El periodista Luis de Vega, premio Ángel Serradilla 2024, recuerda en Huelva sus raíces onubenses porque "sin ellas, no hay ramas, ni frutos"
El enviado especial de El País en las guerras de Ucrania y de Israel y Hamás reivindica el periodismo local porque "siempre hay historias que contar bajo el felpudo del vecino"
Huelva arropa al galardonado, que reflexiona sobre el papel esencial del periodismo comprometido, a la vez que hace autocrítica sobre el contexto periodístico actual
Galería Gráfica | Las imágenes de la entrega del premio Ángel Serradilla 2024 en Huelva
Huelva/"Bajo el felpudo del vecino siempre hay historias que contar". Una frase con la que el periodista onubense de El País, Luis de Vega, aseguraba lo "imprescindible" que es el periodismo local. Y de ello sabe mucho un profesional que, por la impecable trayectoria que atesora y por su compromiso inquebrantable con la verdad, recibía este jueves el premio Ángel Serradilla 2024 de la Asociación de la Prensa de Huelva. Lo recogía en un Centro de la Comunicación Jesús Hermida sin las suficientes butacas para acoger a todos los familiares, amigos y compañeros de profesión que quisieron arropar al periodista y honrar la memoria y el legado del propio Ángel Serradilla.
De Vega cubre de manera ininterrumpida como enviado especial la guerra en Ucrania y la de Israel y Hamás y, pese a que ejerce el periodismo lejos de su tierra natal, "no puedo olvidar de donde vengo porque sin raíces, no hay tronco, ni rama, ni frutos". Quiso recordar por ello sus inicios en la cadena COPE Huelva "-con mi amigo Vicente Quiroga en aquella sede de calle Puerto-", donde firmó sus primeros reportajes y crónicas, un aprendizaje que le valió para poner en valor "la importancia del periodismo local, es esencial". "Aunque admiremos modelos como la CNN o la BBC, necesitamos las emisoras locales, las radios cercanos y el 'Huelva Información' de cada rincón" porque, añadía, "bajo el felpudo de nuestro día a día siempre hay historias que contar".
El periodista, tras recibir el premio de manos de la presidenta de la Asociación de la Prensa de Huelva, Aurora Smet, puso de manifiesto el "constante cambio que vive el periodismo", profesión inmersa en una "vorágine de transformaciones impulsadas por la revolución digital". En este sentido, como reto para la profesión, quiso también hacer autocrítica y expresó que "tenemos que asumir cierta parte de culpa en la pérdida de credibilidad". Por ello, se preguntaba, "¿qué hemos hecho mal para que tanta gente acuda a otros nichos de supuesta información en redes sociales"?. Una pregunta a la que respondía con el compromiso de "que tenemos que mejorar nuestro trabajo en un momento de revolución de las pantallas".
Otro de los retos que comentaba de Vega es el papel de la inteligencia artificial, "cuyo impacto estamos todavía explorando". Como cualquier herramienta, insistía, "su peligro depende de cómo se utilice, por lo que nuestra obligación es adoptarla de manera ética y responsable", utilizándola para potenciar el trabajo y no para degradarlo.
De Vega no quiso pasar por alto una reflexión sobre lo "esenciales" que son los medios de comunicación para cualquier "sociedad libre y avanzada" y, por ello, "no podemos negar la función crítica y de vigilancia a las autoridades". De hecho, añadía, "si los medios no están detrás de los que llevan las riendas de nuestro país, no tenemos nada que hacer". Redundaría en un tejido democrático que se debilitaría.
El onubense abrazaba el premio Ángel Serradilla en un día en el que la Corte Penal Internacional emitía la orden de detención con Netanyahu por crímenes de guerra, por lo que reflexionaba sobre "un derecho internacional que parece estar siendo sistemáticamente violado, con una respuesta desmesurada por parte de Israel". Manifestaba al respecto "esperar que se haga justicia".
Antes de terminar su discurso, Luis de Vega animaba a su hijo Josete a subir con él al escenario. "Cuando me llamaron para comunicarme que me daban el premio, me dijiste que qué pesado con tantos premios", le decía en tono bromista al joven, al tiempo que, mostrándole una sala repleta de tantos amigos y familiares, le mostraba "que merece la pena venir siempre por casa".
De Vega para en Huelva y llena su mochila con el legado y la memoria de Ángel Serradilla que, a buen seguro, es un impulso a seguir contando historias desde la responsabilidad y la humanidad que le caracterizan.
Una vida dedicada al periodismo comprometido con la verdad
Este periodista onubense, enviado especial de El País en Jerusalén, inició sus estudios de periodismo en la Universidad Pontificia de Salamanca en 1989, donde ejerció como profesor después de licenciarse y realizar un Máster en Periodismo Profesional en la Universidad Complutense de Madrid.
Entre sus reconocimientos destacan la Medalla de Huelva (2023), el Premio de la Asociación de Prensa de Madrid al Mejor Periodista del Año 2022 por su “infatigable cobertura de la invasión rusa”, y el 39 Premio de Periodismo Cirilo Rodríguez, del que también fue finalista en los años 2007 y 2011.
Durante sus años de profesión ha realizado coberturas en más de treinta países, tras comenzar su andadura como periodista en su ciudad natal haciendo prácticas en la Cadena COPE. Formó parte del equipo de comunicación que preparó la visita del Papa Juan Pablo II a Huelva en 1993.
La Semana Santa, los caminos de la romería de El Rocío y las faenas pesqueras en el litoral onubense son algunos de los escenarios en los que se empezó a formar como fotógrafo. De ahí, dio el salto a coberturas de todo tipo como redactor y reportero gráfico del diario ABC durante más de dos décadas, primero en España y después en el extranjero como corresponsal en Rabat durante diez años.
Desde 2019, forma parte de la redacción del diario El País, en el que, primero, formó parte del equipo de Local, desde donde cubrió la pandemia del coronavirus, y posteriormente se integró en la sección de Internacional, donde ha sido enviado especial al Afganistán de los talibanes y, desde 2022, cubre de manera ininterrumpida la guerra en Ucrania y la de Israel y Hamás.
Ha cubierto guerras, conflictos, hambrunas, golpes de estado, catástrofes naturales y todo tipo de acontecimientos. Ha estado con reyes, presidentes, papas y estrellas del deporte o la cultura, pero sigue quedándose con el hombre de la calle, como denotan muchas de sus fotografías cargadas de humanidad.
Para la presidenta de la Asociación de la Prensa de Huelva, Aurora Smet, “es un orgullo contar en el gremio periodístico con profesionales de la talla de Luis de Vega que se juegan el tipo en zonas de guerra para contar arrojar luz ante tanta oscuridad”.
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