La provincia apoya el paro con concentraciones

En la provincia la repercusión de la huelga general de ayer convocada por los sindicatos UGT y CCOO fue desigual. En la Cuenca Minera la respuesta fue mayoritaria mientras que en otras zonas como la Sierra se celebraron actos reivindicativos aislados. La ausencia de incidencias fue la nota dominante. Y como anécdota más significativa la que sucedió en Ayamonte, donde el alcalde Antonio Rodríguez (PSOE) medió para que fuera retirada una pancarta de UGT alusiva a la huelga que fue colocada sobre una imagen de Nuestra Señora de la Inmaculada, que se encuentra en la plaza de la Laguna.

El incidente tuvo lugar después de la concentración sindical que se convocó con motivo de la huelga. Al final un grupo tapó la imagen, lo que le valió el abucheo de algunos de los presentes, aunque los primeros se negaron a rectificar en principio. El alcalde, que asistió a la protesta, pidió a los responsables de la movilización que actuaran y finalmente se retiró.

La jornada de paro en la Cuenca Minera, cuyo impacto en la comarca resultó ser muy similar al del paro de hace dos años, el del 29-S, transcurrió con normalidad, sin incidentes destacables, más allá de la repulsa expresada por la Asociación de Empresarios de Nerva (AEN) sobre la pegada de carteles amenazantes a las puertas de los comercios.

Nerva, la localidad con mayor número de habitantes en la Cuenca Minera, fue donde mayor seguimiento tuvo con una parada del 100% de los pequeños comercios y las entidades financieras, cerradas a cal y canto; la oficina de correos, sin abrir y sin bares en el centro.

El paro también fue masivo en la Riotinto Fruit, empresa hortofrutícola, que, a falta de la mina, es con diferencia la empresa que más trabajo ofrece en la Cuenca Minera. Tanto el campo de recolección como el área de almacén permanecieron desiertos. Únicamente pasaron por la empresa algunos técnicos del departamento administrativo, tampoco todos.

Los cuatro trabajadores de EMED Tartessus que permanecen encerrados en la Corta Atalaya desde el pasado 12 de marzo como medida de presión para que la Junta transfiera los derechos mineros a su empresa también mostraron su rechazo a la reforma laboral. La mayoría de sus compañeros también secundaron la jornada de paro por considerar que la reforma es "innecesaria y no traerá más empleo sino más precariedad".

La concentración en Zalamea de la Plataforma de Acción Minero, integrada por vecinos de la Cuenca Minera parados, se atrasó al sábado a las 19:00. Y el tránsito de camiones hacia el vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva también registró una incidencia menor a la de cualquier otro día normal de la semana.

La huelga en la Sierra no tuvo la relevancia que en otras zonas de la provincia de Huelva como la Cuenca Minera. El motivo es que en la comarca no existen, salvo excepciones, grandes conglomerados empresariales salvo alguna cadena de alimentación y empresas vinculadas tanto al sector de la construcción como a la industria cárnica. Cada trabajador libremente ha optado por secundar o no la huelga, pero no eran muchos los negocios que estaban cerrados a cal y canto.

No fue un día normal en los diferentes pueblos. Las dos grandes localidades de la comarca, Aracena y Cortegana, centraron las protestas. En especial la celebrada al mediodía en el centro de Aracena, la plaza Marqués, conocida como el paseo, con la asistencia de unas cien personas y centralizada por el sindicato de CCOO. Miembros del sindicato leyeron un comunicado reivindicativo para explicar algunos de los puntos más destacados de la reforma laboral aprobada por el gobierno del PP. Seguidamente, recorrieron la céntrica calle Gran Vía en dirección hacia la plaza Doña Elvira, ubicada junto al I.E.S San Blas.

En los colegios de Aracena la huelga tuvo una aceptación mínima. En el colegio infantil de la Julianita, la secundaron 7 maestros de los 19, mientras que en el colegio de primaria José Nogales fueron 5 maestros de 35. En los institutos la repercusión fue mayor.