El Roscón endulza la magia del día de Reyes en Huelva

Una tradición en forma de dulce que une, provoca risas y que permite que la magia de la Navidad continúe un poco más

Explosión de magia e ilusión la mañana de Reyes en Huelva

Una niña disfruta de su trozo de Roscón de Reyes.
Una niña disfruta de su trozo de Roscón de Reyes. / Josué Correa

Huelva/En Huelva, la mañana del 6 de enero no está completa sin el aroma y el sabor del roscón de Reyes. Esta joya de la repostería, símbolo de la festividad, se ha convertido en el centro de las mesas de desayuno y de las reuniones familiares.

Las panaderías y pastelerías de la ciudad han trabajado durante días para ofrecer un despliegue de Roscones, mientras las familias se han reunido para disfrutar de este dulce que lleva consigo una mezcla de historia, magia y diversión. Los establecimientos han tenido colas interminables desde el día anterior, donde se debatía sobre cuál era el mejor Roscón: aquellos tradicionales o los que experimentan con sabores innovadores. Ya sea de nata, de trufa, de pistacho o de lotus, todos han desaparecido con rapidez de los escaparates. Los más predictores los encargaron con semanas de antelación, asegurándose de que ningún detalle faltase para el día más mágico del año.

Trozo de Roscón de Reyse donde se puede leer lo que pasa al encontrar una de las dos figuras escondidas.
Trozo de Roscón de Reyse donde se puede leer lo que pasa al encontrar una de las dos figuras escondidas. / Josué Correa

Alrededor del Roscón se han reunido familias enteras este lunes con la boca echa agua, pero el pulso tembloroso para no ser quien encontrase la temida haba que se esconde en su interior y cuya presencia es más latente según el dulce va menguando. Una legumbre que nadie quiere ver en su porción del dulce, ya que indica que esa persona deberá comprar el Roscón el año siguiente. Una penalización que rara vez acaba cumpliéndose y que se convierte en una excusa para reír y compartir el momento.

En la cara opuesta se encuentra el Rey, una figurita que otorga la corona al más suertudo o suertuda, aunque muchas veces este complemento ya se lo ha quedado alguno de los más pequeños de la familia al que le ha hecho mucha más ilusión la corona, que el propio Roscón, y ya corre con la diadema sobre la cabeza.

Una taza temática del Día de Reyes junto a caramelos.
Una taza temática del Día de Reyes junto a caramelos. / Josué Correa

El dulce se acompaña de chocolate caliente, café, leche, una buena conversación y risas para completar la escena perfecta de la mañana de Reyes. Para algunos, el placer ha estado en las primeras horas del día, disfrutando del Roscón en pijama con la familia; para otros, ha sido el broche de oro de una comida festiva que reúne en algunos hogares a varias generaciones que se reúnen todos los años para intercambiar sus regalos.

El Roscón de Reyes no es solo un postre, es una tradición que une, provoca risas y que permite que la magia de la Navidad continúe un poco más. Representa la dulzura de compartir y la alegría de mantener vivas las costumbres. Un bocado de roscón, un sorbo de chocolate y la emoción de descubrir al Rey y al Haba son, sin duda, una de las mejores formas de empezar el año.

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