Psicología y Salud: ¿Cuándo es conveniente el contacto cero?

El contacto cero es una técnica que se utiliza cuando hay una ruptura de pareja. En algunos casos, es realmente necesaria debido a la dependencia emocional que puede existir en la relación. A veces, solo una de las partes tiene esta dependencia emocional, pero en otras ocasiones, la dependencia es mutua.

La dependencia emocional, como sabemos, funciona como una droga y genera un síndrome de abstinencia. Por eso, muchas veces, cuando hay una ruptura, las parejas vuelven una y otra vez. El problema no es volver, porque si la pareja decide hacerlo, es algo perfecto. El verdadero problema surge cuando una pareja realmente no quiere volver, pero lo hace porque siente esa dependencia emocional, a pesar de que sabe que la relación ya no le aporta nada positivo o no le conviene.

Si hay dependencia emocional, en mi opinión, siempre será necesario el "contacto cero". Romper la relación puede resultar muy difícil, desengancharse de la persona cuesta mucho trabajo, y, como mencioné antes, funciona como una droga. Pensar que se puede tener un "pequeño contacto" sin quedar enganchado nuevamente es un gran error.

¿En qué consiste el "contacto cero"? Se trata de un período en el que hay que suprimir cualquier tipo de contacto con la expareja. No solo con la pareja, sino también, en ocasiones, con otras relaciones profesionales o personales que se hayan vuelto tóxicas para ambas partes.

Por eso, el contacto cero muchas veces es de gran ayuda, aunque la otra parte no esté de acuerdo. El ciclo de romper y volver, una y otra vez, desgasta nuestra autoestima y salud mental.

El contacto cero implica cortar cualquier contacto con la expareja, ya sea a nivel físico, por redes sociales, WhatsApp, o incluso avisando a amigos en común y familiares para que no te cuenten nada sobre esa persona. Es importante evitar lugares donde solías ir con tu expareja y, si has quedado con amigos en común, intenta averiguar si esa persona va a estar presente, porque deberás evitar coincidir durante un tiempo.

Revisar fotos, recuerdos, canciones o cualquier estímulo que te recuerde a esa persona también debe evitarse. Hay que pasar por el "mono" o síndrome de abstinencia emocional.

El duelo por la ruptura, como sabemos, suele durar al menos seis meses. Este es el tiempo mínimo para que una persona pueda ver a su expareja y no sentir el impulso de volver, con una carga emocional y un vínculo mucho menor. Es un proceso que cuesta mucho, ya que estamos acostumbrados a tener contacto diario, pero cuando la relación ya no tiene solución y el amor ha desaparecido, es importante dejar ir. Cuando el sufrimiento supera al amor, hay que soltar. En estos casos, el contacto cero es crucial al principio, porque ayuda a reducir la ansiedad.

Si decidimos aplicar el contacto cero, debe hacerse de manera tajante. Cuando no se lleva a cabo de forma estricta, es mucho más difícil, ya que el "enganche" se vuelve mayor. El ciclo de volver y dejarlo se convierte en un refuerzo intermitente que genera aún más dependencia.

Este no es un paso fácil de dar y no todos están dispuestos a hacerlo. En consulta, suelo animar a las personas que se sienten muy atadas emocionalmente a sus parejas y que están seguras de que quieren dejarlas. No todo el mundo necesita hacerlo, ya que hay personas que lo tienen muy claro y parejas más maduras que no tienen problemas en romper el contacto temporalmente, porque no sienten ningún impulso hacia sus exparejas. Es como mencioné: es un síndrome de abstinencia, y hay que pasarlo.

Lo que está claro es que la persona debe estar decidida y tener claro que quiere aplicar el contacto cero, de lo contrario no servirá de nada. Hazlo solo si te sientes capaz y ves que tiene más beneficios que no hacerlo. Pero, si decides hacerlo, llévalo a cabo correctamente y busca actividades que no estén relacionadas con tu expareja.

¿Cuándo es recomendable aplicar el contacto cero? Sobre todo, cuando ha habido una relación agotadora que ha desgastado emocionalmente. Algunas personas lo utilizan para intentar generar deseo en la otra persona, como si, al echarte de menos, va a volver. Pero ese no es el propósito del contacto cero; su objetivo es tener una ruptura lo más sana y rápida posible, para no alargar el sufrimiento innecesariamente.

¿Cuáles son los errores más comunes al hacer contacto cero? Las parejas suelen idealizar el pasado. Uno se acuerda solo de lo bueno, pero no de los últimos meses de sufrimiento y deterioro de la relación. Hay que intentar recordar por qué decidiste dejar a tu pareja, y concentrarse en los motivos más recientes, no en cómo era al principio. Esa persona ya no es la misma con la que empezaste, sino aquella con la que terminaste.

Darle muchas vueltas a lo ocurrido ("¿Por qué pasó?", "¿Qué hice mal?", "¿Podría haber sido diferente?") es una forma de martirizarse que no ayuda en absoluto. Al contrario, hace que sigas enganchado.

Algunas personas no aceptan la ruptura, lo que las lleva a querer seguir en contacto con su expareja a toda costa. Sin embargo, aplicar el contacto cero te ayuda a hacerte a la idea de que realmente se ha terminado y que no hay vuelta atrás. Los pensamientos negativos y recurrentes sobre volver disminuirán. Como dice el famoso refrán: "Ojos que no ven, corazón que no siente".

El contacto cero no es solo a nivel físico o en redes sociales, sino también a nivel mental. Hay que intentar pensar lo menos posible en esa persona.

Si hay hijos en común, el contacto cero también es posible, pero limitando las interacciones solo a temas relacionados con los hijos. En caso de ser compañeros de trabajo, se debe limitar el contacto únicamente a temas profesionales.