El Punto: donde la Huelva de ayer y de hoy se funden entre monumentos insignes

El Punto es lugar de encuentro, lugar de referencia y nexo de unión en la capital. Es uno de los núcleos urbanísticos más emblemáticos, un entramado de historia antigua y nueva que fusionadas entre sí dibujan la más pura esencia de Huelva.

Desde este "punto" comenzaba el entramado de calles. Una vez se llegaba a él, quedaba atrás la zona de campo que más tarde daría lugar a la populosa barriada de El Polvorín y a la expansión de la ciudad. Fue denominado así porque era el lugar donde se encontraba el Fielato y se pagaban los impuestos de consumo por todo aquello que le llegaba a los onubenses. El otro se situaba en Cardeñas. Con ambos quedaban controladas las dos entradas por tierra.

Era el acceso desde la denominada Carretera de Sevilla, que se adentraba hasta el antiguo Ayuntamiento y hoy es el el trazado que une Berdigón hasta Concepción, y de ahí por Mora Claros hasta la calle Puerto, pasando antes por el Palacio de los Medina Sidonia, en la calle a la que dieron nombre. Hasta él llegaba la llamada Carretera del Odiel, actual avenida de Italia, que constituyó la salida necesaria para la actividad portuaria, paralela de alguna forma desde finales del siglo XIX a la línea férrea de la antigua Estación de Sevilla. En los años cincuenta el nuevo trazado de la ciudad en la calle de Enmedio dio paso a la Gran Vía. En El Punto confluirían así, a partir de ese momento, tres arterias: la Carretera del Odiel, la de Sevilla y la nueva Gran Vía. Hoy en día, acerca al ciudadano a la nueva estación de Renfe, situada de manera próxima a la Alameda Sundheim.

A partir de los años 50 también se edificaron los grandes bloques de viviendas característicos de la zona y bautizados con alusiones colombinas. El edificio Yañez-Pinzón, el conocido popularmente como el de la cafetería Antón; el Carabela Santa María, en la esquina con la Gran Vía, diseñado por Eleuterio Población Knappe, de 1968. Y algo más tarde, el antiguo Brasil Grande pasó a convertirse en solar donde levantar el actual complejo de viviendas del Parque América.

El Punto continúa siendo un sitio de referencia para los onubenses. La entrada de la ciudad y el lugar donde se ubican dos emblemas patrimoniales de Huelva: la Casa Colón y el Monumento a la Virgen del Rocío en la popular plaza que hace tan solo unos meses fue remodelada haciéndose aún más accesible al ciudadano. Además, El Punto conecta el extrarradio con el corazón de la capital, siendo lugar de paso obligado para turistas, visitantes y onubenses en busca de opciones de ocio y restauración. Fue el sitio donde estuvo ubicado el histórico Kiosco de Isidro, de la familia del célebre cantaor Paco Isidro, Francisco Barrera García. En la actualidad, cada vez son más las nuevas y variadas opciones de restauración que se pueden encontrar a lo largo de la Gran Vía que une El Punto con la Plaza de las Monjas.

El Monumento a la Virgen del Rocío

El Punto es desde el 20 de marzo de 2011 un poco más rociero, tras inaugurarse un monumento convertido ya en emblema de la ciudad. El monumento dedicado a la Virgen del Rocío fue el fruto de un trabajo de seis años por parte del escultor Elías Rodríguez Picón y fue realizado gracias a la aportación de un grupo de personas de Huelva.

Realizada en bronce patinado, la escena escultórica representa un momento de la procesión de la Blanca Paloma, el Lunes de Pentecostés, con la Reina de la Marisma llevada a hombros por 60 almonteños. La obra tiene unos 4,3 metros de altura, con 4,5 metros de fondo y tres metros de ancho, con un peso aproximado de 6.000 kilos. Este monumento entraña multitud de detalles significativos, como las medallas de las hermandades de Huelva y Emigrantes.

La Casa Colón, buque insignia del legado inglés en Huelva

Fueron los ingleses los que inauguraron la primera pista de tenis en la ciudad de Huelva, que se ubicó en el antiguo Hotel Colón en 1886 (lo que actualmente se conoce como la Casa Colón). Este edificio fue construido entre 1881 y 1883 por la necesidad que existía en la ciudad de crear un hotel acorde a las necesidades que se demandaban por la capital. Tras el IV Centenario del Descubrimiento de América dejó de ser hotel para ser un edificio de oficinas y residencia que se rebautizó con el nombre actual de Casa Colón. En el año 1930, el edificio se volvió propiedad de la empresa Explosivos Riotinto, hasta el año 1986, que pasó a ser parte de Huelva.