La crisis obliga a los jueces a revisar las medidas pactadas en 114 divorcios

Cuando el ex cónyuge se queda sin empleo, algo habitual en los tiempos que corren, sus circunstancias económicas cambian. Y esta metamorfosis tiene que trasladarse también a la sentencia de divorcio. Según las cifras del cuarto trimestre de 2013 de los Datos de Nulidades, Separaciones y Divorcios, publicados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de octubre a diciembre se produjeron en la provincia onubense 114 modificaciones de las medidas acordadas en la ruptura legal de la pareja, 40 más que en el tercer trimestre -único mes de referencia en la estadística, ya que el dato no se ofrecía hasta entonces-, el +54%.

El magistrado de refuerzo del Juzgado Único de Familia de Huelva, Andrés Bodega -quien además ejerce como titular de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial-, explica a Huelva Información que "nos vemos obligados a revisar muchos casos debido a la crisis, de manera que si al padre le he fijado 250 euros de pensión alimenticia para los hijos cuando trabajaba fenomenal y lo ganaba bien, ahora que ha perdido el trabajo y está en la miseria no puede pagar lo mismo". Esto no sólo ocurre con la pensión de alimentos, sino también con el régimen de visitas o de estancias. "Siempre hay que adaptarse a las circunstancias, pero con la crisis el repunte está siendo más que notable", afirma el magistrado. En el 86% de los casos, no obstante, esta modificación se lleva a cabo sin el acuerdo de los ex cónyuges. Sólo en 16 asuntos se logró llevarla a cabo de manera consensuada.

Los juzgados mixtos de la provincia y el de Familia de Huelva (único partido judicial que cuenta con un órgano exclusivo en la materia) recibieron en el cuatro trimestre del pasado año un total de 394 demandas de divorcio, 4,3 diarias y un 39,2% más que en el tercer cuarto del ejercicio. Seis de cada diez fueron no pactados.

Prácticamente la mitad de las demandas de divorcio provinciales (48,5%) se registraron en el partido judicial de Huelva. Afirma Bodega que en esta demarcación la influencia de las tasas judiciales en las rupturas formales de pareja es "mínima, prácticamente nula", ya que en el Juzgado de Familia de Huelva "todo el mundo demanda, todo el mundo recurre y todo el mundo apela porque se les exigen poco". Esto, unido a que "el juzgado va más rápido y cuando las cosas funcionan se produce un efecto llamada", ha derivado en un incremento interanual del 8,1% en las peticiones de divorcio o separación en Huelva.

En cuanto a las nulidades, en el cuarto trimestre se registró una en la provincia, mientras que las separaciones ascendieron a 18, ocho de ellas de mutuo acuerdo.