Psicología y Salud: Las amistades tóxicas también existen
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Cómo identificar una relación de amistad que puede estar afectando tu bienestar emocional y salud mental
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Las amistades suelen ser un pilar fundamental en nuestra vida, brindándonos salud emocional y bienestar. Sin embargo, a veces existen algunas amistades que no cumplen esta función saludable. Diversos estudios han demostrado que el 83 % de las personas encuestadas han sufrido o experimentado, al menos una vez en la vida, una amistad tóxica o agobiante. Al igual que existen parejas tóxicas, también hay amistades tóxicas. Cuando hay relaciones conflictivas en las amistades, estas pueden afectar la salud mental, ya que generan estrés, ansiedad y síntomas depresivos, entre otros problemas.
Una amistad tóxica generalmente está conformada por amigos que no han evolucionado emocionalmente. Estas personas suelen sentirse inseguras, egoístas y dependientes. Como resultado, tienden a relacionarse de manera absorbente, agobiando a los demás, lo que provoca estrés y depresión en quienes los rodean. Por esta razón, las amistades también tienen la capacidad de generar graves consecuencias a nivel psicológico.
Identificar una amistad tóxica es más difícil que reconocer una pareja tóxica, ya que solemos normalizarla, aceptarla y justificarla, argumentando que "es así, pero lo quiero porque es mi amigo o amiga". Esto sucede, entre otras razones, porque una amistad no afecta de manera directa las decisiones importantes que tomamos, a diferencia de lo que ocurre en una relación de pareja.
El psicólogo Héctor Lazo sugiere que existen señales características a las que podemos prestar atención para identificar una amistad tóxica:
- Envidia y enfado ante los éxitos ajenos: Cuando cuentas algo bueno que te ha sucedido, notas en su expresión que le molesta que te vayan bien las cosas.
- Negatividad constante: Son personas muy negativas, que se quejan todo el día y adoptan una actitud victimista. Siempre están tristes y todo parece ser un peso para ellas, lo que resulta agotador.
- Soberbia y menosprecio: Suelen menospreciar a los demás, ya que se creen superiores.
- Control dictatorial: Estas personas imponen su manera de hacer las cosas de forma tajante, lo que genera miedo a expresar lo que realmente piensas, ya que se enfadan mucho si no se hace lo que quieren.
- Narcisismo: Piensan que siempre tienen razón y que los demás están equivocados. Creen que son perfectos y que las cosas deben hacerse a su manera, ya que, según ellos, son los únicos que saben cómo hacerlas correctamente.
- Manipulación y engaño: Utilizan la manipulación e incluso el engaño para conseguir sus propósitos y salirse con la suya.
- Generación de cotilleos: Les gusta generar rumores negativos sobre los demás para infundir temor en sus amigos y así evitar que hablen mal de ellos.
En cuanto a la diferencia entre amistades tóxicas de mujeres y hombres, generalmente, las mujeres tóxicas tienden a acaparar la atención, ser absorbentes y tratar mal a sus amigas, utilizándolas para desahogar sus problemas. En cambio, las amistades tóxicas entre hombres suelen ser más agresivas, críticas, egocéntricas y narcisistas.
Como hemos mencionado, las relaciones tóxicas en las amistades generan un impacto significativo en la salud mental de las personas, ya que estas relaciones suelen tener dinámicas muy negativas que afectan nuestro día a día. Algunos ejemplos de cómo nos afectan son:
- Aislamiento social: Las amistades tóxicas suelen querer exclusividad y buscan aislar a sus amigos socialmente para tener mayor control. Esto provoca que la persona se aleje de sus familiares y otros amigos debido a la presión ejercida por la amistad tóxica.
- Baja autoestima: La manipulación y las críticas negativas reducen la confianza en uno mismo, lo que baja la autoestima.
- Estrés persistente: Estas amistades generan un ambiente de tensión durante las interacciones, lo que aumenta la ansiedad social.
- Dependencia emocional: Este tipo de amigos te hacen creer que los necesitas para ser feliz, generando una constante necesidad de su aprobación.
- Ciclo de abuso verbal: No solo existe abuso emocional, sino también verbal. Las fases de tensión y reconciliación hacen que te enganches más a la relación tóxica.
Tendemos a justificar el comportamiento de estas personas, lo que dificulta poner fin a la relación, ya que minimizamos el daño que nos hacen. Las amistades tóxicas buscan controlar todo a su alrededor, invadiendo los espacios y la privacidad de los demás, y utilizan palabras hirientes para dañar la autoestima. Esto genera una sensación constante de vulnerabilidad que el amigo tóxico aprovecha para manipular y generar miedo, mostrándose enojado sin motivo aparente.
Además, carecen de empatía y no comprenden las emociones o sentimientos de los demás, adoptando el papel de víctima para no asumir ninguna responsabilidad.
Si te identificas con alguna amistad de este tipo, es importante que sepas que estas personas no cambian. Te recomiendo que tomes distancia, porque “todo lo que no suma, resta”.
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