Realizan las catas previas para la unión de los dos tramos del Muelle de la Río Tinto de Huelva

El periodo de ejecución de la actuación es de seis meses, se prevé que en verano las dos partes de la construcción queden unidas

Las maderas del tramo de tierra del Muelle de la Río Tinto de Huelva presentan un gran deterioro

Catas previas a las obras de unión del Muelle / Josué Correa

Realizan las catas previas al inicio de las obras de unión de los dos tramos, el de agua y el de tierra, del Muelle de la Río Tinto. Se están llevando a cabo las catas para comprobar el trazado de las líneas de servicios. Las obras se iniciarán con la ejecución de los micropilotes (previa excavación y desvío de servicios). Donde se proyecta la cimentación de las columnas de lado de tierra hay numerosos servicios afectados. Para su evaluación precisa ya se realizaron en su día dos catas en la zona donde se registraron líneas de alumbrado, comunicaciones y de saneamiento, que será necesario desviar. La disparidad entre el trazado previsto de las líneas de servicios afectados y el que se pudo comprobar en estas catas aconsejaron que se realizara una excavación previa completa de la zona, con carácter previo a la introducción de los micropilotes.

La UTE Seranco, S.A.U–Vialobra, S.L. es la encargada de acometer la unión de los dos tramos del Muelle de la Río Tinto. Las obras, recogidas en el Plan de Inversiones vigente del Puerto de Huelva 2023-2027, fueron adjudicadas a esta unión temporal de empresas por una cuantía de 709.889,68 euros. El acuerdo se formalizó el pasado 27 de noviembre y el plazo de ejecución de la actuación es de seis meses. La previsión es que esté concluida para el verano de 2025. La finalidad es la unión integral de los dos tramos del Muelle Cargadero Mineral dándole continuidad respetando la estética de esta emblemática joya de la arquitectura, declarada Bien de Interés Cultural (BIC). El tramo de unión deberá ser distinguible de los existentes.

Al ser la avenida Francisco Montenegro una vía de circunvalación de la ciudad y de acceso al Puerto, la unión del Muelle de la Río Tinto se hará desde el nivel superior y se garantizará un mínimo de 5.50 metros de altura para permitir el paso de vehículos pesados por esta gran artería de la urbe. La estructura metálica de soporte principal estará constituida por dos cerchas separadas 3,65 metros, formadas por planchas y chapas planas. Estas dos cerchas se apoyarán sobre pilares tubulares. Las dos celosías se reforzarán transversalmente con cruces de San Andrés en todos los apoyos y se repetirá cada cierta separación. La estructura de transición entre las cerchas de soporte y el tablero estará formada por una sucesión de vigas. Conformará el tablero un entarimado de prfv (poliéster reforzado de fibra de vidrio imitación madera) montado sobre chapa galvanizada y apoyará sobre dos vigas en celosía a través de vigas longitudinales y transversales también metálicas.

La barandilla será similar a la existente y se complementará con un panel de cristal traslúcido para cumplir con las recomendaciones de seguridad. La pasarela se proyecta en acero. La solución propuesta para dotar de continuidad los dos tramos existentes del Muelle Cargadero de Mineral en su nivel superior se realiza manteniendo el mismo ancho del tablero actual, 5,65 metros. El vano central es simétrico de 22,52 metros de longitud total y salva el cruce sobre la avenida Francisco Montenegro apoyando en dos grupos de dos pilas que se ubicarán a una separación de 5,25 y 11,72 metros respecto de las pilas en los tramos de agua y de tierra respectivamente. Para minimizar la transmisión de cargas a la infraestructura original se ha optado por una cimentación de pilas mediante micropilotes excavados.

El Muelle Cargadero de Mineral se construyó en 1874, entrando en funcionamiento dos años después, en marzo de 1876. El embarcadero estuvo cerca de un siglo operativo, hasta mayo de 1975, fecha en la que se cargó el último buque, por aquella época entró en servicio un nuevo cargadero de mineral construido por el Puerto. Fue en la década de los setenta, en la que se demolió el tramo central para permitir el paso de los camiones por la avenida Francisco Montenegro. El muelle quedó totalmente abandonado.

En 1990 el Ayuntamiento redactó el proyecto de rehabilitación de la construcción, que se acometió en tres fases, la primera se inició en 1991. Primero se arregló parte del tramo de tierra, luego se restauró la zona que se adentra en la ría y finalmente se actuó en la última parte del tramo de tierra, el que lo conectaba con las viejas vías del ferrocarril. El restaurado Muelle de la Río Tinto se reinauguró en 2007 con sus tres niveles recuperados y quedó pendiente la unión de los dos tramos.

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