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Los retos del nuevo curso municipal

Política municipal

La vuelta de las vacaciones traerá la redacción de la revisión del PGOU y el nuevo proyecto de Fertiberia para los fosfoyesos, que marcarán este primer año en el nuevo mandato de Cruz

Pleno con la nueva composición surgida tras las elecciones de mayo. / Canterla

Hablaba Gabriel Cruz en enero, en la celebración del último día de la ciudad, del objetivo de conseguir “una Huelva moderna, pujante, que crezca, se desarrolle y sea una Huelva feliz, que es lo que queremos todos”. Ponía así el alcalde en el horizonte el modelo de ciudad que pretende. Y es también el leitmotiv en su mandato, el segundo, supuestamente el último; también el de la confianza que le da el respaldo electoral de mayo y que allana el camino para su propósito.

Empieza el nuevo curso político en el Ayuntamiento y empiezan cuatro años de mayoría absoluta socialista, vista con recelo por la oposición, aunque ya se haya lanzado un mensaje de continuidad al consenso general que marcó el anterior periodo de sesiones.

La resaca electoral ha durado más con el periodo estival. No ha habido parálisis, más allá del respiro que se da la ciudad tras los fuegos de Colombinas, pero el punto de partida no ha llegado hasta esta semana, con el cambio de mes, con la llegada de un septiembre que aventura un curso apasionante. Aquella confesión etérea del modelo de Gabriel Cruz para la capital de la provincia debe empezar a concretarse en una serie de frentes abiertos que serán decisivos para la configuración de la ciudad que habrá en 2023.

Mucho tendrá que ver en ello –en la práctica, seguro– la revisión del PGOU. Es quizá el más ambicioso de los proyectos encima de la mesa. También es el más inmediato. Porque a este mismo mes se apunta el trámite de la salida a licitación de su redacción. Caerá, probablemente, en unos días, después de que el verano haya servido para pulir algunos aspectos técnicos previos al importante paso que se debe dar. De él depende la configuración de ciudad, no sólo para los próximos cuatro años. Será el avance más significativo desde la propia redacción del Plan, y en ello irán dos obsesiones que ha confesado el alcalde durante su primer mandato: la compactación de los barrios y la integración de las zonas degradadas de la ciudad.

El primer adelanto se dará ahora, aunque su desarrollo marcará en buena medida esta legislatura, en la que se arrojará luz y empezarán a tomar forma los modelos urbanos teóricos deseados.

Balsas de fosfoyeso con la ciudad al fondo. / Alberto Domínguez

La otra patata caliente que hay que coger ahora, nada más volver a la actividad, será el proyecto de rehabilitación de las balsas de fosfoyeso. Es en septiembre cuando Fertiberia debe presentar un nuevo proyecto encargado a una consultora externa de prestigio. El resultado definitivo deberá pasar por la Mesa de Participación de los Fosfoyesos, que tiene pendiente su convocatoria por parte del alcalde este mes. Probablemente no lleguen a tiempo para esta reunión pero serán los expertos los que deban pronunciarse sobre las nuevas conclusiones presentadas. El alcance de este informe y la consecución de fondos para financiar las investigaciones del comité técnico debe centrar la agenda de trabajo de los próximos meses.

Hay mucho pendiente en materia urbanística, y en ello tiene un papel importante El Ensanche, donde este otoño podrían empezar las obras de un segundo edificio de viviendas y, más importante, el diseño del Parque del Ferrocarril, en ese espectacular corredor ganado con el derribo del muro del Matadero y la construcción de la nueva estación de trenes.

Junto a esos terrenos debía levantarse para este curso el colegio público cuya construcción depende de la Junta de Andalucía, con la presión que empiezan a ejercer los colectivos de docentes y los vecinos de Pescadería, que demandan con urgencia más dotaciones.

Colaboración con el Puerto

Serán estos unos meses importantes para el imparable acercamiento de la ciudad a su ría a través de los proyectos que ha puesto en marcha el Puerto de Huelva. La Ciudad del Marisco será lo primero en tomar cuerpo, unido al derribo de naves en la zona de Astilleros y a la completa restauración del Muelle de Levante, que prolongará el Paseo de la Ría y será el gran balcón del centro de la ciudad hacia su paisaje fluvial.

Todos esos proyectos, de amplio horizonte, necesitarán de un entendimiento total previo entre el Puerto y el Ayuntamiento, que deberá ser también decisivo en alguno de ellos. El hecho de que la Presidencia de la Autoridad Portuaria recaiga ahora en la popular Pilar Miranda, lejos de alejar posturas, debería contribuir a acercarlas por su pasado reciente como parte del Pleno municipal.

La inclusión del Puerto de Huelva en el Corredor Atlántico, dentro de la Red Transeuropea de Transporte, debe servir, además, para que ambas instituciones vayan de la mano en la demanda de infraestructuras para la provincia.

La continuación del trabajo del 15-M debe mantener viva la reivindicación de las infraestructuras

El alcalde, Gabriel Cruz, ya se significó durante todo el curso pasado al liderar junto al presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, una reivindicación de numerosos agentes sociales que desembocó en la manifestación del 15 de marzo pasado. Se dijo entonces que el camino empezaba ahí, y ahora son más que esclavos de sus palabras para continuar el trayecto en el objetivo de conseguir inversiones fundamentales para Huelva, como la llegada del AVE, el desdoble de la N-435, el tren de Zafra o el desbloqueo administrativo del proyecto de aeropuerto privado.

Ya hay una nueva plataforma ciudadana, ajena a aquel movimiento del 15-M, que ha decidido tomar este verano el control de las reivindicaciones, por lo que la presión arreciará cuando la actividad política se retome. Y el Ayuntamiento de la capital, como líder natural en la provincia, está llamado a seguir dando pasos al frente.

La buena sintonía entre administraciones será una de las claves este curso. Porque del buen entendimiento con la Junta de Andalucía dependerá que las obras del Museo Arqueológico en el antiguo Banco de España se desarrollen de forma correcta. También que se retomen las del centro de salud de Isla Chica y de la reforma del antiguo edificio de Hacienda, en manos del Gobierno andaluz, pero causante también de fricciones justo antes del periodo vacacional.

Edificio del antiguo mercado y comisaría en el Paseo Santa Fe. / Josué Correa

La reforma del edificio de Santa Fe es otra cosa. En abril se consiguió una subvención del Ministerio de Fomento con cargo al programa del 1,5% cultural, por lo que serán 2,65 millones de euros de los 3,5 en que el Ayuntamiento presupuestó la rehabilitación del edificio cuya declaración BIC en el anterior mandato ha sido determinante para avanzar.

Por lo pronto sólo se procederá a consolidar la estructura y a recuperar la edificación, sin que haya trascendido más que el “uso sociocultural” al que apuntaba el alcalde en campaña electoral, sin más definición. Se entiende que una vez esté rehabilitado, el paso siguiente será decidir su contenido. Este año, en cualquier caso, no llegará: en mayo se licitó el proyecto de la obra por 220.000 euros y pronto se deben tener noticias en este sentido.

Debe definirse también en los próximos meses el proyecto de restauración del Mercado de San Sebastián, pendiente de la recuperación del edificio y, antes que eso, de la reubicación provisional de los detallistas, que ha sido uno de los quebraderos de cabeza para el Gobierno socialista en el último año.

Los fondos Edusi europeos propiciarán la recuperación de muchos puntos en barriadas como La Orden, donde ya se empezó a ejecutar la reforma de la Plaza de los Templetes, igual que la Plaza de Andalucía, aunque el proyecto estrella será la reforma del entorno del Santuario de la Cinta que abrirá un nuevo mirador en la ciudad hacia su ría en El Conquero.

Queda pendiente, además, una solución al Recreativo, que igual ha provocado más de un desvelo en el equipo de gobierno. Las puertas están abiertas a posibles compradores pero desde el Ayuntamiento ya se ha mostrado que no se hará ninguna operación sin garantías para este otro BIC de la capital.

Planes capitales

Antes llegará, si no en septiembre, este otoño, la firma del convenio entre el Ayuntamiento y la Junta para poner en marcha el Plan Turístico de Grandes Ciudades en Huelva, que ha sido pionera en lograr su aprobación tras el trabajo de la anterior Concejalía de Turismo. La vigencia del plan es de cuatro años pero este curso se pondrá en marcha con una importante inyección económica que permitirá reforzar el destino turístico de la capital.

La presentación de los presupuestos sigue pendiente para la vuelta del verano

También debe ver la luz el Plan de Movilidad, para el que una consultora externa tiene seis meses para su elaboración. Será uno de los ejes de la ciudad sostenible que encaja en ese modelo urbano que maneja el Gobierno socialista.

Pero para poner en pie muchos de estos proyectos, la Corporación deberá afrontar antes la aprobación de unos presupuestos que siguen pendientes. Desde la oposición ya se mete presión para que el equipo de gobierno los saque cuanto antes. El año pasado fue en agosto cuando se celebró el pleno extraordinario para su aprobación; ya va un mes de retraso respecto a 2018 pero todo apunta a que llegarán en breve. Los planes para la disminución de la deuda dependen en gran medida de ello.

La difícil tarea de una oposición en minoría

Reto este año el que tiene ante sí la oposición en el Ayuntamiento de Huelva. Las elecciones han configurado un escenario de mayoría absoluta socialista, restando fuerza, indudablemente, al resto del grupos, en el Plenomás atomizado que se recuerda, con la irrupción de nuevas fuerzas y la disminución del peso de otras. Desde la misma noche electoral se expresaron los temores a un gobierno de la ciudad a espaldas del resto de partidos; también la confianza en que el buen talante mostrado en el primer mandato de Gabriel Cruz prolongase el consenso en los plenos, que se ha generalizado desde 2015. El desarrollo de este mandato es una incógnita de momento, aunque los grupos de la oposición tienen la difícil tarea de hacerse valer en minoría y superar una composición plenaria multicolor y con varios factores a tener en cuenta. La nota más llamativa, sin duda, la manera en que se ha desinflado el principal grupo, el del Partido Popular, hasta hace cuatro años en un Gobierno de Pedro Rodríguez que parecía infinito, hasta que llegó Gabriel Cruz e hizo buenos los cuatro años previos de trabajo en la oposición para hacerse con esa Alcaldía que tantos cadáveres dejó por el camino a su conquista. Estas últimas elecciones de mayo han reducido a su mínima expresión el Grupo Popular, con cuatro concejales y una bicefalia amistosa con la candidata Pilar Marín y el nuevo portavoz municipal, Jaime Pérez Guerrero, que no debería generar nuevos cismas en el grupo. Han sido los más activos en este mes de agosto de tradicional descanso, y andan con ganas, con las pilas puestas para empezar cuanto antes el camino de la reconstrucción. Este curso que ahora comienza debe ser clave para mostrar sus cartas en el desarrollo de estos cuatro años por delante. Tienen su modelo de ciudad y ya han mostrado que están vigilantes: la demanda del presupuesto es uno de sus primeros caballos de batalla. Ciudadanos ha repetido los resultados electorales y también aquí, entre un panorama interno revuelto en el partido, el candidato, Néstor Santos, no será la cabeza visible y sí un experimentado Guillermo García de Longoria, que cambia de color en el Pleno y promete dar mucho juego desde el primer momento. Adelante Huelva unió las fuerzas de Izquierda Unida y Participa y presentó como cabezas de cartel a los ya ediles Jesús Amador y Mónica Rossi, que ejercerá de portavoz y que ya en el pleno de constitución avanzó que ofrecerá una oposición razonada y con un compromiso social inequívoco. Mesa de la Ría, en esta línea, cobra fuerza con un edil más, que le vendrá bien, sobre todo, ahora que se abordará este año el futuro de las balsas de fosfoyeso, para el que es una de las voces más activas. La incógnita, y a la vez la novedad, llega con Vox, que irrumpe en el plenario también con dos ediles, con un expopular al frente, Wenceslao Font, llegado como independiente con el propósito de hacer una política cercana a los colectivos sociales, fruto de su experiencia previa, y alejada, en principio, de las tesis nacionales del partido.

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