Rituales de magia negra en Huelva: "Desde ese ritual veía sombras en mi casa", cuenta un hombre de la Sierra
Huelva Paranormal
Antonio, un hombre de 48 años, acude a una bruja en un cortijo de la Sierra porque tenía problemas en su matrimonio. Asegura que su mujer regresó a casa, pero "nada fue como antes"
Huelva/La magia negra se trata de prácticas esotéricas que, aunque raramente discutidas en público, forman parte de una tradición ancestral que muchos prefieren ignorar: los rituales oscuros..
La magia negra, relacionada con el uso de fuerzas oscuras para alterar el destino o causar daño, no es un fenómeno exclusivo de Huelva, pero en esta tierra ha tomado una forma particular, fusionada con creencias y prácticas heredadas de culturas de personas que llegan a la provincia desde África o Sudamérica. Esta mezcla de tradiciones ha dado lugar a un sincretismo esotérico que se mantiene vivo en la memoria popular.
Los relatos de rituales de magia negra en Huelva suelen situarse en lugares apartados, en las afueras de pequeños pueblos como Almonte, San Juan del Puerto o Bollullos del Condado, donde grupos pequeños y cerrados se reúnen al amparo de la noche para realizar sus ceremonias. Aunque la mayoría de los onubenses lo consideran parte del folclore o leyendas urbanas, algunos han tenido encuentros directos con estas prácticas.
El testimonio de un protagonista: La historia de Antonio
Antonio, un hombre de 48 años, nacido y criado en un pequeño pueblo de la Sierra de Aracena, accedió a hablar de su experiencia con la condición de mantener su identidad en reserva. Su relato arroja luz sobre lo que muchos consideran un mito, pero que para él fue una realidad aterradora.
"Todo empezó por una situación personal complicada", recuerda Antonio. "Estaba atravesando una mala racha en mi matrimonio, y un amigo me habló de alguien que podía ayudarme. No me dio muchos detalles, pero me dijo que esta persona sabía de cosas... de magia."
Siguiendo la recomendación de su amigo, Antonio acudió a un pequeño cortijo abandonado a las afueras de su pueblo, donde se encontró con una mujer mayor, a la que llamaban simplemente "la Bruja". Según Antonio, esta mujer no era una adivinadora común, sino una experta en rituales de magia negra. "La mujer me pidió que trajera una foto de mi esposa, algunos objetos personales y que no dijera nada a nadie. Acepté porque estaba desesperado", relata. "El ritual fue una noche sin luna, en medio del campo. Recuerdo que había un círculo de piedras, y en el centro colocó una especie de altar con velas negras. Ella empezó a decir palabras en un idioma que no entendí. Todo el ambiente se sentía cargado, como si el aire mismo pesara."
Antonio recuerda con claridad un momento en particular. "De repente, la bruja sacó un cuchillo y lo clavó en la tierra, justo en medio del altar. Me dijo que si seguía todas sus indicaciones, mi esposa volvería a mí. Y en cierto modo, lo hizo. Dos semanas después, ella regresó a casa, pero nada fue como antes."
A pesar de haber obtenido el resultado que deseaba, Antonio empezó a experimentar extraños sucesos. "Desde ese ritual, comencé a tener pesadillas recurrentes. Veía sombras en mi casa, cosas que no deberían estar ahí. Mi salud empezó a deteriorarse rápidamente, y todo empezó a ir cuesta abajo. Finalmente, terminé acudiendo a una iglesia en busca de ayuda."
Antonio confiesa que la experiencia lo dejó marcado para siempre. "Nunca debí haberme involucrado en algo así. Al principio, no creía en esas cosas, pero cuando estás en una situación desesperada, haces lo que sea. Ahora sé que hay fuerzas que no debemos tocar."
Aunque la mayoría de los habitantes rechazan la idea de que tales prácticas puedan tener algún poder real, hay quienes prefieren no arriesgarse. El fenómeno está envuelto en una mezcla de miedo, curiosidad y superstición. Muchas personas que han crecido en la región conocen historias de familiares o amigos que alguna vez acudieron a "sanadores" o "brujas", ya sea por curiosidad o por desesperación.
"Es algo de lo que no se habla abiertamente, pero todos conocemos a alguien que ha tenido contacto con estas prácticas", comenta María, una vecina de Almonte. "Algunos lo ven como algo folclórico, pero otros creen que hay algo más. Aquí, las fronteras entre lo sagrado y lo profano a veces se difuminan."
Mientras que los rituales de magia blanca y curanderismo son más aceptados, aquellos relacionados con la magia negra continúan siendo motivo de temor y rechazo.
Al final, Antonio nos deja con una advertencia: "Si algo he aprendido, es que hay cosas que es mejor no tocar. La magia, negra o blanca, puede parecer una solución fácil, pero el precio que se paga siempre es más alto de lo que esperas."
Huelva, tierra de tradiciones y secretos, guarda en sus entrañas relatos tan antiguos como inquietantes. El poder de lo desconocido sigue vivo, esperando a quienes, por curiosidad o desesperación, se atrevan a buscarlo.
*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correo@garciabautista.net
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