La palmera de la plaza Quintero Báez de Huelva será finalmente talada
Los informes técnicos sobre los últimos test de seguridad aconsejan este procedimiento como la única alternativa viable dada su avanzada edad -130 años- y los daños sufridos en los últimos temporales
La calle Palos seguirá cortada al tráfico mientras duren los trabajos de revisión de la palmera
La Palmera centenaria de Huelva se somete a una revisión tras la borrasca Bernard
La palmera de Quintero Báez tendrá que ser talada. Así lo ha anunciado este viernes el Ayuntamiento de Huelva en rueda de prensa después de conocerse los resultados del informe técnico sobre las pruebas que se le han practicado a la planta estos últimos días.
El Consistorio, a través del concejal de Urbanismo y Medioambiente y portavoz de Gobierno del Ayuntamiento de Huelva, Felipe Arias, ha dado a conocer que dada la avanzada edad de la planta -unos 130 años- y los daños sufridos en los últimos temporales, su salud estaba muy mermada por lo que lo más recomendable es su tala definitiva.
La calle Palos y las inmediaciones de Quintero Báez permanecerán cortadas al tráfico y acordonadas a la espera de la tala del ejemplar que se va realizar "con la mayor brevedad posible".
Dichos trabajos comenzaron la pasada semana con una poda de urgencia para tratar de aliviar su peso y evitar así que cayese sobre peatones, vehículos y edificios colindantes. Tras los sucesivos temporales la palmera fue objeto de un primer análisis por parte de los operarios de bomberos, Policía Local y técnicos de Jardines y Plantas del Ayuntamiento de Huelva en el que se detectaron "anomalías".
Tras el segundo test, realizado este pasado jueves, se ha concluido que la planta deberá ser talada dado que supone un peligro real ante posibles futuras borrascas y otros temporales. En poco tiempo, los operarios del equipo de coordinación en altura procederán a la operación y Huelva tendrá que decir adiós definitivamente a un ejemplar con más de cien años de historia.
Se trata de un punto de encuentro y referencia de la ciudad, al que el Ayuntamiento de Huelva quiere darle su sitio. Según el concejal de Urbanismo y Medioambiente y portavoz de Gobierno del Ayuntamiento de Huelva, Felipe Arias, "la palmera se va a eliminar por completo en una poda controlada de altura en la que el tronco se dividirá en trozos para evitar un desplome". La zona va a ser objeto de una reforma en la que se contemplará un homenaje a este ejemplar "de forma de que la que perdemos con 130 años de historia será recordada con toda la simbología pertinente, para que la plaza Quintero Báez se siga conociendo como la Palmera".
Tal y como han explicado "se trata de una operación muy importante y desde que hemos tenido conocimiento de la decisión, en cuanto llegue la maquinaria especializada pertinente haremos la poda de forma controlada y con todas las medidas de seguridad".
El consistorio local ha dado a conocer esta decisión debido al deterioro que había sufrido la emblemática palmera tras la fuertes rachas de viento que trajo la borrasca Bernard. "Somos conscientes del símbolo que suponen para todos los onubenses, un sello de identidad que quedará para el resto de la historia para que todos puedan seguir recordando, generación tras generación, esta palmera", ha proseguido Arias.
Actualmente el perímetro se encuentra completamente vallado y con presencia policial para que nadie pase por el entorno en el que "puede caer en cualquier momento". Si es compatible "se sustituirá de forma inmediata incluyéndola en la futura reforma del lugar".
Desde el departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Huelva dependiente del área de infraestructuras y servicios públicos, se ha conocido un informe en el que se explica que "su estado actual, como ser vivo, dada su avanzada edad, su historial de patologías y defectos y los daños surgidos tras el último temporal, se encuentra muy mermado". "A pesar de la singularidad y simbolismo del ejemplar, pero anteponiendo por encima de todo la seguridad de los ciudadanos, debemos recomendar su tala inmediata de forma controlada", concluye.
A esto se le suma su ubicación, en una plaza céntrica de la ciudad, con permanente y elevado tránsito peatonal y de tráfico rodado, representa un altísimo punto de diana ante un posible fallo estructural y rotura del ejemplar. Todo ello, "la hacen totalmente incompatible con unas garantías mínimas de seguridad para las personas y bienes. El umbral de riesgo tolerable, que presentaba ante un fenómeno adverso ha sido superado".
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