Perdonan a una mujer de Huelva una deuda de 185.287 euros gracias a la Ley de Segunda Oportunidad

La Ley de Segunda Oportunidad ofrece a particulares y autónomos la posibilidad de reactivarse en la vida financiera y dejar atrás todos los problemas de salud que puede implicar el estrés acumulado

Perdonan a un matrimonio de Huelva una deuda que ascendía a 26.000 euros gracias a la Ley de Segunda Oportunidad

Audiencia Provincial de Huelva.
Audiencia Provincial de Huelva. / Dani Duarte
M.F.

16 de marzo 2025 - 12:17

Una mujer de Huelva ha sido exonerada de una deuda por valor de 185.287 euros gracias a la Ley de Segunda Oportunidad. Según cuentan desde Repara tu Deuda Abogados, la deudora se encontró en una situación en la que tenía una hipoteca con una cuota elevada y unos hijos a su cargo en época de estudio, sin becas ni ayuda alguna.

Empezó a solicitar préstamos y a utilizar tarjetas para poder llegar a final de mes. Asimismo, su marido montó unos negocios para poder seguir adelante y ella le ayudó solicitando más préstamos. El negocio resultó fallido, y la concursada se quedó con las deudas que había solicitado. En ese intervalo de tiempo, tuvo problemas en el trabajo al ser acusada de malversación de fondos públicos. Tuvo que solicitar ayuda a varios amigos para poder pagar los gastos jurídicos.

Finalmente, el Juez dictó que no hubo delito alguno. Después, se vio obligada a dejar de pagar la hipoteca porque no podía pagarla y perdió la vivienda. A la vez había ayudado a sus hijos a montar un pequeño negocio.

La Ley de Segunda Oportunidad ofrece a particulares y autónomos la posibilidad de reactivarse en la vida financiera y dejar atrás todos los problemas de salud que puede implicar el estrés acumulado. Hasta la fecha, desde Repara tu Deuda en Huelva han conseguido superar ya la cifra de 320 millones de euros exonerados desde su fundación en septiembre de 2015, mismo año de aprobación de este mecanismo.

El despacho también ha destacado otros casos recientes de exoneración de deudas especialmente cuantiosas en la provincia onubense.

Un hombre, divorciado, ha conseguido quedar liberado de una deuda de 26.920 euros. Su estado de insolvencia se originó en el momento en el que el deudor se separó de su mujer y empezó a pagar la pensión de alimentos de sus dos hijos. Posteriormente, cambió de trabajo, lo que ocasionó que tuviera que mudarse y empezara también a pagar un alquiler.

Por otro lado, una mujer de Lepe se ha reactivado en la economía gracias a la cancelación de 8.342 euros. La deudora solicitó varios préstamos para ayudar económicamente a la familia de su actual expareja. Inicialmente, y hasta la pandemia del COVID-19, él le iba abonando puntualmente las cuotas de los préstamos solicitados sin ningún tipo de problema. Sin embargo, tras el inicio de la pandemia, la relación se terminó y ella se quedó con los préstamos.

Otro hombre también ha quedado exonerado del pago de 59.543 euros. El deudor solicitó los primeros préstamos para poder hacer frente al pago del alquiler y amueblar el piso ya que solo con su nómina y la de su pareja no podía hacer frente a la totalidad de dichos gastos. Posteriormente su pareja enfermó y tuvo que solicitar la baja en el trabajo. Como consecuencia de ello, los ingresos de su núcleo familiar disminuyeron y se vio en la necesidad de solicitar nueva ayuda para poder hacer frente a todos los gastos familiares. También tuvo que pedir créditos para reparar un vehículo antiguo que le prestaba su padre para poder acudir a su puesto de trabajo. Poco a poco fue solicitando otros créditos para pagar los anteriores hasta que la situación se volvió insostenible.

Y 144.280 euros es la cantidad exonerada a otra mujer. El problema comenzó cuando en 2001 accedió junto a su exmarido a una vivienda unifamiliar. Para comenzar, el presupuesto de la obra que recibieron no incluyó la mayoría de los gastos de los materiales. Además de la hipoteca, tuvieron que cargarse con préstamos personales, lo que mermó cada vez más sus ingresos. Decidieron vender, pero los gastos acumulados eran tan grandes que la venta de la vivienda no llegaba a cubrir la hipoteca. En cualquier caso, nadie compró aquella casa y se procedió a la ejecución y lanzamiento sin ningún rastro de ayuda ni por parte de los bancos ni de la legislación vigente en esa época. En aquel momento, junto al matrimonio, vivían un menor y los padres de ella (ya mayores).

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