La poesía brota en forma de 'semilla'

Un grupo de jóvenes de la Sierra participa en un taller de creación literaria en Aracenal varias actividades Un taller de escritura de Haikus y otro de arqueopoesía, algunas de las propuestas.

Jóvenes entre 16 y 25 años aprenden sobre poesía en las jornadas literarias aracenenses, celebradas en el salón de actos del Ayuntamiento serrano.
Jóvenes entre 16 y 25 años aprenden sobre poesía en las jornadas literarias aracenenses, celebradas en el salón de actos del Ayuntamiento serrano.
Javier Moya Rufino / Aracena

15 de marzo 2010 - 01:00

Aracena ha acogido la celebración de un taller de creación literaria a cargo de los jóvenes de la casa de la juventud conocido como Proyecto Semillas y bajo la dirección del conocido escritor Ángel Arenas.

El objetivo era que un grupo de jóvenes entre 16 y 25 años descubriera durante dos días diversas actividades en las que las palabras fueron las protagonistas y cómo éstas pueden llegar a ser divertidas.

Durante dos intensas jornadas el salón de actos del Ayuntamiento, ubicado en la Plaza Doña Elvira, ha acogido en torno a una veintena de jóvenes asistentes al taller de creación literaria, que fueron descubriendo los pasos de un proyecto pionero, cuya implantación ha escogido Aracena como gran protagonista de su desarrollo.

La primera tarde hubo un recital de poesía multimedia, ya que estos poemas suelen ser diferentes a las referencias que aparecen en los libros de textos, puesto que utilizan elementos como la música y la fotografía para acompañar a la poesía. Además, contó con un taller de escritura de Haikus. Esta técnica provoca que se pueda escribir un poema con facilidad e incluso resulte atractivo. Mediante una técnica basada en imágenes del propio entorno, en este caso, el de Aracena, se escribieron pequeños poemas de origen japonés, y que en la actualidad cuentan con gran aceptación en muchos círculos de creación.

En la mañana de la siguiente jornada tocó el turno a la arqueopoesía, es decir, en un espacio público se escondieron previamente pergaminos pequeños con unos versos o pequeños cuentos. Éstos se metieron en aquellos lugares que presente el entorno y que sean suficientemente atractivos para que los chicos puedan encontrarlos sin mucha dificultad. La segunda parte de esta jornada consistió en la lectura y la transmisión de los valores estéticos del contenido de los pergaminos encontrados. Así, se les mostró a los sorprendidos alumnos algunas técnicas básicas para la escritura creativa.

Sin lugar a dudas, uno de los momentos más sorprendentes fue la preparación de las semillas. Las personas escribieron sus propias creaciones a través de unas sencillas técnicas en las que ponen en práctica lo aprendido anteriormente. Se prepararon pequeños poemas o historias y conformaron los pergaminos, parecidos a los que encontraron el día anterior.

El momento esperado por todos fue por la tarde. El colofón a esta actividad tuvo lugar con la siembra de las semillas. El lugar elegido fue la zona más céntrica de Aracena, es decir, la Gran Vía e incluso dentro de la Plaza del Marqués, conocida como el Paseo. Tras la foto de familia, los jóvenes avanzaron en grupo por cada una de la aceras de la Gran Vía con el objetivo de insertar sus semillas en lugares realmente ingeniosos, sorprendentes, mágicos y, porqué no, difíciles de encontrar. La imaginación brotaba por momentos ya que había semillas insertadas en roturas de las propias fachadas, otras en la parte trasera de las señales de tráficos, distintivos comerciales, esculturas, farolas y en algunos árboles del Paseo.

Cada joven participante colocaba una pequeña semilla de cultura, de creación propia, es decir, mostraba su visión de la vida y su capacidad de emocionar. Estas jornadas han servido para demostrar que las palabras y el conocimiento si son divertidas entran mejor en el cerebro de la personas, y a su vez, perduran más en el conocimiento humano.

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