La obra de restauración de Fuente Vieja finaliza su primera fase con la incorporación de pasarelas y reparación del pavimento
Desde el año 1992, "poco se había hecho con respecto a la conservación de este espacio"
Las actuaciones han incluido dos áreas de intervención que pretenden convertirlo en "un mirador privilegiado de la ciudad"
El agua de la Fuente Vieja
Huelva/Fuente Vieja, enclave natural que conecta el Conquero con el barrio de Las Colonias, ha sido la fuente que ha provisto de agua a distintas civilizaciones durante más de 2.000 años.
Un emplazamiento único que ha servido como espacio de debate, de abastecimiento de agua y, fundamentalmente, núcleo de vida social de la ciudad, tenía que comenzar-en palabras de Rocío Rodríguez, arqueóloga municipal- a ser devuelto a la "gente de Huelva".
Las primeras intervenciones se remontan a la década de los 90 -por parte de la Diputación Provincial de Huelva- pasando por manos de distintas entidades (Ayuntamientos e instituciones como la Universidad de Huelva) que "han trabajado en conocer sus técnicas constructivas y su desarrollo histórico a lo largo de los tiempos".
El único acceso hasta el acueducto romano de la ciudad de Huelva ha sido un "espacio desconocido por parte de la población". Con motivo de poner en valor su importancia histórica, los equipos de gobierno pusieron en marcha "una llamada de atención" a través de trabajos voluntarios.
Distintos colectivos de la ciudad -desde mayores hasta pequeños- se movilizaron incorporándose al proyecto, realizando de forma paralela a través de ellos un trabajo de divulgación acerca de la fuente milenaria.
En palabras de Pilar Miranda, la alcaldesa de Huelva, durante la inauguración de las obras del entorno "el siguiente objetivo es conseguir que -además de para los investigadores- Fuente Vieja sea también un tesoro para todos los onubenses y visitantes a la ciudad."
Intervenciones a lo largo de la Historia
Las intervenciones que se han llevado a cabo en el entorno de la fuente son resultado de, según la arqueóloga, un largo proceso que comenzó como un "proyecto humilde".
Atendía a una demanda ciudadana de un espacio que había sido maltratado y descuidado durante décadas. "Pusimos todos los esfuerzos que teníamos en ese momento y montamos un trabajo de voluntariado para dar cabida a todas las personas interesadas en que la Fuente Vieja se pusiera en valor".
En 2012, momento en el que comenzó a resurgir el interés ciudadano por recuperar el espacio de la Fuente Vieja, seguía tratándose de un lugar semi-abandonado de la capital.
"Durante tres años, veníamos hasta este sitio con voluntarios que colaboraban en el proyecto de recuperar este icono del patrimonio natural de Huelva". "Poco a poco, llegaron los fondos europeos y se pudieron obtener los recursos para hacer las obras de acondicionamiento (tanto en Manuel Siurot como en Fuente Vieja)".
Desde el año 1992, poco se había hecho con respecto a la recuperación de este espacio. "Ahora, hemos puesto una semilla y no queremos dejarla morir: hay que seguir trabajando y buscando medios para hacer muchas intervenciones que aún quedan por hacer."
Obras llevadas a cabo
El objetivo era, según Noelia Melara, directora técnica de la restauración de la Fuente Vieja, "subsanar el estado de degradación en el que se encontraba", además de la puesta en valor del lugar.
Una de las actuaciones ha sido trabajar sobre los tres pavimentos que cobijan la salida de agua, además de acondicionar uno de ellos en el que "solo quedaba un último peldaño de bajada".
Se ha tratado de "respetar en lo posible la imagen natural", interviniendo también sobre los tres caños: anteriormente, uno de los dos se encontraba en desuso. El otro, aunque sí estaba habilitado, "era deficiente".
El proyecto ha supuesto una inversión cercana a los 700.000 euros incluidos en la EDUSI de Huelva: Regeneración de su Pulmón Verde y Social, que cuenta con la cofinanciación procedente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), dentro del Programa Operativo de Crecimiento Sostenible (POCS) 2014-2020.
Las actuaciones han incluido dos áreas de intervención: una de ellas en la cornisa superior del cabezo del Conquero, donde estaba la antena de telecomunicaciones, para convertirlo en "un mirador privilegiado de la ciudad".
Las obras han incorporado la conexión con la avenida Manuel Siurot, mediante caminos peatonales y se han construido unas bancadas a diferentes alturas completando el proyecto con jardinería, alumbrado público tanto con la implantación de farolas como de focos hacia el cabezo y una pérgola.
Los trabajos realizados para la estabilización y protección del cabezo han sido elaborados mediante "técnicas muy naturales y respetuosas". Entre ellos, la construcción de un muro de contención que ejercerá de contenedor natural, además de un muro de hormigón, "creado para retener el agua y controlar la erosión", garantizando la alimentación al acuífero de la Fuente Vieja.
En cuanto al ámbito relativo a la Fuente Vieja y el entorno del acueducto hasta su conexión con la finalización de la calle Menéndez Pelayo, con la intención de poner en valor su contenido arqueológico y natural, el proyecto tenía como objetivo prioritario posibilitar la accesibilidad de los ciudadanos y el encauzamiento del agua que mana de la fuente.
Para ello se ha rehabilitado la antesala de acceso que conforma el tramo final de la calle Menéndez Pelayo, a modo de plaza. Asimismo, se ha conectado en este punto, la parte baja y la parte alta de la ciudad, mediante caminos sobre el terreno, con escaleras y la incorporación de pasarelas.
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