La productora Inés Romero y la directora Arantxa Aguirre son las homenajeadas en esta edición de WofestHuelva

Huelva/Ser mujer y sobrevivir en la industria del cine es ya una hazaña, pero ser mujer y ganarse el respeto de la industria es toda una proeza. En un sector en el que el 62% de los reconocimientos los reciben los hombres y apenas un 38% las mujeres, cada hito tiene un doble valor. Son datos del último informe elaborado por CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas), asociación que analiza la situación del sector desde 2015. Datos que mejoran progresivamente, sí, pero que aún están lejos de la paridad total.

La muestra de cine realizado por mujeres WofestHuelva lleva una década poniendo el valor el trabajo de las mujeres detrás de la cámara con el objetivo final de ayudar a reducir la brecha de género. En esta edición, por su décimo aniversario, la muestra entrega por primera vez en su historia los Premios Wofest paradestacar el trabajo de dos pioneras en el audiovisual español: la productora onubense Inés Romero y la directora de cine documental Arantxa Aguirre.

Inés Romero

Pionera del audiovisual y el cine en Huelva, Inés honra su camino. "¿Pionera? Sí, lo he sido. No cabe el pudor aquí. He hecho las obras que podía hacer en cada momento con las pocas referencias con las que contaba", recuerda. Romero comenzó su trabajo en una época donde las mujeres aún no tenían tanta presencia en los medios y se esperaba de ellas una mayor dedicación a la familia. "Ser mujer nacida en los cincuenta y profesional en los ochenta y noventa, obliga a ir abriendo puertas: las de las relaciones de pareja, las de los hijos, la conciliación en la gestión familiar… Nuestras madres habían pensado que estudiar era la solución para "no depender", pero no tenían las claves para resolver las contradicciones culturales que implica ese choque. Eso tuvimos que aprenderlo leyendo mucho y viendo películas americanas y francesas que ya apuntaban que se podía".

En aquella España había pocos referentes femeninos dentro de la prensa. "No había demasiados referentes mujeres en la radio y la televisión y menos en el cine en los finales de los 70 cuando hago las prácticas en Radio Popular. En el 82 nace Radio Huelva y, con ella, los primeros informativos locales. Era la única mujer en la redacción, pero esto cambiaría pronto y las mujeres llegarían con naturalidad a las emisoras y los periódicos en la siguiente década".

Romero fue también la primera delegada provincial de Canal Sur en Huelva. "Desde el principio se buscó la paridad en las delegaciones, éramos cuatro mujeres las delegadas en Granada, Almería, Málaga y Huelva. Pronto nos dimos cuenta de que las intenciones no correspondían con la aplicación y creamos un grupo de mujeres periodistas, la primera asociación de mujeres del audiovisual en Andalucía, que presidía la directora de Los Reporteros, Lola Álvarez".

Su historia de vida corre paralela a la historia del periodismo audiovisual andaluz. En el 91 dirigió el primer magazine de televisión diario en Andalucía, Mediodía, siendo la primera mujer en dirigir un formato de este tipo. Trabajó tanto en informativos como en entretenimiento en el departamento de Programas en el 96, siendo posteriormente Jefa de Programas, donde realizó la producción ejecutiva de muchos programas y dirigió varias galas y retransmisiones de eventos.

De la prensa al cine, Inés Romero en la actualidad tiene su propia productora, Arrayás Producciones SL, con la que ha lanzado varios largometrajes para televisión y exhibición en salas. Romero es una de las primeras mujeres en ser dueña de una productora cinematográfica en Andalucía, nómina en la que se encuentran nombres como los de Pilar Távora y Josefina Molina desde Madrid junto a Cecilia Bartolomé y Pilar Miró. "Había más, lo hemos sabido luego, pero hacían cortos o documentales comerciales como Adela Medrano o Nadia Werba cuyos trabajos están siendo recuperados por acuerdo entre CIMA y la Filmoteca Nacional".

Este premio se encuentra con una Inés Romero veterana, madura, y alejada del foco que recibió con bastante pudor la noticia. "No puedo estar toda la vida pidiendo visibilidad y referentes y luego taparme cuando ya tengo una edad y una trayectoria. Es un honor que las compañeras que dirigen Wofest y las instituciones que lo sustentan crean que mi carrera profesional merece un reconocimiento".

La visibilización del trabajo de las mujeres en el audiovisual es la clave del proyecto que trae a Inés a Huelva porque, al fin y al cabo, el cine no sólo es arte sino un potente medio de comunicación. "El cine es una herramienta extraordinaria de educación. Se puede educar haciendo entretenimiento, por eso los Estados apuestan con ayuda pública a una industria tan costosa como la del cine". Los datos avalan la observación de Romero: desde que se comenzó a aplicar medidas de discriminación positiva en la concesión de ayudas oficiales a la producción de largometrajes en 2018, la presencia femenina ha crecido una media de un diez por ciento anual.

Iniciativas como WOFESTHuelva están convirtiendo a nuestra ciudad en "la cita sureña del cine dirigido por mujeres. Y está desarrollando una gran labor en la tarea formativa. El cine, cualquier categoría profesional en el cine, es un oficio. Cuanto más practiques, mejor. Y el Wofest da la oportunidad a las jóvenes para que experimenten y exhiban sus cortos en pantalla grande y vean los logros y los fallos suyos y de otros. Eso es aprendizaje del bueno y fomenta la afición que puede llevar a la vocación. Me gusta mucho ver ya a profesionales viviendo del audiovisual o el cine, que mostraron sus primeros trabajos en el Wofest Huelva".

Durante su primera década de existencia, WofestHuelva ha creado el certamen de cortos 'Made in Huelva', destinados precisamente a poner en valor el trabajo de las jóvenes directoras onubenses o que rueden en nuestra provincia, como parte de este proyecto que tiene como objetivo incentivar la creación audiovisual de las mujeres. "Tengo muchas ganas de que dejen de ser necesarios estos espacios, pero hoy por hoy sí, hacen falta. Tenemos que seguir visibilizando el trabajo de las mujeres y el del cine andaluz para que deje de ser extraño que una mujer gane Berlín, Cannes o San Sebastian. Que deje de ser extraño que una obra producida por una productora, mujer andaluza, sea candidata a los Oscars. Tenemos que seguir insistiendo en normalizar el brillo de las mujeres en las distintas categorías del cine", apoya Romero.

Como ejemplo, un dato más: apenas el 29% de las películas de 2023, últimos datos disponibles, fueron dirigidas por mujeres, según el informe de CIMA. Un porcentaje que sube al 31% en producción ejecutiva y al 35% en escritura de guion. Este desequilibrio no representa la proporción de egresados de las facultades pero que supone una mejora porcentual de un punto con respecto a los datos del año anterior y de ocho en los últimos nueve años, desde que empezó a realizarse este informe.

"Ha mejorado mucho la representación laboral y profesional de las mujeres en el cine y el audiovisual desde la primera década de los dos mil en que yo empecé a hacer largometrajes de ficción", sostiene Romero. "En Andalucía, creo que era la única mujer productora, además de Pilar Távora que producía sus propios trabajos en los que era también directora y guionista. Pura artesanía. Yo empecé con tv movies y coproducciones con otras empresas territoriales y nunca firmé ningún contrato con ninguna mujer. Todos mis coproductores hasta que terminé esa primera etapa en el 2013 fueron hombres. Ahora, el proyecto en el que estoy ahora está firmado por tres productoras que lideran mujeres con goyas en la vitrina".

Atreverse, arriesgarse, lanzarse. Mejor hecho que perfecto, porque la única manera de aprender a rodar pasar por coger una cámara y empezar a mirar a través de su lente. Es el mensaje que Inés Romero comparte con las jóvenes aspirantes que, ilusionadas, miran a referentes como ella en busca de inspiración. "Que experimenten mucho y participen del WofestHuelva y de todos los programas y concursos que encuentren para probarse como cineastas. Cuando empiezas estás aturdida, no sabes qué pieza poner primero en el puzzle que es cualquier obra cinematográfica o audiovisual. Idea, guión, casting, localizaciones, calendario, equipo… Al hacer aprendes. Lo de menos en ese test es la calidad. Hazlo con el móvil y los colegas, con cuarzos de barbacoa, monta un videopich casero para convencer a tu abuela de que debe financiarte los 100 euros del catering de los dos días de rodaje (vais a comer bocadillos), pero hazlo".

Arantxa Aguirre

Aguirre recibió la noticia por sorpresa. "Como cuando llaman a la puerta un día cualquiera y, al abrir, en lugar de encontrarte al cartero con un certificado, ves un ramo de flores impresionante. El mensaje de aprecio hacia mi trabajo no puede ser más claro ni más bonito".

Esta directora madrileña posee una sólida formación intelectual que subyace y se filtra, de alguna manera, a través de todas sus obras documentales. Al fin y al cabo, no es el tema, es la mirada. Doctora cum laude en Filología Española y experta erudita en Benito Pérez Galdós -su trabajo Buñuel, lector de Galdós recibió el Premio de Investigación Pérez Galdós en 2013- disfruta rodando el arte en todas sus manifestaciones. Sus documentales abarcan desde el trabajo actoral en 'Hécuba, un sueño de pasión', nominado al Goya en 2006, hasta la danza profesional en 'Dancing Beethoven', largometraje documental que llegó a ser estrenado en salas comerciales en España, Alemania, Suiza y Japón, además de obtener varios reconocimientos de prestigio: 2º Premio Tiempo de Historia en la SEMINCI de Valladolid y nominado a los Premios Goya como mejor documental en 2018, entre otros. A Huelva viene de la mano de WofestHuelva con un trabajo sobre Eduardo Chillida, Ciento volando. Es solo una parte de su inmenso currículum como guionista y directora, una trayectoria profesional en la que figura también su trabajo como guionista en 'Un instante en la vida ajena’, galardonado con el Goya al Mejor Documental en 2004.

Aguirre vuelve a Huelva también para ejercer de maestra de futuras directorasen una masterclass privada que ha impartido a las galardonadas con el premio de cortometrajes 'Made in Huelva' en los últimos años. "En un contexto de menosprecio histórico hacia el trabajo de las mujeres, que ahora es más disimulado pero todavía colea, cuando además existe un desapego progresivo hacia el cine en las salas y el cine como manifestación artística, iniciativas como el Wofest me parecen tan necesarias como alentadoras. Son un ejemplo de que hay gente que no se conforma sino que sigue tirando del carro y defendiendo lo que vale la pena. Así se forma el tejido cultural de una sociedad". Un tejido cultural que se nutre, precisamente, de los trabajos y de las visiones artísticas particulares por un lado, pero también del esfuerzo de las instituciones y las plataformas por ponerlo en valor. "Las mujeres cargamos con toneladas de prejuicios ajenos que obstaculizan nuestro desarrollo. Cualquier ayuda que tienda a equilibrar esa situación es necesaria y bienvenida".

La directora madrileña es una veterana del audiovisual cuya carrera ha pasado por todas las etapas. Su mirada sobre el futuro del sector es optimista, precisamente gracias a esta trayectoria. "La situación es bastante mejor que cuando yo empezaba. Entonces apenas había directoras y los puestos de las mujeres en los equipos eran escasos y limitados a unas pocas categorías como script, maquilladora, sastra, etc.". Curiosamente, en la actualidad los puestos vinculados a la estética continúan siendo los únicos en los que la brecha de género se invierte: un 85% de mujeres en diseño de vestuario, 81% en maquillaje y peluquería, 64% en dirección artística. "Los cambios los hemos ido imponiendo las propias mujeres, trabajando y aprovechando las oportunidades para dejar claro que era un error no contar con nosotras. Es verdad que sigue existiendo el famoso techo de cristal pero está claro que las cosas están cambiando y confío en que sigan haciéndolo".

En la actualidad, muchos aspirantes a directores y guionistas crecen con la idea de que es necesario cursar un máster específico para poder entrar a la profesión de sus sueños. Sin embargo, al igual que Romero, Aguirre incide en la necesidad de intentar y hacer además de estudiar. "Si tienen vocación, que se vuelquen al máximo, que estudien y trabajen todo lo que puedan, que estén atentas a cada oportunidad, pequeña o grande, y que sean creativas para encontrar soluciones inesperadas o darle la vuelta a lo que no va bien. Y que no le tengan miedo al fracaso. Fracasarán muchas veces pero, si son listas, madurarán y sacarán las mejores enseñanzas de esos fracasos".

Trabajadora incansable y enamorada del género documental, Arantxa Aguirre ha retomado un proyecto que había dejado a medias y tiene otro "en el aire que espero se concrete pronto. Pero prefiero no hablar mucho de los proyectos inacabados para que no se me vaya la fuerza por la boca". Mientras tanto, ha disfrutado de este reconocimiento en el marco de WofestHuelva y de la calidez del recibimiento de una ciudad que ya visitó en 2018 cuando su documental Dancing Beethoven se proyectó dentro de la selección de largometrajes de la muestra. Iniciativas que la "llenan de alegría. Tanto vuestro recibimiento como vuestra apuesta por el cine son una fuente de inspiración. Cuando un festival de estas características logra cumplir diez años te está demostrando que los sueños se pueden cumplir".