La Fundación Cajasol acoge la presentación del libro 'Cuando el fandango voló' del periodista Miguel Ángel Fernández

El flamencólogo detalla en una obra de más de 400 páginas cómo el Concurso de Huelva de 1923 cambió para siempre la historia de este palo artístico.

El defensor del fandango

Presentación del libro 'Cuando el fandango voló' del periodista Miguel Ángel Fernández. / Rafael García

Una confluencia de aires nuevos dio alas al fandango en la provincia. Esa es la conclusión que el lector puede extraer de Cuando el fandango voló (Almazara, 2023), una obra inédita que el periodista andevaleño Miguel Ángel Fernández ha presentado este jueves en la Fundación CajaSol de Huelva.

Tal y como el mismo Fernández recuerda, este ensayo sociológico de más de cuatrocientas páginas gira en torno al Concurso de Cante Jondo de Huelva de 1923 como epicentro del cambio y momento clave en el que el fandango onubense fue reconocido como un arte, en lugar de como la mera expresión de un cante popular, local y eminentemente ligado a las clases más humildes. "A partir de esta fecha, que se celebra un año después del Concurso de Cante Jondo de Granada, impulsado por artistas como Manuel de Falla o García Lorca, el fandango comienza a ser el cante más escuchado y cantado. La fecha debe ser recordada porque por primera vez se incluye en un concurso como palo flamenco".

El impulso del fandango coincide en el tiempo con un siglo de expansión en materia comunicativa, entre 1880 y 1930, donde la aparición de la radio y la asistencia del público de masas a grandes espectáculos supusieron una inmensa ventana de oportunidad para una generación de cantaores fandangueros onubenses que hicieron las delicias de cuantos se acercaron a este arte desconocido para el gran público hasta el momento. "Fue en esta fecha cuando se sucede una visión triunfal del fandango", asegura el flamencólogo.

Impulso de las cantaoras

Numerosos onubenses y visitantes han tenido la oportunidad de acercarse este jueves tanto a la obra como al autor, uno de los más importantes investigadores en materia flamenca, en un salón repleto de aficionados al palo más reconocido por los onubenses. Este interés no es casual. "En Huelva el fandango está muy vivo y es el primer palo que se aprende en las escuelas, es el abc de todo el flamenco", advierte Fernández.

Actualmente, recuerda el autor, "en las escuelas onubenses hay entre 120 y 150 personas jovenes, de 16 a 35 años, que comenzando por el fandango que quieren ser artistas". En estas nuevas generaciones cobra un nuevo protagonismo el papel de las cantaoras, "más del 70% de todas estas personas son mujeres". Esto no significa que el fandango haya sido territorio eminentemente masculino, "pero si que han sido ellos quienes han sido más reconocidos profesionalmente". Este escenrio afortunadamente está cambiando, asegura Fernández, "el fantango está vivo, es pura creatividad y tiene un futuro brillante", asegura Fernández que recuerda que este palo no ha cambiado en lo esencial, "el fandango es de la gente, del pueblo, no de las élites".

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