Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Huelva/Todavía no se aventuran a sentarse por grupos. Más bien, se reparten en parejas -o de tres en tres- y tímidamente bajan las sillas del Aulario de la Facultad de Enfermería, donde reina un silencio impropio antes de la entrada de la rectora, docentes, secretario general de Universidades de la Junta de Andalucía y Decano de Enfermería. Toca abrirles las puertas de la que será "su nueva casa" a los primeros alumnos del primer curso del Grado de Medicina en Huelva.
Cuando Francisco Mena -decano y pieza fundamental en la puesta en marcha del nuevo grado- pregunta por el número de forasteros y de onubenses, aproximadamente mitad y mitad levantan la mano. De los más de 50 alumnos que asisten a la charla, alguno es de Cádiz, solo una de fuera de Andalucía -Valladolid- y gran parte vienen de Sevilla. Los que se quedan en casa parecen ser mayoría y tienen, además de "no perder de vista que son los mejores expedientes", una misión no menos importante: "arropar y ayudar a los que vienen de fuera".
Los instaba a ello Mena, recordando que "los primeros días de clase podemos estar desubicados, echando de menos nuestra casa, y -bromeaba- los pucheros de papá y mamá". "Compartir piso por primera vez también suele ser complejo. Por eso, tenemos que estar con la gente de fuera y lograr que se sientan como en su hogar".
Los de allí y los de aquí tienen en común la vocación de servicio y "los años de esfuerzo" para llegar hasta aquellos butacones de la sala. Coinciden en que para ejercer de la que empieza a ser su carrera profesional, deberán ser "serviciales" y "quieren ayudar a la gente a recuperarse".
Algunos de los jóvenes que vienen a vivir a Huelva no tenían muchas referencias de la vida estudiantil en la capital. "Quería quedarme en Sevilla, pero me vengo aquí por cercanía. Tengo curiosidad por saber cómo será una carrera que empieza desde cero. Sabemos que han puesto muchas ganas en el inicio y en la puesta en marcha, por lo que nos hacen animarnos a nosotras también", cuenta Paula.
Una vida universitaria plena -"los mejores años de sus vidas" según la rectora- no se entiende sin la integración en el grupo y en un lugar nuevo. "Huelva es pequeña, pero creo que tiene muchas cosas buenas. Tienes todo más cerca y la gente es amable. Me llama la atención vivir en esta ciudad", cuenta Elena R. "El ambiente es idóneo para los estudiantes en una ciudad más chica: podemos salir un poco, tiene todas las facultades juntas y, al principio, tenemos algo más de tiempo para conocer cada uno de sus rincones", coinciden las compañeras, que se presentaban entre ellas hace escasas horas pero ya se miran con complicidad.
"Trabajo y muchos lloros" -argumentan Jesús y José- también los unen y unirán los próximos años. "Nos hemos esforzado mucho para optar a una plaza, aunque tristemente y al mismo tiempo, eso supone que otra persona se quede sin ella. Aún así, ojalá nadie deje de luchar por el que es su sueño sea el que sea".
El alumnado que se queda en casa para cumplir con su vocación también asume que pasará largas horas entre las bibliotecas de la Onubense, en el Campus del Carmen. "Me quedaré en la universidad a estudiar muchos de los días. Probablemente esté aquí gran parte de mi tiempo", cuenta otra de las estudiantes que seguirá viviendo en familia.
"Lo han pintado todos muy bien y se les ve ilusionados", añaden sobre el comité organizador del Grado en Medicina. Aún así, algunas asignaturas dan más miedo que otras, aunque solo sea por el nombre. "Historia de la Medicina suena regular" -ríen- "aunque Biología y Embriología Celular parecen entusiasmantes", dicen Marta y Ángela.
Otros, que acaban de llegar y que aún desean ser admitidos en sus respectivas provincias, viven con inquietud los primeros días en la que aún no saben si se convertirá en su nueva ciudad. Algo así le pasa a Claudia, que siente "algo de incertidumbre con respecto a las listas y las resultas", que aún perfilan los últimos cambios de destino. Lo que ocurra en los próximos días no impide disfrutar de la experiencia de explorar el tiempo fuera de casa, "saliendo de la burbuja que has vivido siempre". "Es una oportunidad para conocer gente en un lugar más pequeño y manejable", esperando al menos hacer unos pocos amigos "y llevarse la mejor de las impresiones".
Aunque alguno considera que llegar hasta aquí ha sido competitivo, también prometen que, al menos entre ellos y a partir de ahora, impere lo cooperativo. María Antonia Peña, rectora, abría el acto de bienvenida al alumnado del nuevo Grado de Medicina recordando que "igual que para vosotros es una ilusión, para la Universidad de Huelva también es emocionante que después de muchos años y mucho trabajo (de muchas personas) hemos conseguido implantar el Grado en Medicina". "Nuestra universidad es pequeña, pero no es inferior", puntualiza.
La firme promesa de un profesorado que enseñará desde la ejercicio de la profesión, infraestructuras digitales con lo último del mercado educativo y metodologías innovadoras hacen mantener la atención de aquellos jóvenes en los ponentes que se convertirán en caras familiares. "Quizás algunos y algunas aún piensan en moverse a otro sitio. Da igual, los que se queden, pasan a ser gente de nuestra casa, gente de Huelva, a los que trataremos de prestarles el mejor de los servicios".
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