El obispo de Huelva invita a seguir “la misión” en la clausura del Plan de Evangelización
Iniciativa
Fieles, grupos y movimientos cristianos participan en un encuentro en La Rábida
Huelva/Con un encuentro en La Rábida se celebró la finalización del Plan Diocesano de Evangelización 2015-2019, que marcó la acción pastoral durante estos cuatro años bajo el lema La alegría de ser y vivir como cristianos hoy en Huelva, una jornada a la que asistieron fieles procedentes de distintos puntos de la provincia, parroquias, clero, grupos y movimientos cristianos.
En el encuentro se realizó un balance de la incidencia del Plan de Evangelización en cada una de las vicarías (Transmisión, Celebración y Testimonio de la Fe) y varias personas compartieron su experiencia.
En la jornada se indicó que la vicaría de la Transmisión de la Fe es la de la asignatura de religión en los centros educativos, la que orienta las vocaciones, la de los matrimonios, la de las catequesis, la de la formación cristiana, la del Servicio de Orientación Familiar o la de la Casa Oasis para gestantes y madres con niños de hasta cuatro años de edad.
Respecto a la Celebración de la Fe se ha trabajado estos años por superar la concepción del sacramento como un acontecimiento meramente social en las parroquias y que éste sea una auténtica expresión de la fe recibida.
En cuanto al Testimonio de la Fe, los esfuerzos en el plano caritativo se han orientado a la promoción de las personas dando un paso más a la labor basada sólo en el asistencialismo.
El momento central de la jornada fue la eucarística, presidida por el obispo de Huelva, José Vilaplana, que invitó en la homilía a seguir “la misión”. Apuntó que ésta “nunca se termina, la tarea de evangelizar en los círculos más cercanos y más allá de las fronteras de nuestro país”. Vilaplana destacó que el Papa Francisco “quiere que celebremos en octubre un mes misionero”, a lo que añadió que “la misión continúa”.
El obispo de Huelva hizo un recorrido por los sacramentos del Bautismo, Eucaristía y Confirmación y señaló que el Bautismo “es ese gran regalo que Dios nos ha hecho de poder llamarnos y ser hijos suyos, incorporados a Cristo y a su Iglesia”. Subrayó que “el día del Bautismo hay que grabarlo en el corazón y ese día dar gracias a Dios, especialmente porque esa fue la puerta por la que fuimos incorporados a esta gran familia”.
Comentó que “estamos llamados a que su vida se refleje en nuestras vidas, ser cristiano es compartir con Jesucristo su misma misión”.
La iniciación cristiana y la familia centró gran parte del Plan Diocesano de Evangelización.
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