Los Reyes Magos y la Estrella de la Ilusión llenan de esperanza a los niños hospitalizados y a los ancianos de Huelva este 5 de enero

Cada cinco de enero la ilusión se convierte en el lenguaje universal de niños y mayores. La llegada de los Reyes Magos supone un soplo de aire fresco para comenzar el año. Un día en el que la esperanza se alza como motor de una sociedad que deja a un lado sus diferencias para centrarse en el generoso acto de entrega a los demás. Una entrega que, en la mayoría de las veces viene dada en forma de regalos pero que, en otras, se disfraza con corona y ropajes reales.

Y eso es precisamente lo que hacían Sus Majestades de Oriente de Huelva este 5 de enero. Un día de lo más atípico en el que, después de más de 100 años, no salían a tirar caramelos por la ciudad, sino que se ataviaban con sus mejores galas para visitar a quienes, por desgracia, no podrán celebrar tan especiales fechas con los suyos en casa.

Así, como si fueran ciudadanos de a pie y no miembros de la realeza, Sus Majestades de Oriente se subían a un autobús urbano a primera hora del domingo en Huelva para llevar regalos a los colectivos más vulnerables. Una jornada para el recuerdo que estuvo marcada por la icónica estampa de los Reyes (este 2025 encarnados por Manuel Mora, Antonio Gemio y Moisés Giraldo) y de la Estrella de la Ilusión (Carolina Marín) ataviados con sus mejores galas viajando por las calles de la capital en un autobús de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos S.A. Emtusa, tras dejar guardadas sus carrozas después de la intensa Cabalgata del 4 de enero.

La primera parada, después de ser recibidos sobre las 8:30 en el Ayuntamiento de Huelva por la corporación municipal y tras reponer fuerzas con un desayuno a cargo de la Alcaldesa, Pilar Miranda, era la Residencia de Mayores de La Orden. Allí acompañaban a los ancianos y les llevaban presentes para hacerles más amena la jornada. Una Carolina Marín deslumbrante colmaba de cariñosos gestos a los residentes, mostrándoles su afecto y su indudable agradecimiento por haber sido elegida como una de las protagonistas de la Cabalgata 2025.

El siguiente destino era la residencia María de Nazaret, en el Molino de la Vega, donde la emoción estuvo a flor de piel y los mayores, con lágrimas en los ojos, abrazaban a los Magos y su Estrella, devolviéndoles en forma de afectuosos gestos de cariño, su desbordante agradecimiento. Poco después, pasadas las 10:30, llegaba el momento de visitar la residencia de Sor Ángela de la Cruz. A su llegada, los Reyes Magos y la Estrella de la Ilusión, fueron recibidos por las monjas y se trasladaron a una de las estancias, donde se encontraban los ancianos, que vivieron un día de fiesta con la comitiva real.

La siguiente parada fue en el asilo Santa Teresa Journet. A su llegada, los abrazos entre Reyes y residentes dibujaron enternecedoras estampas para el recuerdo. Momentos que llevarán por siempre en el corazón como los vividos, minutos más tarde, sobre las 12:00 en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Una vez allí, el cortejo Real bajaba del autobús arropado por una marea de médicos, enfermeros y padres de pacientes con sus pequeños en brazos deseosos de recibir a sus altezas. Y tras saludar al personal del hospital con una intensa lluvia de caramelos, los Magos de Oriente y la Estrella avanzaban hacia la zona de Pediatría que se convertía, por unos minutos, en el epicentro de la ilusión. Bebés y niños hospitalizados cumplían así su sueño de ver de cerca y tocar, nada más y nada menos, que a los Reyes Magos y a la Estrella en el día más mágico del año.

El recorrido culminaba, momentos antes del almuerzo, en el Centro de Mayores Virgen del Rocío. Tras la última visita, los Reyes se despedían para regresar al Ayuntamiento, donde les esperaba un banquete en el Salón de Plenos antes de ponerse en marcha y comenzar la última parte de la jornada, pero no la menos importante, su última recogida de cartas antes de la gran noche en la que recorrerán todos los hogares.