De Huelva a Laponia: La joven onubense que fue 'mano derecha' de Papá Noel

Después de buscar en aplicaciones y webs durante días, por fin apareció la oferta: 'Santa’s Helpers'

El inglés que se instaló en la Sierra de Huelva tras vivir en ocho países: "Este sitio es especial"

Clara Garrido con Papá Noel y un elfo.
Clara Garrido con Papá Noel y un elfo. / M.G.

Huelva/Un giro de 180 grados fue para la vida de Clara Garrido, onubense de 26 años entonces, mudarse a Laponia para trabajar codo con codo con el jefe soñado de todo niño y niña: Papá Noel. A la típica pregunta de ¿cómo era trabajar en Santa Claus Village?, responde que "divertido, sobre todo porque los elfos son increíbles", aunque advierte que sin descanso: "No apto para elfos dormilones o rezagados".

El cuerpo le pedía un cambio de planes, y así lo hizo. "Acababa de terminar el Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de idiomas. En 2024 solo iba a haber oposiciones de estabilización, entonces pensé que era buena idea irme a trabajar fuera antes de ponerme a estudiar oposiciones el año siguiente", cuenta la joven a este periódico.

Clara Garrido al lado de un reno.
Clara Garrido al lado de un reno. / M.G.

Tras mucho scroll en webs y aplicaciones de empleo, sin decantarse por ninguna, al fin apareció: Santa’s Helpers (Ayudante de Santa). "Simplemente, me hizo gracia y, ¡miré que básicamente consistía en trabajar de elfo para Papá Noel!". Los siguientes pasos fueron aplicar, en torno a finales de junio, y al tiempo recibió noticias para una entrevista. "Para esa entrevista me dijeron que tenía que pensar mi nombre de elfo, mi edad de elfo, mi personalidad, etc. Tuve la entrevista por videollamada en inglés con la que después sería mi jefa y otro trabajador y ese mismo día me dijeron que me habían cogido", recuerda.

Clara Garrido, en Laponia.
Clara Garrido, en Laponia. / M.G.

Fueron tres meses de trabajo, desde finales de octubre a finales de enero, metida en la piel de un verdadero elfo navideño. "Mi función era trabajar caracterizada, dependiendo del sitio. La empresa tiene dos parques por así decirlo, uno que consiste en una cueva donde puedes hacer varias cosas -decorar galletas, conocer a Papá Noel, taller para creación de manualidades, espectáculos, tren para ver los secretos de los elfos, etc- dependiendo del sitio llevaba un disfraz u otro, a la vez que entretenías a la gente y le hacías especial la experiencia pues también vendías".

Lo cierto es que, además de ser un lugar con paisaje idílico en el que trabajar, es un buen sitio para coger experiencia y explorar distintos sectores. "Hay tour privados a familias por el parque, hacías inventario, y experiencias privadas para familias o grupos". Como consejo y si eres de los que quieres irte lejos, incluso hasta las puertas del círculo polar ártico para emprender un nuevo camino profesional, abrígate. "Uno de los parques, Joulukka, es como el Bosque de Papá Noel. Allí todos los elfos tienen el mismo disfraz y tienes que abrigarte bien porque parte de la experiencia es en exteriores".

¿Paga bien Papá Noel?

Sobre el sueldo y condiciones, cuenta que "estaba bien pagado, pero también trabajas mucho". "En diciembre trabajábamos mínimo nueve o diez horas y días en los que tenía que trabajar en los dos parques podía trabajar doce. Además, en diciembre solo tenías un día libre a la semana. Te pagaban por hora trabajada, no es que hubiera un salario al mes. Domingos y festivos te pagaban doble la hora y si trabajabas en tu descanso también te pagaban más las horas", añade.

Clara Garrido, con Papá Noel.
Clara Garrido, con Papá Noel. / M.G.

Echaba de menos Huelva y sobre todo su luz. "Además de a mi y amigos, porque pasé todas las navidades fuera y sobre todo en días señalados como Nochebuena, Navidad, Fin de Año o Reyes, eché muchísimo de menos las horas de luz. No somos conscientes de la suerte que tenemos de vivir en la ciudad europea con más horas de luz. Allí el amanecer se juntaba con el atardecer, solo había unas dos o tres horas escasas de luz y la mayoría de días no la veía".

"Afecta muchísimo al ánimo y a veces se hacía duro. También evidentemente el clima de Huelva. Somos afortunados con las temperaturas que tenemos, allí estuve casi todos los días a -20 o -30 grados parece que es imposible sobrevivir pero se puede", ríe.

La paz y tranquilidad de Rovaniemi, residencia oficial de Papá Noel, son algunas de las cosas que echa de menos ahora, que reside en Huelva. "Laponia es pura naturaleza. Incluso cuando vas al centro de Rovaniemi, no lo sientes como el centro de una gran ciudad, con grandes edificios o masificado, sientes que estás en pura naturaleza todo el rato. El silencio es espectacular, las vistas y los paisajes son increíbles. Veías renos y otros animales diariamente pasar por todas partes".

Este año, casi vuelve. Logró hacer amigos de aquella experiencia con los que le gustaría volver a trabajar, pero su vida ha vuelto a dar un giro. "Ya había empezado el preparador de las oposiciones y estaba enfocada en eso. Me pesaba mucho el volver a estar todas las Navidades fuera, aunque no descarto volver si no consigo la plaza pronto".

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