El proyecto de La Joya en Huelva se presenta como garantía de protección para la necrópolis
Urbanismo
La Junta de Compensación destaca la liberación de 12.650m2 como espacios libres con el yacimiento
El alcalde cree que éste es “un modelo de ciudad” que compatibiliza desarrollo e imagen de la ciudad
Vídeo: Conozca el proyecto urbanístico que se va a ejecutar en el Cabezo de la Joya
El final al largo proceso del proyecto de La Joya está un poco más cerca. En estos próximos meses se espera que comiencen los trabajos para ejecutar la urbanización de la zona, después de que el paso más importante se diera en noviembre pasado, con la aprobación en el pleno municipal de la modificación del plan urbanístico para esta unidad. Ayer se dio otro paso más con la presentación en sociedad de ese nuevo Plan Especial de Reforma Interior (PERI) Cabezo de la Joya, que es considerado por los propietarios como una “garantía de protección” para el patrimonio, más allá del propio aprovechamiento urbanístico de la zona.
La Junta de Compensación que reúne a los 27 propietarios actuales del suelo, con una superficie total de 25.897,75m2, fue la encargada de hablar de esta ordenación de 2020, que ha posibilitado dejar “a disposición de la ciudad” 12.650 metros cuadrados para espacios libres y públicos.
En ese área que será entregada al Ayuntamiento de Huelva se incluyen los 5.614,58 metros cuadrados que ocupa la importante necrópolis de Tartesos. Ésta marca el Cabezo de la Joya desde que en los años sesenta excavaran en él los arqueólogos Juan Pedro Garrido Roiz y Elena Orta, y ha centrado también la polémica por el rechazo de distintos colectivos ciudadanos al desarrollo inmobiliario del espacio, también defendido como seña de identidad natural de la ciudad onubense.
Pero la modificación del PERI, resaltan los propietarios, ha conseguido mantener libre de cualquier actuación la misma necrópolis. Y también ha ampliado los espacios libres hasta 12.650 metros cuadrados, con la liberación del frente norte, junto a la calle Fray Junípero Serra, donde se ha constatado, además, en las intervenciones arqueológicas previas, la existencia de más restos, en un corredor que enlazaría con el Cabezo Roma, al otro lado de la calle.
El arquitecto encargado de la redacción de la modificación del plan, Aurelio Cazenave, ha destacado también que la reordenación de las edificaciones ha llevado a crear “una permeabilidad en los taludes de la calle San Sebastián”, además de despejar totalmente, “casi 100 metros” en Fray Junípero Serra. “Abrir más de una hectárea de espacio libre en el centro de la ciudad es, sin duda, un hito urbanístico a tener en cuenta”.
El alcalde, Gabriel Cruz, ha defendido, de hecho, el proyecto de La Joya, “más que como un proyecto de los propietarios, como un proyecto de ciudad, de un modelo y una forma de hacer las cosas”. También dice Cruz que hay aquí un ejemplo de compatibilidad del desarrollo urbano con la protección de la historia y la identidad de Huelva. “Tenemos que hacer compatible todo lo que tenga que ver con el desarrollo económico con hacer de Huelva una ciudad mucho mejor, mucho más amable, transitable y sostenible”.
“Aquí se ha demostrado, con el trabajo de la Junta de Compensación y de Ánfora, que esto es posible. Y que éste es un modelo que tenemos que aplicar y extrapolar a los grandes proyectos”, ahonda el regidor onubense.
Precisamente, el trabajo de la empresa Ánfora, con su actuación desde 2015 para realizar un diagnóstico arqueológico de todos los terrenos, se ha convertido en piedra angular del proyecto en Cabezo de la Joya. Aseguraba ayer su responsable, Diego González Batanero, que la actuación urbanística “sin duda” no va a afectar a la necrópolis de Tartesos.
“Lo hemos demostrado en los informes que hemos presentado a la Administración: no existe hoy en día ningún daño material objetivo y real a la necrópolis”. Al margen de ésta, a “otros elementos”, aseguró, “entiendo que tampoco”. “Todavía queda investigación por hacer y esos son los flecos que nos quedan por estudiar de aquí en adelante”.
El responsable de Ánfora, discípulo de Juan Pedro Garrido Roiz, defendió en ese sentido la idea de éste de realizar en el yacimiento de La Joya “un gran proyecto de investigación internacional” y avanzó que en los próximos meses se publicarán los resultados del que está en marcha actualmente con la participación de científicos de diferentes países.
Actuación exhaustiva
Diego González, en cualquier caso, dejó claro en la presentación que se ha intervenido en la totalidad de las parcelas, con una limpieza exhaustiva, análisis de georradar y excavaciones minuciosas, priorizando en las zonas con restos con riesgo de desaparecer por la propia erosión del terreno, el crecimiento de árboles y hierbas o el derrumbe de los taludes.
El resultado del diagnóstico es un plano que se ha seguido como plantilla para evitar la construcción sobre las zonas señaladas con restos en el subsuelo, también en superficie, indicaba el arquitecto Aurelio Cazenave. Aunque el arqueólogo de Ánfora ha dejado claro que los restos detectados “no se pueden conservar in situ sino en condiciones ambientales controladas; o sea, en un museo”.
El alcalde insiste en valorar la “extrema sensibilidad” de los propietarios para plantear la revisión de la ordenación, “una operación del sector inmobiliario que se convertía en una operación de la ciudad”, que ha permitido, destaca, “la creación de un pulmón verde muy importante para Huelva”. Cazenave aclaró que “las protecciones a nivel paisajístico no están reguladas”, si bien han tratado de que el resultado de la nueva ordenación deje libre un espacio verde que “será la unión de dos zonas de la ciudad”.
Gabriel Cruz subrayaba ayer que “los retos que tenemos en Huelva por delante son de esta naturaleza”. “No podemos quedarnos en posicionamientos sectarios y demagógicos”. Y vuelve a la idea de que el proyecto de La Joya es “un ejemplo de transformación urbana perfectamente compatible y respetuosa con la imagen de Huelva”.
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