se encuentra la avenida de las Adoratrices y San Sebastián y los espacios libres de ella, la cual "será simultánea a las ejecución de las edificaciones a esta fachada de los bloques plurifamiliares, por razones obvias de excavaciones bajo rasante y tratamiento de la galería porticada".

Se podrán simultanear en esta fase las intervenciones arqueológicas que sean dictaminadas de manera expresa por la administración competente tras los resultados de las actuaciones de la primera fase. Para todo ello se fijan cuatro años, siempre condicionados a los plazos de concesión de la licencia municipal de obras por parte del Ayuntamiento. No obstante, se permitirá "la conexión entre la urbanización y el acerado existente con los nuevos acerados y los espacios libres a ejecutar".

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